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Hola!
Un detalle que muestra la falta de profesionalidad de algunos, es que cuando se ponen a elaborar unas ventanas de rotura, no cuidan que todos los elementos que la conforman, sean efectivamente de rotura.
Creo que en tu caso, como en otros muchos de aluminio, toda tu perfilería puede ser efectivamente de rotura (o de "tortura" como digo una persona en una pregunta), pero no así las guías de las persianas o los esquineros. La explicación, está básicamente en el precio, ya que unas guías de rotura, o unos esquineros sin puente térmico, son más caros que los normales.
Por eso, cuando aprieta el frío como en estos días como dices tan "agradables" (y más en tu zona que tiene que ser mortal), o mucho el calor en verano, esos esquineros o guías de persiana, te transmiten toda esa temperatura al interior.
Solución:
En algunos casos, el esquinero, está abierto o es accesible por la parte más alta (o por lo menos puedes destapar y volver a tapar), a la altura del cajón, y por ahí podrías inyectar espuma de poliuretano. La verdad, es que como solución no es fácil, ni muy práctica, ya que la espuma no llegará muy lejos, pero algo es algo, por si otras cosas te fallan.
Segundo, puedes tratar de romper, o abrir rajas o agujeros en el esquinero en su cara interior e incluso exterior, para luego revestirlo de nuevo. Esto, te permitirá poder ir inyectando en todo su largo espuma de poliuretano, que se expandirá y te servirá como aislante. Debes asegurarte que el esquinero, no es una pieza estructural, es decir, que la estructura del mirador no depende del esquinero, sino que lleva algún pilar o soporte dentro que sirve de poste estructural, ya que si lo rompes en demasía, podría venirse todo abajo, en cuyo caso, limítate a hacer agujeros por donde meter la cánula de la espuma. Después, reviste con tiras de aluminio, o placas plegadas de aluminio del tamaño adecuado. Inconveniente, pues que todo lo que hagas en el exterior, como no sea en planta baja, te resultará complicado.
También tienes que tener cuidado porque la espuma crece, mucho y rápidamente, por lo que tienes que hacerlo con tiento, para no manchar fachada, interior de la vivienda, o la propia carpintería. Mas vale hacerlo de dos o tres veces, que de una en exceso.
Y tercero, revestir el esquinero en su cara interior o exterior, con algún elemento aislante, del tipo paneles sándwich de aluminio con espuma inyectada en el interior, o materiales similares. Esta última opción, tiene tres inconvenientes, uno es que arduo y duro, ya que tendrás que ir cortando múltiples piezas, para ir adaptando y pegando, que sino estás acostumbrado, te puede costar mucho tiempo y dinero. Segundo inconveniente, es que esos paneles, no tienen un grosor importante, y por tanto su grosor de aislante, será pequeño. Y tercero, el trabajo en el exterior será complicado sino es planta baja.
Resumiendo, como opción, creo que la mejor es la segunda, si puedes hacerlo en su cara interior.
Con ello, ganarás en menor transmisión térmica, aunque dudo que el problema se solucione al 100%.