Doctrina filosófica de Hamann y libros suyos en español. Enlaces e información donde buscar
Conoces a Hamann? Ayer te preguntaba por libros suyos en español y me distes un enlace donde encontrar un libro que hablaba de el. Pero, conoces su doctrina filosofica?.
si lo conociese me gustaria que me dijeras si vale la pena perder tiempo con el. Gracias de nuevo, y hasta la proxima
si lo conociese me gustaria que me dijeras si vale la pena perder tiempo con el. Gracias de nuevo, y hasta la proxima
1 Respuesta
Respuesta de magister
1
Prerromanticista
Te envío un comentario sobre un nuevo libro realizado por Berlín un estudioso sobre el tema. En cuanto a leerlo, no sé, sobre gustos no hay nada escrito, pero si te interesa le pregunto a mi hermana que es de filosofía. Sólo te pido que cierres pregunta y abras una nueva, como hiciste en esta ocasión, porque las aclaraciones no me convienen, ya que aquí te cuentan el tiempo de respuesta. Gracias
"Sade, Mandeville y Hamann, como integrantes de la Ilustración, tomaron parte en los debates que vieron surgir los conceptos éticos y políticos que hoy vertebran nuestra vida social y nuestras perspectivas individuales. Sin embargo, han sido relegados prudentemente a un segundo plano, calificándolos meramente de novelistas o de místicos.
Este libro plantea que en las voces de estos autores heterodoxos se proponía nuestro presente enmascarado bajo un lenguaje inusual. Algo que ahora nos puede resultar de gran utilidad. Leer a Sade, Mandeville y Hamann es recuperar las pasiones y el deseo, aceptar el mal, la contradicción y la fragilidad como componentes preciosos del mundo y con todo ello reinterpretar nuestros conceptos democráticos modernos.
Escritores que se sintieron dramáticamente fragmentados por las transformaciones sociales que Alemania, y Prusia en particular, estaban atravesando después de las reformas occidentalizantes de Federico el Grande. Privados de todo poder real, incapaces de adaptarse a la organización burocrática que se estaba imponiendo sobre los modos de vida tradicionales, agudamente sensibles al conflicto entre su índole fundamentalmente cristiana, protestante y moralista, y la mentalidad científica del Iluminismo francés, amenazados por el despotismo mezquino de doscientos príncipes, los que de entre ellos estaban dotados de mayor talento y de espíritu más independiente reaccionaron al allanamiento de su mundo, iniciado con la humillación infringida a sus aliados de las armadas de Luis xiv, con una revolución cada vez más radical. Ellos oponían la profundidad y la poesía de la tradición alemana, capaz de esporádicas pero auténticas percepciones de la inagotable e inexpresable variedad de la vida del espíritu, al materialismo superficial, al utilitarismo y al teatro de sombras, sin espesor ni humanidad, del mundo de los pensadores franceses. Estas son las raíces del movimiento romántico que, al menos en Alemania, celebró la voluntad colectiva, no obstaculizada de reglas que el hombre puede descubrir con métodos racionales, y la vida espiritual del pueblo a cuya actividad, o voluntad impersonal, los individuos creativos podían participar, pero sin poder describirla ni observarla. La idea de que la vida política de la nación expresa esta voluntad colectiva es la esencia del romanticismo político, es decir, del nacionalismo."
Berlin, "Nationalism. Past Neglet and Present Power", en Against the Current. Essays in the History of Ideas, Londres, Hogarth Press, 1979, p. 349.
Seoane Pinilla, Julio: La ilustración heterodoxa: Sade, Mandeville y Hamann (Madrid, Editorial Fundamentos. Espiral Hispanoamericana, 1998)
Te envío un comentario sobre un nuevo libro realizado por Berlín un estudioso sobre el tema. En cuanto a leerlo, no sé, sobre gustos no hay nada escrito, pero si te interesa le pregunto a mi hermana que es de filosofía. Sólo te pido que cierres pregunta y abras una nueva, como hiciste en esta ocasión, porque las aclaraciones no me convienen, ya que aquí te cuentan el tiempo de respuesta. Gracias
"Sade, Mandeville y Hamann, como integrantes de la Ilustración, tomaron parte en los debates que vieron surgir los conceptos éticos y políticos que hoy vertebran nuestra vida social y nuestras perspectivas individuales. Sin embargo, han sido relegados prudentemente a un segundo plano, calificándolos meramente de novelistas o de místicos.
Este libro plantea que en las voces de estos autores heterodoxos se proponía nuestro presente enmascarado bajo un lenguaje inusual. Algo que ahora nos puede resultar de gran utilidad. Leer a Sade, Mandeville y Hamann es recuperar las pasiones y el deseo, aceptar el mal, la contradicción y la fragilidad como componentes preciosos del mundo y con todo ello reinterpretar nuestros conceptos democráticos modernos.
Escritores que se sintieron dramáticamente fragmentados por las transformaciones sociales que Alemania, y Prusia en particular, estaban atravesando después de las reformas occidentalizantes de Federico el Grande. Privados de todo poder real, incapaces de adaptarse a la organización burocrática que se estaba imponiendo sobre los modos de vida tradicionales, agudamente sensibles al conflicto entre su índole fundamentalmente cristiana, protestante y moralista, y la mentalidad científica del Iluminismo francés, amenazados por el despotismo mezquino de doscientos príncipes, los que de entre ellos estaban dotados de mayor talento y de espíritu más independiente reaccionaron al allanamiento de su mundo, iniciado con la humillación infringida a sus aliados de las armadas de Luis xiv, con una revolución cada vez más radical. Ellos oponían la profundidad y la poesía de la tradición alemana, capaz de esporádicas pero auténticas percepciones de la inagotable e inexpresable variedad de la vida del espíritu, al materialismo superficial, al utilitarismo y al teatro de sombras, sin espesor ni humanidad, del mundo de los pensadores franceses. Estas son las raíces del movimiento romántico que, al menos en Alemania, celebró la voluntad colectiva, no obstaculizada de reglas que el hombre puede descubrir con métodos racionales, y la vida espiritual del pueblo a cuya actividad, o voluntad impersonal, los individuos creativos podían participar, pero sin poder describirla ni observarla. La idea de que la vida política de la nación expresa esta voluntad colectiva es la esencia del romanticismo político, es decir, del nacionalismo."
Berlin, "Nationalism. Past Neglet and Present Power", en Against the Current. Essays in the History of Ideas, Londres, Hogarth Press, 1979, p. 349.
Seoane Pinilla, Julio: La ilustración heterodoxa: Sade, Mandeville y Hamann (Madrid, Editorial Fundamentos. Espiral Hispanoamericana, 1998)
