Enseñar al perro
Me gustaría que no ladrara cada vez que oye un ruido en el rellano de la escalera, vivimos en un bajo y el portal se escucha muchas veces durante el día.
Cuando llegamos alguno de los dos a casa se pone a saltar de alegría y a darnos mordisquitos en las manos o la ropa y, considerando que el perro pesa más de 20 kg y de pie llega hasta más arriba de la cintura, a mí me tiene las piernas llenas de cardenales y me ha roto varias prendas de ropa. Yo lo que hago es decirle NO! Y lo empujo abajo, e intento acariciarlo en el suelo, pero sigue mordiéndome las manos suavemente y me araña. He intentado ignorarlo como me han aconsejado, pero sigue detrás mía saltando. Si llega alguna visita a casa se pone muy pesado cuando estamos sentados para comer o en el sofá charlando, no deja de subir las patas y mordisquear cariñosamente a todos. Por más que le decimos NO! Y le damos algún juguete o chuchería suya para que se entretenga, no hace caso. No sé si es que es demasiado cariñoso, juguetón o qué significa esa actitud, pero a veces lo tenemos que sacar al patio para que nos deje tranquilos y quedarnos escuchándolo de llorar...
Otra cosa que no es que quiera quitárselo pero me da pena de lo triste que se pone cuando uno de los dos se va, aunque el otro se queda en casa con él se pone a llorar con mucha pena y se queda esperando detrás de la puerta, no hay quien lo consuele, parece que sólo está tranquilo cuando está "la manada" completa.
Normalmente los fines de semana lo sacamos al parque para que juegue con otros perros. Cuando él se acerca a otros perros, juega sin problemas hasta que el otro perro es el que lo busca a él para jugar, que mete el rabo entre las piernas y se queda paralizado. En otras ocasiones mientras va jugando con otro perro al mismo tiempo va llorisqueando toda la carrera. Tampoco deja que nadie le acaricie excepto nosotros, ya sea conocido o extraño, cuando se acercan a él, se va. ¿Eso es porque está jugando o por miedo también?
Siento si me he extendido demasiado, espero tu respuesta y si me surge cualquier otra consulta, ¿no te importa que vuelva a la carga? Je je.
Lo primero, vuestro cachorro no ha pasado el tiempo necesario con su madre y hermanos.
Los cachorros aprenden las señales de calma, posturas de sumisión, inhibición del mordisco, etc cuando están jugando con su madre y sus hermanos siendo muy pequeños. Por eso es aconsejable no separarlos de su madre y hermanos hasta que no tengan aproximadamente 8 semanas.
Los cachorros que son separados antes de las 8 semanas de su madre y hermanos (Cómo ha sido el caso de vuestro cachorro), no logran desarrollar todas las habilidades sociales y tienden a tener problemas para relacionarse tanto con otros perros cómo con personas (algunos son miedosos, cómo es vuestro caso, otros son agresivos...), no controlan el mordisco, no reconocen las posturas de sumisión, señales de calma, tienen problemas de miedos, etc para que esto no pase hay que socializarlos muy bien cuando son pequeños.
Vuestro perro todavía se relaciona con vosotros dando mordiscos (aunque no llegue a hacer daño) porque no ha aprendido de sus hermanos y madre la inhibición del mordisco.
Os toca pues a vosotros enseñárselo... ¿Cómo?
Inhibición del mordisco
Enseñar a nuestro perro a inhibir su mordida, es sin duda, uno de los aspectos fundamentales de su educación. Un perro al que no se le he enseñado a inhibir su mordida, puede ser un perro peligroso, incluso, cuando juega.
Hay tres maneras importantes de enseñar al perro a controlarse a la hora de morder:
- La primera es que el cachorro tenga muchos compañeros de juegos caninos. Ellos son los mejores maestros. Los cachorros aprenden a regular su fuerza al morder, jugando con otros perros. Estos actúan de la siguiente manera: si un perro muerde muy fuerte, el otro perro se quejará y dará por finalizado el juego, aunque sea por unos segundos. La siguiente vez, se lo pensará dos veces, y no morderá tan fuerte, ya que lo que quiere es seguir jugando.
- La segunda es que nosotros mismos enseñemos al perro a no morder nuestras manos. A los cachorros les encanta y lo hacen siempre jugando. Nosotros imitaremos la forma en que los perros se enseñan los unos a los otros. Cuando sintamos que nuestro perro nos muerde con fuerza, diremos ayyyyyyyyyy, y dejaremos de jugar con él durante unos segundos, ignorándole. Tras esos segundos reanudaremos el juego y repetiremos la secuencia una y otra vez. Si sentimos que el mordisco ha sido especialmente fuerte, podemos incluso abandonar nosotros la habitación donde estemos, por un período de unos 30 segundos. Se acabó el juego, me has hecho daño... eso es lo que nosotros queremos transmitirle a nuestro perro. Después, volvemos a jugar, sin rencor, sin represalias.
Es muy importante hacerlo en el momento correcto, porque si terminamos el juego cuando el perro nos está mordiendo suavemente pero lo continuamos cuando nos esté mordiendo fuerte, le enseñaremos justo lo contrario de lo queremos, le enseñaremos a morder fuertemente.
