Agujeros en la pared...

Lo que tiene Hippie es una problema de ansiedad por separación. Es un problema muy frecuente en los perros, que consiste en comportamientos molestos cuando el perro se queda solo en casa. Los comportamientos más frecuentes son el destrozo de muebles y objetos, la micción inadecuada y los agujeros en la pared que mencionas (esto es muy frecuente).
El origen de la anseidad por separación está en el llamado hiperapego (una dependencia excesiva del amo) por parte del perro. El perro se queda solo, no sabe dónde están sus amos, si volverán, etc. Un especialista en el tema decía que, para que te hagas una idea, es como si tu bebé se fuese por la puerta a la calle y tú no pudieses salir de casa ¿no te pondrías histérica?. Ese es el estado emocional del perro en estos casos.
La ansiedad por separación es de tratamiento largo y de resultados variables. En casos extremos, es recomendable combinar la terapia comportamental con la farmacológica (ansiolíticos). La comportamental pasa por un programa sencillo, pero constante: NUNCA te despidas del perro ni le saludes al llegar. Empieza una semana yéndote, por ejemplo, diez minutos, y vuelve. Luego, haz lo mismo dos veces al día durante otros días. Pasa a media hora una vez al día, y luego dos veces al día. Luego, una hora... y así hasta que el perro acepte como normal tus ausencias. Es muy importante que no te despidas (ni le hables) ni le saludes hasta que se tranquilice (me imagino, por lo que dices, que te recibirá como loco). Cuando llegues, deja las llaves, ve al dormitorio... en fin, haz tu rutina habitual hasta que veas que se ha tranquilizado. Entonces le llamas (no vayas tú a él) y le saludas con un par de caricias (no le hagas fiestas). Para reforzar la terapia, escóndele su juguete favorito y déjaselo cuando vaya a quedarse solo.
No obstante, por lo que dices, es complicado que llegue a recuperarse del todo. Es mayor y tiene muy asumido ese comportamiento, y quitar una costumbre arraigada es muy difícil en perros mayores, pero no imposible. Tienes que tener paciencia, planteártelo a largo plazo y hablar con el veterinario para valorar la posibilidad de un ansiolítico clásico en problemas de ansiedad por separación.
Bueno, suerte y saludos, y si necesitas algo más, me escribes.

Muchas gracias por la respuesta, me parece bastante razonable lo que me dices pero el problema es que no se pone como loco cuando llego a casa y tampoco lo hace siempre cuando no estamos en casa, a veces le hemos pillado arañando la pared cuando estamos en otra habitación o durmiendo y no se como reaccionar cuando le pillo arañando (le regaño... le ignoro...) ¿No se que mejor? Muchas gracias y perdón por mi ignorancia y mi pesadez.

No te disculpes por nada. Bueno, revisando lo que dices y con estas novedades, parece que hay varios problemas. El básico es el carácter del animal, su inseguridad y su miedo latente o de base. Eso deriva en una sumisión -y en el hiperapego que te comentaba- excesiva (es más: habría que ver que ese tratamiento hacia el otro perro que interpretas como cariño no es sumisión hacia él, por ejemplo, fíjate en quién come antes: ese es el "jefe"). En ese marco, estos animales son muy propensos a lo que tiene hippie: la ansiedad por separación -que es uno de los problemas que te he comentado- y el comportamiento obsesivo de los agujeros. Este comportamiento compulsivo tiene dos posibles causas: el estrés y el aburrimiento. En Hippie quizá sea una mezcla de los dos, dados sus antecedentes.
Cuando un perro es inseguro, el estrés es una ansiedad que necesita ser liberada de alguna forma. En un perro sano, el estrés se libera en pequeños gestos: juegos, o incluso bostezando mucho. Cuando el perro es sumiso, los efectos se multiplican, y les cuesta liberar esa presión, lo que les lleva a comportamientos compulsivos como el que describes o perseguirse la cola, o incluso lamerse obsesivamente una pata. Por otra parte, si un perro es muy inteligente, necesita estímulos mentales. Si no, se aburre y ese aburrimiento siempre deriva en comportamientos indeseados.
Afortunadamente, tanto el estrés como el aburrimiento tienen un remedio común y bastante eficaz: el ejercicio. Un perro cansado siempre está tranquilo y no tiene ni fuerzas para aburrirse. Además, es fácil cansar a un perro de esa edad. Por lo tanto, procura que haga muchísimo ejercicio, pero hasta agotarse. Paseos largos, juegos con la pelota, carreras, etc., y si puede ser todo junto, mejor.
Por otro lado, cómprale algún juguete que implique actividad intelectual. Un kong (es como un juguete de goma que se rellena de comida) es buena opción, y siempre les entretiene mucho. Así, cuando vayáis a salir o a dormir, procurad que el perro esté agotado y si no lo está demasiado, dadle el juguete (pero que no lo tenga siempre a su disposición). Revisa los correos que nos hemos cruzado y hazte un programa diario con todo esto, pero introdúcleo progresivamente (excepto el ejercicio: eso desde ya). Ya verás como Hippie mejora, aunque tardará; a todos los perros les cuesta cambiar sus hábitos...
Si quieres más aclaraciones, ya sabes dónde estoy (y no te preocupes, pregúntame todo lo que ue quieras).