Mi novio es un enamorado de su trabajo como abogado y nunca desconecta. Yo quiero más tiempo con él.
Hola astrojordi, mi consulta es la siguiente. Mi novio con el que llevo casi dos años es un enamorado de su trabajo, es abogado y le apasiona, esa siempre ha sido su mayor ilusión y a ello le dedica todo el tiempo. Yo se que me quiere, pero viviendo en la misma ciudad sólo nos vemos los sábados y los domingos ya está preparando cosas del trabajo para el Lunes. Yo estoy muy enamorada pero veo la vida de otro modo, yo también estudié Derecho como él pero necesito otras cosas yo no puedo vivir para trabajar y necesito estar más tiempo con él, realmente es como si no tuviera novio ya que no lo veo nunca, así tengo miedo de que me vaya enfriando y al final todo se acabe por mi parte. El está feliz así haciendo sus cosas por la semana y viéndome ese poco del sábado pero así yo vivo continuamente con la ansiedad de que llegue el sábado como si fuéramos dos novios en la distancia. Yo tampoco lo quiero presionar mucho porque se que está muy cansado y me gustaría que saliese de él esa necesidad de verme, pero la verdad es que no desconecta nunca de su trabajo es que casi no habla de otra cosa, ¿cómo puedo hacer para que me dedique más tiempo? ¿Será qué lleva relativamente poco ejerciendo y tengo que darle más tiempo hasta que se le pase el "subidón" del principio?
1 Respuesta
Respuesta de astrojordi
1
Los psicólogos advierten que, en combinación con cierto tipo de personalidades, lo que comenzó siendo tal vez un simple y comprensible rasgo de ambición profesional, puede terminar derivando en "adicción al trabajo", una enfermedad potencialmente devastadora.
La adicción al trabajo evidencia carencias más profundas y puede derivar en severos trastornos de la personalidad.
De acuerdo con los conceptos modernos de estatus y poder -inspiradores de un buen número de films hollywoodenses, por cierto-, quienes acostumbran permanecer en sus oficinas hasta avanzadas horas de la noche, cuando el resto del personal se ha retirado, suelen ser tenidos por trabajadores esforzados, comprometidos con el bienestar de la empresa, en búsqueda del preciado "éxito profesional".
Lo cierto es que nadie discute que la dedicación al trabajo sea una excelente virtud; pero... ! Cuidado con los excesos!. Los psicólogos advierten que, en combinación con cierto tipo de personalidades, lo que comenzó siendo tal vez un simple y comprensible rasgo de ambición profesional, puede terminar derivando en "adicción al trabajo", una enfermedad potencialmente devastadora, como cualquier otra compulsión.
El problema llega al punto de que algunos especialistas describen el mal como "un intento de suicidio particularmente silencioso", más peligroso si se quiere que otras adicciones, porque es "socialmente estimulado", al extremo que ha sido también llamado "el dolor que otros aplauden".
"El adicto al trabajo percibe señales internas de que algo anda mal; pero, mientras esto le ocurre, recibe también señales igualmente poderosas de parte de la sociedad, que aprueban su conducta" -dice la psicóloga Lilian Rappoport.
Por supuesto, que no todas las personas que trabajan muchas horas son enfermos. Los adictos al trabajo -o "workaholic", como se les conoce en inglés-, exhiben algunos síntomas característicos, tales como la necesidad creciente de trabajar, en "dosis" cada vez mayores; la preocupación constante por el propio rendimiento -que debe ser siempre el máximo-; la permanente sensación de estar apurados; y lo que es quizá más dramático, el aislamiento progresivo de su entorno social y familiar.
"Los adictos al trabajo dicen que se sienten felices, cuando concluyen sus tareas. La trampa está, en que el trabajo nunca termina, porque siempre hay una excusa adecuada para reanudarlo", señala Rappoport.
Como los alcohólicos y drogadictos, a los workaholic no les cuesta mucho dar explicaciones, que justifiquen su adicción: la necesidad de dinero es la primera; pero, además, están el propio convencimiento de estar haciéndolo "por el bienestar futuro", propio o de la familia; el intento de aprovechar "una oportunidad única"; la idea de que se trata de un situación pasajera ("es sólo por ahora"); "entre otras argumentaciones que borronean algunas carencias más profundas, que están en la base de toda adicción" -escribe la psiquiatra Mabel Burín.
