A ver, tiene y no tiene que ver. Esto es. En principio la presión de la bomba de combustible del quemador se tiene que ajustar entre 10 y 13 kgs/cm2. si el quemador dispone de precalentador y entre 13 y 16 kgs/cm2. si no dispone de precalentador.
Esta presión es para que el combustible resulta correctamente pulverizado; presiones por debajo de las que le recomiendo dan como resultado combustiones deficientes que terminan por hollinar (ensuciar la caldera de hollín). Por contra presiones excesivamente altas destruyen el tubo de fuego o tobera del quemador y si son excesivamente altas también hollinan la caldera por deformación del cono de pulverización.
Lógicamente dentro es estos rangos de presiones se puede regular la presión de pulverización para finar la potencia del quemador a las necesidades de la caldera, aunque, dicho sea de paso, esto no es relevante.
Si bien, la potencia del quemador la tiene que determinar la capacidad de la boquilla pulverizadora, en su caso debería de poner una boquilla de 0,85 GPH. (Galones por hora)
Con esta boquilla y estas presiones estará Ud. en una potencia muy ajustada a la que necesita su caldera.