Tarima de roble

La tarima natural encolada con el paso del tiempo, en ocasiones y por factores como la humedad ambiental y las dilataciones se abre por algunas uniones longitudinalmente.
Con un montaje reciente los milímetros admisibles es cero, por desgracia y por los factores que le he comentado con el paso del tiempo esas grietas aparecen, éstas no tendrían que superar los tres milímetros, limite razonable para afrontar una reparación con cierto éxito.
Llegado a este punto, la reparación se lleva a cabo con masilla acrílica, de color roble en su caso, para mi gusto las mejores son Sintesel, fabricado por Quilosa e Imedio, se presentan en cartuchos como los de silicona.
La aplicación es sencilla, estas masillas disuelven en agua, jugaremos con este factor, con un trapo húmedo, bastante escurrido humedecemos la junta, tiene que estar escurrido para que la humedad quede en el borde y no penetre en el interior de la grieta, aplicamos un cordón generoso y retiramos de una pasada el sobrante con una espátula, si es de plástico mejor, deje secar, en fresco lo vera algo más claro que la tarima, oscurece al secarse, si la grieta es demasiado ancha tendrá que repetir el proceso alguna vez más, siempre respetando los tiempos de secado en cada aplicación.
Puebelo, sin llegar a la perfección absoluta mejorara notablemente el aspecto de su tarima.
Si tiene más dudas estoy a su disposición.