Aunque no todos las personas son iguales, los adictos al trabajo presentan ciertos rasgos de personalidad característicos:
1) Adicciones Múltiples: "Ningún adicto tiene una sola adicción" -dicen los expertos-. De allí que la adicción al trabajo, suela estar acompañado de otras compulsiones más o menos reconocibles, como la de complacer siempre a los demás.
2) Negación: Una característica esencial de las adicciones, es la negación. Y, en el caso concreto de los adictos al trabajo, esta condición es bastante más compleja, puesto que dada la complacencia social que su conducta tiene sobre los demás, al enfermo se le hace mucho más difícil aceptar su debilidad.
3) Autoestima Desbalanceada: Los personas que sufren de adicción al trabajo, tienden a menospreciarse o sobrevalorarse a sí mismos. Les cuesta aceptarse realmente como son y hacen constantemente esfuerzos por rendir más de lo que humanamente podrían. "Es, precisamente por estar convencidos de que los demás no pueden aceptarlos como son, que están siempre tratando de aumentar sus logros", apunta Rappoport.
4) Incapacidad para Relajarse: Para sentirse bien, los adictos al trabajo requieren grandes descargas de adrenalina; de ahí que siempre tengan una larga lista de cosas pendientes, debido a que el trabajo es su gatillo -situación que desencadena la conducta adictiva, y que puede estar representada en estos casos por la necesidad de jugar un rol clave, de gustarle a los demás, o de no quedar excluido del poder-.
Estudios recientes, realizados en la Universidad de Nueva York, establecen que cada empresa con 100 empleados en Estados Unidos, tiene, por lo menos, 7 casos de adicción al trabajo grave. "Son millones de personas afectadas; pero, especialmente, existen diversas ocupaciones que generan mayores propensiones. Por supuesto, la gerencia empresarial tiene una parte importante del problemas, pero los más afectados suelen ser médicos, periodistas, empleados del área de seguridad y oficinistas. Un punto importante es que, en los últimos tres años, el trabajo extraordinario ha crecido en más de 30% en sectores como los servicios, la tecnología de información, e-business y la banca, entre otros, como resultado de las reestructuraciones que las empresas de estas áreas han sufrido recientemente", advierte el estudio.
Como verás esta situación tuya, que quizás no se encuentra en una fase grave, es digna de consideración y por tanto deberías concienciar a tu esposo para que tomará alguna tipo de medidas con tu ayuda, antes de que sea tarde. Debo pedirte que luches, que utilices todos los argumentos necesarios e incluso recurras a la visita personal de un especialista para que te diga que debes hacer. Te juegas tú felicidad y la de él. No sé si tienes hijos, en este caso no los utilices como bálsamo de tus faltas de amor. Puedes también escribir un breve diario poniendo todo aquello que te gustaría que fuera y no es. Dejalo que lo lea cada semana. ¡Debes despertarlo! ¡Ayudarlo! Ahora estas a tiempo. Cuando desees ponte en contacto conmigo e intentaré ayudarte en esta situación. Un beso.
La adicción al trabajo evidencia carencias más profundas y puede derivar en severos trastornos de la personalidad.
De acuerdo con los conceptos modernos de estatus y poder -inspiradores de un buen número de films hollywoodenses, por cierto-, quienes acostumbran permanecer en sus oficinas hasta avanzadas horas de la noche, cuando el resto del personal se ha retirado, suelen ser tenidos por trabajadores esforzados, comprometidos con el bienestar de la empresa, en búsqueda del preciado "éxito profesional".
Lo cierto es que nadie discute que la dedicación al trabajo sea una excelente virtud; pero... ! Cuidado con los excesos!. Los psicólogos advierten que, en combinación con cierto tipo de personalidades, lo que comenzó siendo tal vez un simple y comprensible rasgo de ambición profesional, puede terminar derivando en "adicción al trabajo", una enfermedad potencialmente devastadora, como cualquier otra compulsión.
El problema llega al punto de que algunos especialistas describen el mal como "un intento de suicidio particularmente silencioso", más peligroso si se quiere que otras adicciones, porque es "socialmente estimulado", al extremo que ha sido también llamado "el dolor que otros aplauden".
"El adicto al trabajo percibe señales internas de que algo anda mal; pero, mientras esto le ocurre, recibe también señales igualmente poderosas de parte de la sociedad, que aprueban su conducta" -dice la psicóloga Lilian Rappoport.