Hay que practicar estos ejercicios durante un tiempo y en diferentes lugares, para que el perro pueda generalizar el aprendizaje. También es importante que lo hagan diferentes personas, para que el perro aprenda que todos los humanos somos así de sensibles.
No es aconsejable que lo practiquen los niños muy pequeños, más que nada porque como ya hemos dicho, el ejercicio requiere cierta coordinación y la realización en el tiempo exacto. No podemos exigirle tanto a nuestros pequeños.
No creo que deba castigarse nunca al cachorro por morder fuerte, esto lo único que puede generar en el perro es miedo y además, así, no se le enseñará a inhibir el mordisco, sino a no morder jugando. El problema de esto, es que el día que decida morder, lo hará y lo hará con fuerza. Otra razón por la que no se deben usar los castigos, es que los cachorros no pueden controlar completamente sus impulsos, por lo que aunque tu perro esté aprendiendo o haya aprendido a inhibir su mordida, el entusiasmo a veces no le dejará darse cuenta de que en realidad lo está haciendo. La forma de actuar será siempre la misma. La constancia es la base de una buena educación.
- La tercera es enseñarle a no morder/agarrar algo que no deseamos y a soltar una vez que ha mordido/agarrado algo que no deseamos con su boca. Aunque hayamos enseñado a nuestro perro a que muerda/agarre suavemente, también nos interesa que en muchas ocasiones, suelte aquello que tenga en la boca. Se trata de enseñarle que no hay problema en que agarre cosas con su boca, pero que tiene que soltarles si se le ordena y por supuesto, también nos interesa que no ande agarrando, mordiendo por ahí, cualquier cosa que vea.
Para ello, practicaremos la orden "deja" y la orden "suelta".
La orden "deja" podemos enseñársela de la siguiente manera: necesitamos unas bolitas de su comida habitual (pienso) y unos trocitos de algún premio especial (salchichas, queso...). En nuestra mano derecha ponemos las bolitas de pienso y en la mano izquierda los trocitos de premios. Enseñamos dos o tres bolitas de pienso de nuestra mano derecha al perro y se las dejamos comer. Repetimos esto tres o cuatro veces.
Volvemos a enseñar al perro dos o tres bolitas de pienso de nuestra mano derecha (mientras nuestra mano izquierda con los premios especiales está cerrada y a nuestra espalda), pero en esta ocasión, cuando el perro vaya a comerlas, le decimos "deja" mientras cerramos la mano y le impedimos comerlas. El hará de todo para intentar comérselas, no dará con su hocico en la mano, con la pata, etc... hasta que deje de intentarlo y mire para otro lado o con suerte, nos mire a nosotros... Entonces le decimos muuuuuuuuy bien "toma" y sacamos nuestra mano izquierda con los premios y se los damos. Esto habrá que repetirlo tantas veces como sea necesario para nuestro, cambiando de mano, poniendo la comida en el suelo, en lugar de en la mano (pero impidiendo siempre que la coja) en diferentes lugares y con diferentes distracciones.
La orden "suelta", se puede enseñar de la siguiente manera. Le damos al perro un juguete que coja fácilmente con la boca. Cuando el perro lo tenga en la boca, le enseñamos algo que le guste tanto o más que ese juguete (puede ser comida muy rica).
En el momento en que vaya a soltar el juguete para coger el trozo de comida, le decimos "suelta" e inmediatamente le damos el premio. Este ejercicio hay que repetirlo tantas veces como sea necesario, en diferentes lugares y con diferentes distracciones..
Después tendremos que dejar de usar el "señuelo- comida".
Para enseñarle a que no debe saltar sobre las personas:
¿Cómo conseguir que tu perro no salte sobre las visitas?
Saltar sobre la gente parece que es inevitable, es su manera de saludar.
Los perros saltan porque nadie les ha enseñado a comportarse de otro modo y porque además han recibido refuerzos constantes por ese comportamiento. A todos nos gusta acariciar a un cachorro que salta sobre nosotros y nos lame la cara... ¿por qué no nos gusta tanto cuando crecen y tienen el mismo comportamiento?
En el adiestramiento tradicional "trataban" este problema dando un rodillazo al perro cuando saltaba o ahorcándole con el collar de ahogo hasta que se rendía (o quedaba sin respiración) y se sentaba o le cogían de las patas delanteras y le apretaban hasta que decidieran soltarse y sentarse. Es evidente que este tipo de castigo no solo no enseña nada al animal sino que además de producirle dolor puede tener varios efectos secundarios, entre ellos, la agresividad hacia las personas. Una vez más insistimos en que los perros aprenden por asociación; si cada vez que se acercan a una persona para saludarla, esta persona le recibe con castigo y le produce dolor, ¿qué aprenderá el perro?... efectivamente: los humanos le producen dolor y por tanto debe protegerse de ellos ¿adivinas cómo lo hará?
Podemos enseñarle a nuestro perro a no saltar sobre la gente para saludar de una manera sencilla siguiendo las pautas de la educación canina en positivo. Tenemos que reforzar intensamente el comportamiento alternativo incompatible con saltar, es decir, que se siente. Afortunadamente el sentado es el ejercicio más sencillo de todos y nos sirve para evitar muchos de los comportamientos indeseados.
