Autor de novela-adaptador teatral
Antes de nada, agradecerte de nuevo tu última respuesta. Parece ser que según la SGAE, debo llegar a un acuerdo con la autora de la novela (yo soy la que le hice el guión para teatro) para determinar los porcentajes entre ambas de los beneficios de la representación o como tú bien dices darle una compensación, pero ahí está mi duda. No tengo ni idea cual puede ser el porcentaje que le correspondería o por lo menos una aproximación. Es decir, si a a mí me pueden corresponder un diez por ciento de los beneficios, ¿cuál sería el suyo?,¿Qué le debería dar yo de ese diez por ciento? ¿el 2, el 4, la mitad?, no creo que sea la mitad porque entonces sería como si ella hubiese sido coautora del guión y no es el caso. ¿Cuál sería un porcentaje justo? En la SGAE no lo tienen muy claro, me dijeron que lo averiguarían pero no lo sé.
1 Respuesta
Respuesta de Horcon Boga
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Carolina. No hay ningún problema en conversar de cualquier situación teatral, cuantas veces hagan falta. Y más aún con el tema de los derechos de autor, que siempre es espinoso y súper-enrevesado.
Pero antes que nada quiero aprovechar para comentarte una cosa que estuve tentado de decirte la otra vez, pero me abstuve. Las obras de teatro son textos o libretos, no guiones. Los escritores teatrales por lo general no son guionistas.
Existe una diferencia sustancial entre un guionista de cine-tv y un dramaturgo teatral. En el teatro, el dramaturgo es un dios; en el cine y más aún en la tv, el guionista suele ser un creativo de tercera fila.
He vivido ambos ambientes y conozco bien la diferencia. Te pongo un ejemplo. El realizador o director tiene una idea que no se ajusta al guión, piensa en una tonalidad, habla con el director de fotografía y éste rediseña la escena. Después el director le dice al guionista que adapte la escena para la nueva idea, y punto.
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En el teatro de autor, sin embargo, si nos topamos con esos autores quisquillosos que quieren estar en los ensayos, puede ser un suplicio. Hay casos famosos de autores que suspendieron los ensayos de una obra simplemente porque no permitían que les cambiaran una sola frase. Si el dramaturgo no firma la autorización final, la obra no se puede representar.
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Con esto no quiero decir que te conviertas en una autora de ese tipo, lo que sería odioso, pero sí que dejes de llamarte a ti misma "guionista". Nunca hemos empleado esa palabra en el Teatro. Si te llamas a ti misma "guionista", te estás rebajando tú misma a un nivel de asistente de otra persona, que sería la verdadera creativa.
Un autor teatral no hace guiones teatrales de una novela, hace adaptaciones teatrales, y la nueva obra tiene entidad propia como obra de arte.
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¿Por qué todo este rollo preliminar? Pues porque quizás la mentalidad de "guionista" te haya conducido a la situación en la que te encuentras.
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En cuanto a cantidades concretas, la verdad es que sólo te puedo hablar a ciegas. No conozco la obra y hasta qué punto las ideas básicas de la novelista son el verdadero fundamento de la historia teatral. Si fuera así, a mí un 50% no me parecería mal. Pero la verdad es que no sé, pues ya tienes un precedente de entendimientos iniciales, pero también de disputas posteriores con ella. Propónle entonces un 40%, por ejemplo, a ver lo que dice.
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Otra cosa: el 10% de autores no es sobre los beneficios, sino sobre los ingresos brutos, da igual si la compañía tiene beneficios o tiene pérdidas.
Un abrazo!
Pero antes que nada quiero aprovechar para comentarte una cosa que estuve tentado de decirte la otra vez, pero me abstuve. Las obras de teatro son textos o libretos, no guiones. Los escritores teatrales por lo general no son guionistas.
Existe una diferencia sustancial entre un guionista de cine-tv y un dramaturgo teatral. En el teatro, el dramaturgo es un dios; en el cine y más aún en la tv, el guionista suele ser un creativo de tercera fila.
He vivido ambos ambientes y conozco bien la diferencia. Te pongo un ejemplo. El realizador o director tiene una idea que no se ajusta al guión, piensa en una tonalidad, habla con el director de fotografía y éste rediseña la escena. Después el director le dice al guionista que adapte la escena para la nueva idea, y punto.
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En el teatro de autor, sin embargo, si nos topamos con esos autores quisquillosos que quieren estar en los ensayos, puede ser un suplicio. Hay casos famosos de autores que suspendieron los ensayos de una obra simplemente porque no permitían que les cambiaran una sola frase. Si el dramaturgo no firma la autorización final, la obra no se puede representar.
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Con esto no quiero decir que te conviertas en una autora de ese tipo, lo que sería odioso, pero sí que dejes de llamarte a ti misma "guionista". Nunca hemos empleado esa palabra en el Teatro. Si te llamas a ti misma "guionista", te estás rebajando tú misma a un nivel de asistente de otra persona, que sería la verdadera creativa.
Un autor teatral no hace guiones teatrales de una novela, hace adaptaciones teatrales, y la nueva obra tiene entidad propia como obra de arte.
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¿Por qué todo este rollo preliminar? Pues porque quizás la mentalidad de "guionista" te haya conducido a la situación en la que te encuentras.
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En cuanto a cantidades concretas, la verdad es que sólo te puedo hablar a ciegas. No conozco la obra y hasta qué punto las ideas básicas de la novelista son el verdadero fundamento de la historia teatral. Si fuera así, a mí un 50% no me parecería mal. Pero la verdad es que no sé, pues ya tienes un precedente de entendimientos iniciales, pero también de disputas posteriores con ella. Propónle entonces un 40%, por ejemplo, a ver lo que dice.
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Otra cosa: el 10% de autores no es sobre los beneficios, sino sobre los ingresos brutos, da igual si la compañía tiene beneficios o tiene pérdidas.
Un abrazo!
De nuevo, muchas gracias. Sí, es cierto que es una obra dramática lo que he hecho pero muchas veces la gente no se aclara con eso, obviamente sé que no es tu caso, pero por ejemplo el abogado insistió en poner guión teatral en la autorización, en fin. En la obra, aunque la línea argumental es fiel a la novela, creo nuevas situaciones, cambio estructuras en personajes y creo otros nuevos y doy mil vueltas de tuerca. Fue difícil conseguir su teatralidad y aún así el efecto final no consigue desprenderse demasiado de cierta narratividad. Bueno, me fueron muy útiles tus apreciaciones, te doy muchísimas gracias por todo. Un abrazo.