Por supuesto, que no todas las personas que trabajan muchas horas son enfermos. Los adictos al trabajo -o "workaholic", como se les conoce en inglés-, exhiben algunos síntomas característicos, tales como la necesidad creciente de trabajar, en "dosis" cada vez mayores; la preocupación constante por el propio rendimiento -que debe ser siempre el máximo-; la permanente sensación de estar apurados; y lo que es quizá más dramático, el aislamiento progresivo de su entorno social y familiar.
"Los adictos al trabajo dicen que se sienten felices, cuando concluyen sus tareas. La trampa está, en que el trabajo nunca termina, porque siempre hay una excusa adecuada para reanudarlo", señala Rappoport.
Como los alcohólicos y drogadictos, a los workaholic no les cuesta mucho dar explicaciones, que justifiquen su adicción: la necesidad de dinero es la primera; pero, además, están el propio convencimiento de estar haciéndolo "por el bienestar futuro", propio o de la familia; el intento de aprovechar "una oportunidad única"; la idea de que se trata de un situación pasajera ("es sólo por ahora"); "entre otras argumentaciones que borronean algunas carencias más profundas, que están en la base de toda adicción" -escribe la psiquiatra Mabel Burín.
Aunque no todos las personas son iguales, los adictos al trabajo presentan ciertos rasgos de personalidad característicos:
1) Adicciones Múltiples: "Ningún adicto tiene una sola adicción" -dicen los expertos-. De allí que la adicción al trabajo, suela estar acompañado de otras compulsiones más o menos reconocibles, como la de complacer siempre a los demás.
2) Negación: Una característica esencial de las adicciones, es la negación. Y, en el caso concreto de los adictos al trabajo, esta condición es bastante más compleja, puesto que dada la complacencia social que su conducta tiene sobre los demás, al enfermo se le hace mucho más difícil aceptar su debilidad.
3) Autoestima Desbalanceada: Los personas que sufren de adicción al trabajo, tienden a menospreciarse o sobrevalorarse a sí mismos. Les cuesta aceptarse realmente como son y hacen constantemente esfuerzos por rendir más de lo que humanamente podrían. "Es, precisamente por estar convencidos de que los demás no pueden aceptarlos como son, que están siempre tratando de aumentar sus logros", apunta Rappoport.
4) Incapacidad para Relajarse: Para sentirse bien, los adictos al trabajo requieren grandes descargas de adrenalina; de ahí que siempre tengan una larga lista de cosas pendientes, debido a que el trabajo es su gatillo -situación que desencadena la conducta adictiva, y que puede estar representada en estos casos por la necesidad de jugar un rol clave, de gustarle a los demás, o de no quedar excluido del poder-.
Estudios recientes, realizados en la Universidad de Nueva York, establecen que cada empresa con 100 empleados en Estados Unidos, tiene, por lo menos, 7 casos de adicción al trabajo grave. "Son millones de personas afectadas; pero, especialmente, existen diversas ocupaciones que generan mayores propensiones. Por supuesto, la gerencia empresarial tiene una parte importante del problemas, pero los más afectados suelen ser médicos, periodistas, empleados del área de seguridad y oficinistas. Un punto importante es que, en los últimos tres años, el trabajo extraordinario ha crecido en más de 30% en sectores como los servicios, la tecnología de información, e-business y la banca, entre otros, como resultado de las reestructuraciones que las empresas de estas áreas han sufrido recientemente", advierte el estudio.
Como verás esta situación tuya, que quizás no se encuentra en una fase grave, es digna de consideración y por tanto deberías concienciar a tu esposo para que tomará alguna tipo de medidas con tu ayuda, antes de que sea tarde. Debo pedirte que luches, que utilices todos los argumentos necesarios e incluso recurras a la visita personal de un especialista para que te diga que debes hacer. Te juegas tú felicidad y la de él. No sé si tienes hijos, en este caso no los utilices como bálsamo de tus faltas de amor. Puedes también escribir un breve diario poniendo todo aquello que te gustaría que fuera y no es. Dejalo que lo lea cada semana. ¡Debes despertarlo! ¡Ayudarlo! Ahora estas a tiempo. Cuando desees ponte en contacto conmigo e intentaré ayudarte en esta situación. Un beso.
