Hola hace 2 años adopte a nika de una protectora, tiene 5 años y es muy buena, hace un año murió mi otra perra mayor de 14 años, desde entonces, padece ansiedad, nos hizo un agujero en casa, llora se rasca las patas, nos toca dejarla encerrada en la cocina cuando nos vamos, pues ha llegado a mearse en el sofá, y hacernos un gran agujero en la pared, según me han contado toda la vida ha convivido con perros, he pensado que seria una posible solución en adoptar a otra perrita, mi marido no esta por la labor ya que tengo un nene de 7 años y un bebe de 8 meses y dos perros son mucho trabajo dice, si esa fuera una posible solución para nika, creo que no se opondría tanto, gracias
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Respuesta de Alejandro Rubio
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Alejandro Rubio, Me llamo Alejandro y soy adiestrador canino profesional, y...
Esa ansiedad de la que hablas, ¿sólo se ha empezado a manifestar a raíz de la muerte de la otra perra? Si es así, es posible que un nuevo compañero pudiera ayudarla a corregirla. Por lo que cuentas, estamos ante un caso de APS (ansiedad por separación), por el que la perra siente terror a quedarse sola. Cuando ello ocurre, pueden producirse tres cosas: que destroce cosas, como dices que hace, que se haga sus necesidades en casa, como también dices que hace, y que vocalice (ladre, llore, aúlle) excesivamente. De esto último no dices nada, pero es posible que lo haga. Si es algo nuevo, si la perra antes de morir su anterior compañera, no hacía estas cosas, es probable (no seguro) que otro perro en casa la ayude a superarlo. Si la presencia de otro compañero/a no funciona, deberías iniciar un tratamiento para la APS. Este tratamiento es doble, por un lado de educación del comportamiento, y por otro farmacológico, para reducir la ansiedad. Esto debe ser supervisado por un etólogo. En el caso de que no mejorara si os decidís a haceros con otro perro, dímelo y podría intentar ayudarte. Intenta también que la perra haga mucho ejercicio, que tenga motivos para estar cansada. Especialmente cuando se vaya a quedar sola. Y haz otra cosa: cuando estéis en casa, no hagáis demasiado caso a la perra, especialmente si ella demanda vuestra atención. Sólo cuando ella esté tranquila, entonces acercaros y prestarle atención. Es una manera de que la perra sea más independiente de vosotros. Y cuando vayáis a salir de casa, desde una hora antes, más o menos, no la hagáis ni caso, como si no existiera. De la misma forma, cuando volváis, entrar como si la perra no existiera, y no le prestéis atención hasta que no haya pasado media hora, más o menos. Es una forma de que la diferencia entre cuando vosotros estáis y cuando no estáis sea menor. Suerte, y para cualquier cosa estoy a vuestra disposición.