No es erróneo del todo. Para visualizar las imágenes por internet,
te tienes que conectar a las cámaras (o al grabador que las gestiona). La dirección IP es la ubicación que tiene tu router en el negocio. El problema es que la IP es dinámica, es decir que va cambiando. Por tanto buscar la dirección IP es como intentar llamar a alguien que cambia su numero de teléfono cada día. La IP fija te asegura una ´dirección´ fija.
Dicho esto, la mayoría de los instaladores de videovigilancia incluyen en la instalación un servicio llamado DDNS. Se trata de un servidor con IP fija que funciona como un intermediario para hacer la conexión. Los dispositivos que tienes en las IP dinámicas (digamos el ordenador en tu casa por un lado y el grabador de las cámaras en tu negocio por el otro) están programados a conectarse a la IP fija del servidor.
Sin duda es una pregunta que tienes que hacer al instalador a la hora de elegir el sistema y el servicio. Si la instalación no incluye el servicio DDNS, tendrás que pedir IP fija. La IP fija es un servicio extra de los proveedores de internet, y tiene un coste de unos 15 euros al mes, si no me equivoco.
Para cualquier duda estamos aquí.