Esta técnica se denomina contracondicionamiento. El perro no puede saltar y sentarse al mismo tiempo, por tanto vamos a centrarnos en fijar primero el comportamiento de sentado.
SIENTA
Esta orden puede ser muy práctica ya que os puede ayudar a controlar a tu perro cuando lo necesitéis. Lo ideal sería pedirle a tu cachorro que se siente antes de prestarle atención, darle comida, un premio o un juguete.
Como practicar:
. Practica en un lugar tranquilo, sin distracciones.
. Sujétale con la correa cerca de ti y enséñale que tienes un premio o juguete en la mano.
. Cuando el perro preste atención, mueve esa mano hacia arriba y hacia la cola del perro.
. El perro se tendrá que sentar para seguir tu mano con su mirada.
. En el instante que se siente, dale el premio.
. Repite ese proceso varias veces. Una vez que tengas claro que siempre puedes lograr que el perro se siente, añade el comando "SIENTA" antes del movimiento de tu mano.
. Practica varias veces al día.
. Poco a poco modifica el entorno, por ejemplo: practica sin correa, en otra habitación, en el coche, en el jardín o parque, etc.
IMPORTANTE: No toques al perro, no "le sientes" tú y no pierdas la paciencia.
Al empujarle hacia el suelo, podrías lastimarle la columna, y lo más importante: no ayudarías en absoluto a que el perro aprenda a sentarse por su propia voluntad.
Cuando el perro hay aprendido a sentarse cuando se lo pedimos trabajaremos para que mantenga la posición algún tiempo es decir, le enseñaremos la orden de quieto.
QUIETO
Este ejercicio es fundamental para controlar a tu perro en situaciones peligrosas, así que debemos sentar las bases de un aprendizaje sólido.
Practicando la orden
Primera fase:
. Empieza desde la posición de sentado. Puedes también practicar desde otras posiciones.
. Asegúrate de que KYRA está quieta y tranquila en esta posición.
. Pon la palma de tu mano frente la nariz de tu perro. Quédate a su lado y no te muevas. Pídele que no se mueva por unos segundos (¡Quieto!), simplemente retrasa el momento de darle la comida. Dale un trozo de comida, felicítalo suavemente y utiliza una palabra para liberarla (¡LIBRE!, ¡BIEN!).
. Repite este proceso varias veces hasta que tenga una respuesta fiable en el ejercicio.
Segunda fase:
En resumen esta segunda fase pretende conseguir la siguiente ecuación:
Orden ¡QUIETO! + ayuda con la mano = quieto + ¡Muy bien! + comida y ¡LIBRE!
. Poco a poco pídele que permanezca quieto por periodos más largos pero quédate a su lado.
. Cuando entienda el ejercicio, puedes empezar a moverte un poco. ¡Un paso hacia atrás será suficiente! Si se queda quieta con la orden, vuelve inmediatamente a su lado, prémiale y ¡LIBRE!
. Repite el punto anterior varias veces hasta que se quede siempre quieto tras la orden mientras te alejas. Al principio siempre debes volver cerca rápido para felicitarle y premiarle.
. Aumenta paulatinamente la distancia y la duración y distracciones en el ejercicio.
Es muy importante que ayudes al perro a realizar el ejercicio con éxito (debes asegurarte de pedirle sólo lo que puede lograr).
No queremos confundirle o frustrarle si realizamos demasiados intentos sin éxito. Por eso, al principio, pídele poco (lo que sabes con certeza que puede realizar) e incrementa tus exigencias muy despacio.
Si no logra lo que le estás pidiendo, vuelve inmediatamente al nivel en el que realizaba el ejercicio sin fallos. De esta manera nos aseguraremos de que tome el ejercicio como una experiencia positiva.
Práctica sienta y quieto en distintos entornos y refuerza siempre con comida. Comienza a practicar estos ejercicios en los lugares en lo que necesitamos aplicarlo, es decir, en la puerta de casa (donde saluda las visitas) y durante los paseos cuando pasa alguien a nuestro lado.
Una vez tenga claras las órdenes de "Sienta" y "Quieto", podéis empezar a practicar el siguiente ejercicio Anti-Salto:
Practicar el siguiente ejercicio ANTISALTO:
- Incítale a subir, abre los brazos y golpéate el muslo para animarle a subir. En cuando se suba encima de ti dile: "AH AH" (nuestra señal de no refuerzo, es decir, le explicamos que con ese comportamiento no va a recibir ninguna atención ni refuerzo) y permanece quieto, no le cojas las patas, no le mires, no hagas nada, simplemente espera. El perro "probará" otra manera para obtener tu atención y es muy probable que tras un par de saltos pruebe a sentarse. FELICITALE con efusividad y dale un trozo de comida (si en este momento vuelve a saltar tienes que permanecer inmóvil y volver al comienzo del ejercicio).
- Si no se sienta, puedes pedírselo, para eso hemos estado trabajando la orden de sentado antes de empezar este ejercicio.
Repite el ejercicio varias veces, el objetivo es conseguir que no salte encima de ti por mucho que le incites. Con unas cuantas repeticiones aprenderá que cuando le incitas para saltar lo mejor que puede hacer es sentarse para recibir tu atención, tus caricias y por supuesto un trozo de comida.
