Solo conozco la psitacosis La psitacosis es una enfermedad muy seria, no solo porque sin tratamiento resulta mortal para los periquitos, sino también porque se contagia a los humanos, y también en este caso, no se debe tomar a la ligera. Pero no está justificado el pánico que tienen muchos dueños de periquitos a esta enfermedad: en realidad, no es muy frecuente, y sus síntomas acompañan también a otras enfermedades menos graves. Además con el tratamiento correcto (y realizado a tiempo) no tiene que resultar mortal para los periquitos, y en humanos, también tratada a tiempo, la mortalidad está entre el 1 - 5 %, menos que en el caso de una gripe. Aún así, cualquier persona que tenga periquitos debería conocer las síntomas de la enfermedad para poder reconocerla a tiempo si aparece. La psitacosis está causada por Clamidia psittaci, un microorganismo que se clasifica como bacteria, aunque presenta algunas características más bien propias de los virus. Se transmite por inhalación de polvo contaminado por el agente infeccioso, normalmente procedente de las heces secas del ave. La enfermedad es muy contagiosa entre aves, (afecta a prácticamente todas las especies, no solo a psitácidos), y el riesgo de contagio es algo menor, aunque considerable, entre aves y humanos. Desde el contagio hasta la aparición de la enfermedad pueden pasar varios meses, durante los cuales el periquito infectado excreta a las chlamidias con sus excrementos. La enfermedad puede permanecer latente durante mucho tiempo, muchas veces se desencadena cuando el periquito pasa por un periodo de estrés u otra enfermedad. También ocurre que crías, con el sistema inmune todavía en desarrollo, sufran la enfermedad, contagiados por sus padres donde la infección permanece latente. La enfermedad en sí es difícil de reconocer, las síntomas pueden variar, aparecer todas o solo algunos, y no son exclusivos de la psitacosis. Posibles síntomas son: inflamación de los ojos (muchas veces de un ojo solo), respiración forzosa, ruidos al respirar, segregaciones por la nariz, diarrea verdosa y tos. Los periquitos parecen enfermos, permanecen con el plumaje levantado, se muestran apáticos, comen menos y duermen mucho. Si se deja sin tratar la enfermedad lleva a la muerte de la mayoría de los animales infectados en un plazo de dos a diez semanas. En humanos la enfermedad produce síntomas parecidas a gripe: falta de apetito, fiebre, dolores musculares y de cabeza... En personas adultas y previamente sanos normalmente se queda ahí, pero en ancianos, niños pequeños y personas enfermas puede llevar a una especie de neumonía, e incluso a problemas cardíacos y del sistema nerviosos central. Tanto en aves como en humanos el diagnóstico se hace mediante un análisis de sangre (en humanos) o de las heces (en periquitos). Así también se puede diagnosticar durante las fases latentes. El tratamiento es mediante antibióticos. ¡Es imprescindible acudir a un veterinario ante la sospecha! Intentar tratar la enfermedad por cuenta propia pone en peligro tanto la vida del periquito como la del dueño. Con el antibiótico adecuado (no sirve cualquiera, se suelen utilizar tetraciclinas) el tratamiento no es muy complicado y normalmente exitoso. Si tienes un periquito infectado hay que tratar TODAS las aves que hayan estado en contacto con el, y también el propio dueño debería acudir al médico para hacerse el análisis.