Un pedazo de carne asada no solo es rico en proteínas, si no también en grasas y minerales, y también tiene un cierto contenido en hidratos de carbono y vitaminas, e incluso más de un tercio de su peso es agua (si no se ha pasado con el tiempo de horno), por lo que su ingesta en ayunas no creo que produjese ningún desequilibrio inmediato.
Todo dependería de si la persona que lo consume en ayunas ya presentaba algún tipo de carencia, o de si el ayuno previo ha sido muy prolongado. En general, la destrucción de músculo para producir energía es el último recurso del cuerpo ante la falta de glucosa, para lo cual las reservas de glucógeno se deben haber agotado previamente. El cerebro es el órgano que más energía consume (cerca de un 20% del total) y únicamente puede usar glucosa o, en su defecto, cuerpos cetónicos generados a partir de los aminoácidos. Mientras no se agoten las reservas de glucógeno, las proteínas no irán principalmente a producir energía. Los ácidos grasos en humanos no pueden producir glucosa ni cuerpos cetónicos, así que la lipólisis en principio no se vería incrementada, a no ser que se incrementase la actividad muscular.
Si el ayuno es más prolongado, pongamos unas 20-24 horas, el glucógeno hepático posiblemente no se podría restablecer a partir de la glucosa circulante en sangre, y los hidratos de carbono de un trozo de carne tampoco aportarían suficiente glucosa como para incrementarlos por mucho tiempo, así que se tendería a la producción de cuerpos cetónicos a partir de proteína.
No soy experto en nutrición, pero la bioquímica básica es esto lo que indica.