Con este ejercicio estaremos preparando al cachorro para que no salte encima de la gente por mucho que lo incite (que siempre hay alguien que lo hace), practicaremos cuando sea necesario hasta conseguir nuestro objetivo.
El siguiente paso será enseñarle a no saltar sobre el resto de la gente, para eso tenemos que sentar una regla inquebrantable: NADIE puede acariciar al perro si éste no tiene las cuatro patas en el suelo. Si una de cada diez personas le permite que salte sobre él y le refuerza por ello, el comportamiento continuará repitiéndose, es más, lo hará con mayor intensidad.
Los perros aprenden de manera bastante rápida y segura a no saltar sobre su propietario pero les cuesta un poco generalizar este comportamiento con el resto de las personas.
Para este ejercicio necesitamos la colaboración de varias personas, así que organiza una sesión de entrenamiento con vuestros amigos.
Cada persona entrará en casa y realizará el mismo ejercicio anti-salto que te proponíamos al principio. Suena el timbre, la persona entra sí el perro le salta encima, esta persona debe darle la espalda y esperar a que pase de ella, cuando el perro esté tranquilo, debe entrar e incitarle a saltar para saludar, cuando lo haga le dará la señal de no refuerzo: ah, ah y permanecerá inmóvil hasta que se siente. Felicitaciones, caricias y comida por sentarse. Repetirá el ejercicio 10 veces. Las primeras repeticiones es probable que salte pero poco a poco irá disminuyendo su excitación y entusiasmo (saludar diez veces a la misma persona no es tan divertido) y sin embargo siempre será reforzada por sentarse. Después de varias repeticiones el perro se sentará en vez de saltar sin necesidad de pedírselo.
Cuando la primera persona haya terminado sus diez repeticiones comenzaremos con nuestro segundo invitado. Al principio parecerá que el perro no ha aprendido nada ya que intentará saltar sobre la persona, paciencia, sigue el proceso del ejercicio y verás que a la tercera o cuarta repetición el perro se muestra más colaborador.
Realiza el ejercicio con la tercera persona, diez repeticiones. Notarás que cada vez es más sencillo, repite con cada invitado.
Cada vez pediremos al perro que permanezca más tiempo sentado y quieto antes de acariciarle y premiarle.
No te olvides de recompensar generosamente a tus invitados por su colaboración, puede que les necesites otro día. ;-)
Desafortunadamente no vale con una solo sesión de entrenamiento para consolidar el comportamiento. Tendrás que practicar con cada persona que venga a casa, ten preparados premios de comida cerca de la puerta y pide a todas las visitas que colaboren en el proceso de enseñanza de tu cachorro. Si no vas tener visitas en varios días tendrás que invitar a tus amigos otra vez a una sesión de entrenamiento.
Este es un problema de comportamiento que necesita que dediques bastante tiempo y muchas repeticiones para conseguir extinguirlo. Haz de cada sesión de entrenamiento un momento divertido, un juego, un momento genial para pasar un rato agradable con tus amigos y con tu perro. Esta técnica da SIEMPRE resultado pero tienes que implicarte y realizar tantas repeticiones sea necesario, si abandonas antes de conseguir el objetivo, seguirás teniendo un perro incontrolable que salta sobre las visitas y como consecuencias. Cada vez tendrás menos visitas.
** Cuando se queda solo en casa, ó cuando salís uno de los dos, llora porque tiene ansiedad por separación... Estas pautas (las que os pongo para lograr que sea más independiente, os sirven junto con las de enseñarle las órdenes de "sienta" y "quieto" para que las utilicéis cuando estéis comiendo... mientras estéis sentados en la mesa NUNCA debéis darla comida... y no debe estar cerca de la mesa... debe estar un poco alejado, y sin molestar)
Ansiedad por separación:
La ansiedad por separación, es una crisis de pánico que sufre el perro cuando se produce una separación de la figura de apego (su dueño). Suele deberse a una excesiva dependencia, o exceso de apego del perro hacia uno o varios miembros de la familia.
Se suele dar en cachorros, perros tímidos, poco socializados, perros adoptados, que han convivido siempre en grupo, o en perros muy dependientes.
No sirve de nada castigar al perro sí cuando llegamos a casa ha roto algo, o ha hecho sus necesidades dentro, No es un problema de educación.
De lo que se trata es de enseñar al perro a ser más independiente.
¿Cómo se consigue esto?
PAUTAS:
AVISO: Hay que ser muy constante con todas las pautas, y no flaquear. (Ya se que es muy duro! Más para nosotros que para ellos. El perro se adapta muy rápido a las pautas, cuesta más a los dueños)
Es muy duro cuando te vienen pidiendo mimos y caricias no hacerles caso. Pero es muy importante no ceder, hay que entender que este es un gran problema para el perro. Realmente lo pasa FATAL en estas situaciones. Hay que enseñarle que no hay ningún problema con tener que quedarse de vez en cuando solo en casa. Hay que seguir estrictamente las pautas por su bien.
- Aumentar la dosis de ejercicio.
- Tiene que tener un lugar de la casa, que sea fijo, dónde tenga su cama, juguetes, y dónde esté seguro (no pueda romper nada, hacerse daño, etc) Una habitación pequeña, dónde podamos quitar las cosas que pueda romper cuando se queda solo, un parque para cachorros, ... Ese lugar tiene que relacionarlo con cosas positivas. (Darle la comida ahí, jugar con él en esa habitación, que tenga su cama y sea donde duerme, etc)
- La ansiedad por separación se puede manifestar además por el rascado de puertas, ventanas, muebles, paredes,. Por eso es mejor que al menos durante las primeras semanas, el perro no tenga acceso a toda la casa, sino que permanezca en su habitación. Para la puerta en vez de cerrarla, viene bien una valla para cachorros, (o las típicas para bebés.) Que pueda observar el exterior, pero no salir fuera. Sí no tenéis una habitación que la podáis destinar al perro, son muy recomendables los parques para cachorros (para poder delimitar un espacio de la casa en el que el cachorro esté tranquilo, y pueda quedarse allí cuando se queda solo)
- Además, cuando se quedan solos, tienden a deambular por toda la casa, llorando, gimiendo, en busca del dueño. Lo que les estresa todavía más (es más fácil que se calmen si están sólo en una habitación, o en un parque para cachorros, o jaula de transporte grande, que si puede ir de un lado a otro.)
- Durante el día, el tiempo que estés en casa, hay que enseñarle a permanecer solo con sus juguetes en su habitación, por periodos cortos de tiempo. No puede ir detrás de vosotros por toda la casa, si os sigue, hay que mandarlo a su sitio. Cómo es muy pequeño, al principio tendréis que llevarlo vosotros.
- Hay que reducir el estrés que siente el perro en el momento que el dueño sale de casa, y que se acostumbre poco a poco a la ausencia de éste: Es aconsejable empezar con las pautas un fin de semana, o un día que puedas pasar con el perro más tiempo. Primero ausentándote 1 minuto, luego 5, . e ir aumentando el tiempo. Si cuando volvéis hay destrozos, ningún gesto hacia él... ni miradas, ni pobrecito, ni reñirlo, ni recoger los destrozos delante de él.
- Media hora antes de salir de casa no decirle nada, ni cuando volváis. (No tenéis que pensar que estáis siendo cruel con él, por no hacerle caso en esas situaciones, para él debe ser lo mismo si salís de casa que si vais al baño.. lo más normal del mundo! Verdad que si vais al baño, o a la cocina a por algo, no le decís: ¡Ahora vuelvo! ¿Y le dais un montón de mimos porque se va a quedar solo un rato? Y a que cuando volvéis de la cocina, ¿o baño tampoco le saludáis efusivamente o hacéis una fiesta por volver? Pues para él, el que salgáis de casa debe ser algo tan normal como quedarse quieto en un lugar mientras vais al baño o a la cocina.)
- Pasado unos minutos críticos de vuestro regreso (Normalmente 5 - 10 minutos es suficiente) cuando esté tranquilo, lo llamáis y le dais todos los mimos que queráis. El no prestarle atención cuando llegáis y está nervioso, no va a disminuir ni vuestro afecto hacia él, ni el suyo hacia vosotros. Pero sí ayudará mucho a que aprenda a que para obtener los mimos tiene que estar tranquilo, además de que aumentará su independencia y facilidad para quedarse solo. Sí lo que hacéis es hacerle caso cuando está muy nervioso por haberse quedado solo, o insistís mucho cuando os vais a marchar, fomentaréis lo contrario. Que cada vez dependa más de vosotros.
- A veces muchos perros manifiestan la ansiedad incluso antes de que el dueño salga de casa, esto es por que aprenden a asociar determinados comportamientos del dueño (coger las llaves, ponerse la chaqueta, etc) con su salida de casa, con lo que al final simplemente por coger la chaqueta o las llaves de casa el perro ya empieza a mostrar signos de nerviosismo. Para evitar esto funciona muy bien el realizar ejercicios tipo: Os ponéis la chaqueta, cogéis las llaves, y en vez de salir de casa os sentáis a ver la tele. (Descolocar un poco al perro, para conseguir que la ansiedad no se manifieste antes de que salgáis de casa, al eliminar los factores causantes de la ansiedad)
- Darle caricias y mimos sólo cuando vosotros queráis. No cuando él lo pida. (Esto no significa reducir la dosis! O que lo queráis menos. Podéis cogerlo en brazos, achucharlo, darle besos,. Tantos cómo queráis! Pero tenéis que ser vosotros los que lo llaméis para darle mimos o pedirle que haga algo para dárselos. No hacerle caso cuando sea él, el que se acerque a tocaos con el morro. Eso hay que ignorarlo. Pasados unos minutos, no hace falta que sea media hora!, un par de minutos simplemente, ya podéis llamarlo y darle todos los mimos que queráis.
- Con perros que tienen ansiedad o son propensos a tenerla, no conviene que duerman en la misma habitación que nosotros. (Cómo dije más arriba, tiene que tener su lugar en la casa, con su cama, y dormir solo)
Lo primero: "enseñarle a permaneces en su habitación":
Lo primero que tenéis que hacer en enseñar al cachorro a permanecer en su "habitación", puede ser la cocina, cualquier otra habitación, un parque para cachorros, sin que muestre signos de ansiedad... es decir, queremos que al cachorrito le guste estar allí porque es dónde recibe mimos, comida, dónde están sus juguetes y su cama, etc
¿Cómo conseguirlo?
No podemos coger al perro, meterlo directamente en la cocina (o en un parque para cachorros) y pretender que se adapte sólo... eso sería muy traumático para él.
Lo primero es preparar el lugar para que sea muy confortable para él. Poner su cama, mantita y sus juguetes dentro. Que siempre haya premios en comida, galletitas (ponlos dentro cuando él no te vea)
Tienes que ponerle la comida siempre allí. Si tenéis un Kong (juguete para meterle comida dentro y dejárselo para que consiga sacar los premios y esté entretenido) se lo pones también (lo ideal es que cojas el juguete y lo ates con una cuerda a algún lugar del parque de cachorros o cocina para que el perro tenga que tumbarse en ese sitio a jugar con él... vamos, que no lo coja con la boca y se lo lleve a otro sitio de la casa...)
Todo esto sin llegar a cerrar la puerta. Durante un par de días, hasta que se haya habituado al espacio y le guste permanecer dentro.
Después de un par de días, ya puedes empezar a enseñarle mediante un comando cuando es el momento de entrar a su "habitación" puedes decirle dentro... o "a tu sitio" Las primeras veces te puedes ayudar de un "señuelo" (trocito de comida) para que el perrito lo siga y una vez esté entrando por la puerta decirle "A tu sitio" y justo en el momento en que pasa dentro, ¡Muy bien! y le das el premio...
Termina la sesión de entrenamiento cuando hayas conseguido que entre un par de veces seguidas aunque haya sigo "ayudándole"... Lo mejor es que se quede con ganas de más... Así a la próxima vez lo hará mejor.
En un par de sesiones debe tener claro que esa frase "A tu sitio" es para que entre a su habitación.
Cuando ya tenga claro el comando, y entre cada vez que se lo digas, ya se puede empezar a cerrar la puerta... Se le pide que entre... Se cierra la puerta. Sí es posible, ve pasándole por debajo de la puerta trocitos de premio. Pasados unos minutos abres la puerta, le dices "Fuera" y le dejas salir. No se le premia por salir... sólo mientras esté dentro. Repite el proceso varias veces al día.
La próxima vez que practiques, puedes dar un par de vueltas por la casa, e ir acercándote cada POR tiempo a la puerta de la habitación o parque y premiarlo sí está callado. Pasados 2 - 3 minutos le abres (sólo cuando esté callado!)
REPITO: Bajo ninguna circunstancia le abras cuando esté llorando, gimiendo, rascando la puerta... Ya que lo único que conseguirás, es reforzar ese comportamiento, y que cada vez llore más.
Al abrir la puerta tampoco premies al perro ni le digas nada, compórtate de manera neutra. Las cosas buenas solo pasan cuando el perro está dentro de su habitación, no fuera
Cuando esté fuera pídele que vuelva a entrar y prémialo con un par de trozos de comida (pero sin cerrar la puerta) antes de terminar la sesión.
Los siguientes días, puedes ir variando el tiempo que debe permanecer dentro, mientras tú estás en casa haciendo otras cosas... Ignora cualquier ruido que haga y recuerda premiar en los momentos que permanezca callado y/o tranquilo. Recuerda meter siempre algún Kong relleno en la habitación antes de cerrar la puerta.
Cuando permanezca tranquilo en la habitación durante unos diez minutos puedes probar a salir de casa. Aumenta progresivamente el tiempo que permaneces fuera de uno a diez minutos en varios días. Después podrás ir aumentando el tiempo hasta llegar a varias horas. Hazlo de manera gradual e intercala salida cortas. No digas nada al salir ni al entrar en casa.
Intenta cansar un poco al perro con una buena sesión de ejercicios y de obediencia antes de dejarlo sólo por periodos largos de tiempo.
Parece que no lo he conseguido... ;-) Me he extendido demasiado... Sí tenéis alguna otra duda, ya sabéis dónde estoy!
Y el miedo con otros perros y personas (no todas), ¿se le quitará enseñándolo a ser más independiente también? Me gustaría que jugara con otros perros y que se dejara acariciar por la gente (ya que con nosotros es súpercariñoso), pero la mayoría de las veces se muestra muy receloso con perros y humanos. A los hermanos se los quitaron a la madre a los 5 días de nacer, y él estuvo menos tiempo del indicado porque si lo dejábamos allí se lo comían las garrapatas... Me hubiera encantado haberlo podido dejar con la madre.
Y, para terminar te pido una última aclaración. El perro se sienta solo, de hecho nos cuesta que después de sentado, se vuelva levantar y al decirle QUIETO casi siempre ha obedecido, nunca ha hecho falta enseñarle esas órdenes. ¿Cómo consigo que relacione SIENTA con sentarse si nunca se lo hemos enseñado y por costumbre siempre se sienta? No sé si me explico.
Gracias de nuevo por todo.
No he puesto nada en el anterior mensaje porque no podéis estar haciendo toooods las pautas a la vez para mejorar todos los problemas de una... tenéis que coger primero un problema: por ejemplo el más importante es enseñarle a ser más independiente para que no se agobie tanto al quedarse sólo. Empezáis con esas pautas... cuando vaya a mejor os metéis con las del miedo... os puse las de para controlar que no salte y el mordisco porque van "relacionadas" con el estrés y nerviosismo que tiene... todas aparecen cuando quiere vuestra atención, cuando volvéis a casa, etc esas son las más importantes de controlar, una vez esté más tranquilo será más fácil el resto...
Para los miedos...
Cómo tratar a un perro miedoso:
Uno de los problemas de conducta más habituales de los perros es el miedo, de este problema derivan muchos otros como estrés, agresividad, .
Para ayudar a nuestro perro y darle confianza en sí mismo debemos tener en cuenta que es un perro y no una persona. Esto parecerá una tontería, pero si no nos concienciamos de ello desde el primer momento, nuestro perro será inestable toda su vida. Los seres humanos inconscientemente tratamos los miedos con cariño y palabras de afecto, así creemos que aumentamos su confianza y le damos la seguridad que necesita, sin embargo, estamos reforzando todo lo contrario. Con afecto y diciendo "tranquilo, no pasa nada, estoy a tu lado", lo único que conseguiremos es transmitir que algo está pasando, que debe estar alerta porque nosotros nos comportamos de forma extraña o inusual. Se fomenta entonces ese miedo y a la próxima vez que se encuentre en esa situación tendrá más miedo que antes. Piensa "Mi dueño actúa de manera extraña, está nervioso, etc eso quiere decir que lo que me da miedo es incluso peor de lo que pensaba."
Tras habernos concienciado de la condición de animal de nuestro perro, existen varias pautas que mejoraran la confianza de nuestro amigo.
Lo primero debemos cambiar es nuestro modo de actuar ante las situaciones que le producen miedo o ansiedad. Debemos anticiparnos, cuando veamos que nuestro perro comienza a agachar sus orejas y a meter el rabo entre las patas, actuaremos rápido y lo sacaremos de ese estado. No debemos dejar que se fije en lo que le produce esa sensación, así que en ese momento comenzaremos a correr o nos lo llevaremos a otra habitación a jugar. Debemos convertir ese momento en un premio, en algo divertido.
Pero lo más importante es que no debemos calmarlo hablándole.
Sí estáis en la calle y notáis que se pone en tensión, se sienta, está mirando hacia el suelo, ladra, o evita a alguien que pasa por su lado, etc.. no tenéis que hablarle, ni mirarle, ni hacerle caso. Os paráis, miráis el paisaje.. si va alguien con vosotros habláis, etc. qué el perro note que estáis en todo momento tranquilos. Así se quedará con qué, no tiene por qué tener miedo sí vosotros estáis tranquilos.
Asimismo, debemos tener en cuenta su lenguaje corporal, las orejas agachadas y la cola entre las patas significa miedo; la boca abierta y jadeante es síntoma de tranquilidad; los bostezos significan que esta liberando tensiones; ver a nuestro perro con el lomo erizado significa que está inseguro. Pero qué llegado el momento podría incluso llegar a atacar. Gracias a estas formas de actuar, podremos identificar lo que le pasa en cada momento y así podremos actuar en consecuencia.
En el caso de vuestro perro, que le asustan las personas, debemos ser cuidadosos, evitaremos que la gente le agobie con caricias en la cabeza o en el rabo, o que se acerquen muy bruscamente a él. O le hablen o griten muy efusivamente.
Si alguien quiere tocarlo debe hacerlo por el cuello o el pecho, ya que son las zonas menos amenazadoras para los perros, les hace sentirse más seguros de sí mismos.
Asimismo, si alguien quiere acercarse a él, debe hacerlo sin mirarle a los ojos, dejándole que primero lo huela y preferiblemente dándole la espalda o estando sentado en el suelo. Así, el cachorro percibirá que no quiere acercarse a él para hacerle daño.
Lo mejor es qué, vea a mucha gente, pero que nadie se acerque a tocarlo, aunque tiene miedo al ser un cachorro, seguro que es muy curioso.. sí la gente pasa de él llegará un momento en que cómo tiene curiosidad será él el que se acercará a oler a esa persona.
Tenéis qué tener en cuenta que la inseguridad y el miedo producen mucho estrés en los perros, con lo qué, sí hace mucho ejercicio ejercicio le ayudará a ser más equilibrado y a reducir sus tensiones. No dejéis que se quede parado mucho tiempo en una zona de la casa, o en algún rincón, qué tenga muchos estímulos, se mueva, etc No puede pasar la tarde tirada en el suelo durmiendo.
Por último, y no por ello menos importante, jamás debemos educarlo con métodos de castigos físicos, ya que esto reforzará el miedo y el estrés que siente. En perros con este tipo de problemas todo tiene que ser en positivo: Con premios, caricias, juegos. Lo que veáis que más le motiva.
Pautas para que se acostumbre a ver gente y demás perros y no reaccione ladrando:
Debe aprender a que la demás gente y demás perros no son un peligro. Tenéis que estar tranquilos cuando estéis paseando con él. Así sí ve que los dueños están tranquilos aprende que no debe tener miedo de esa situación y poco a poco aprenderá a relajarse cada vez que vea gente y perros.
Tiene que pasear mucho por lugares dónde haya bastante movimiento. Ni hacer caso de ningún mal gesto que haga. Ni decirle que No. ni su nombre, ni nada.
Debe pasear con correa corta, y siempre al lado o detrás de quien lo esté paseando.
Quien controla el paseo y decide por dónde se pasea, es quien domina las situaciones. Sí vosotros sois quienes controláis la situación no tendrá que decidir si a esa persona que pasa ahora hay que gruñirle porque es una amenaza o no. seréis vosotros los que decidiréis qué se hace en cada momento.
Premiarle mucho cuando pase por su lado alguien y no reaccione mal.
IMPORTANTE avisar a la gente de que no reaccione mal si el perro les ladra. Que no lo miren, ni le hablen, ni le presten ninguna atención cuando él este cerca.
EJERCICIOS:
- Pasear por lugares dónde haya gente u otros animales, llevándolo corto, y no hacer caso si ladra a alguien. Seguir caminando si veis que tiene miedo a alguien. Sólo pareos en el momento en que vaya a pasar un niño (sobre todo si va jugando o moviéndose mucho), que os pondréis a un lado y dejaréis que pasen, premiando si el perro se queda quieto, más efusivamente sí llega a sentarse a mirar cómo pasan.
- Salir con gente que tenga perros equilibrados, con los que podáis soltarlo sabiendo que no le van a hacer daño sí reacciona con miedo.
- Os ponéis en la puerta de un centro comercial, o en un parque que pase mucha gente a pasar un rato. Que vea gente caminando, entrando, saliendo. Y que vea que pasan de él. Premiarle si se queda quieto sin ladrar, si siente curiosidad por la gente (los mira, olfatea el aire) pero no les ladra, y también si logra mantenerse un rato sentado mirando. Cuando esté un par de minutos sentado, sin ladrar a nadie, le decís "muy bien", lo premiáis mucho y os marcháis a casa.
Ladridos: comportamiento territorial - protector
Los ladridos por protección son típicos de perros territoriales. Son perros que se caracterizan por:
- Ladrar en presencia de "intrusos", o de todo aquellos que él considere como intrusos, esto incluye al cartero, niños que pasean cerca, coches, perros o vecinos.
- Su postura cuando ladran es amenazante: pelo erizado, cola levantada, orejas levantadas y hacia delante, .
Pautas y ejercicios:
En estos casos funciona muy bien el enseñarle la orden de "Callado".
Desensibilizarlo a los estímulos que provocan que se ponga a ladrar. Para esto un buen ejercicio es que alguien pasee por la puerta de la casa sin prestarle atención a los ladridos del perro. Cuando el perro se mantenga tranquilo, premiarlo con alguna golosina. (Esto quizá lleve varias sesiones con esa persona pero cada vez aprenderá a permanecer callado más tiempo, y con los demás estímulos que toma como intrusos.)
Os quedáis uno dentro de casa y el otro fuera, en la puerta hablando con algún vecino, no prestar atención al perro, y justo en el momento en que se calle, el que está con él que lo premie.
- Sobre que se siente sólo en el momento en que lo llamáis, o sí ve que lleváis un premio, está bien, para que asocie la orden de Sienta con la acción debéis decirla justo en el momento en que está agachándose para sentarse... en el momento en que deja caer el culo en el suelo le decís Muy bien y le dais un premio en comida. A la de 4 - 5 repeticiones, ya habrá asociado que Sienta es que se quede en esa posición.
Antes de introducir el nombre de una orden para que un perro la asocie, se le pide que haga la acción sin decirle nada... (ayudándole moviendo la mano de una forma determinada, llamándole, etc) y cuando ya sólo haciendo ese gesto se sienta o hace la acción que le pedimos es cuando justo antes de que la haga se le mete el comando... en este caso Sienta. Así qué, si simplemente moviendo la mano, o con un premio se sienta, es perfecto... os ahorráis el paso de enseñarle un gesto para que se siente...
No dudaré en volver a preguntarte si me surge otra cosa, porque me has enseñado un montón de cosas. Te estoy muy agradecida.
Un saludo.
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1 respuesta más de otro experto
Totalmente de acuerdo con la respuesta que te han dado!
Creo que este artículo te puede ayudar:
Adiestramiento canino en Positivo
Solo añadir, que si le das juguetes o premios cuando tu perro tiene un comportamiento no deseado, justamente lo que el perro entiende es que tiene que portarse "mal" para conseguir la recompensa. Es súper importante premiar al perro cuando está haciendo un comportamiento deseado (cuando está tranquilo, cuando no ladra, cuando deja de saltar, cuando deja de ladrar...) y anticiparse al comportamiento que no queremos que haga y distraerle. Por ejemplo, si a tu perro se le acerca otro perro y lo ves inseguro, dale un premio antes de que esté cerca para que vaya asociando que ese perro es bueno (y al principio incluso no tiene porque acercársele si tu perro no está cómodo, ya que puede ser un proceso lento y progresivo, en el que tu cojas y le digas a tu perro "vamos" y os vayáis en dirección contraria). Y sobretodo tienes que conocer y entender a tu perro. Yo leí un libro, que trata de esto que te cuento (en esta tienda que te paso el artículo) y me fue muy bien! Muchas suerte, y tranquila que todo lo que dices tiene solución :)
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