La familia de mi pareja no me acepta
Hola, virgi2. El motivo de mi consulta es la siguiente. Te sitúo:
Tengo 42 años, divorciada, y una hija de 16. Hace casi año y medio comencé una relación con un hombre casado de 45. Somos del mismo pueblo, una aldea pequeña de poco más de 30 habitantes donde ahora pasamos los fines de semana, y nos conocemos desde niños. Siempre fuimos fantásticos amigos y entre nosotros siempre hubo un feeling especial, pero nunca, ni siquiera de adolescentes había ocurrido nada entre nosotros. Hasta el año pasado que ocurrió. La relación enseguida se nos escapó de las manos dando paso a unos sentimientos más profundos. Sufrimos y luchamos todo lo que pudimos contra ello, apartándonos, no hablándonos, pero la ilusión por pasar un futuro juntos nos fue ganando poco a poco hasta...
Hace tres meses me quedé embarazada. Nos aterrorizamos. El ya tenía previsto separarse, emanciparse y una vez sólo seguir trabajando en nuestra relación, pero el embarazo daba un giro radical a nuestros planes. Hablamos mucho de ello. El aborto se descartó de inmediato y yo planteé asumir la responsabilidad sola. Pero él quería asumirla conmigo. No habíamos tenido tiempo de hablar ni del cómo, cuando una tarde, durante una de tantas discusiones con su mujer, le confesó que esta conmigo y se fue a casa de sus padres, en el pueblo.
Y estalló la bomba! Sus padres y sus hermanos pusieron el grito en el cielo y me acusaron de todo menos de bonita. Tenemos familia en común por lazos matrimoniales y a mí me expulsaron directamente: primero me insultaron, llamándome de todo, y desde entonces el vacío más absoluto. No existo, estoy muerta para ellos... Sus padres se posicionaron de parte de su mujer y ni un sólo día dejaron de exigirle que volviera a casa. Hasta que le dieron un ultimátum o ellos o yo, por lo que 15 días después de dejar su casa, terminó en la mía...
Agosto y lo que llevamos de septiembre ha sido un auténtico infierno. A mi hija y a mí nos excluyeron totalmente de la familia y a él siguieron machacándole, cuando no ignorándole, mientras inventaban contra mí todo tipo de injurias y calumnias. Pero fuimos fuertes y aguantamos apoyándonos el uno en el otro, hasta que hace unos quince días su hijo mayor, que tiene 18 años, le dijo que o me dejaba o él mismo se encargaba de hacerme desaparecer.
Era y es una amenaza real, que ha vuelto realmente loco a su padre y que por primera vez ha creado una desavenencia entre nosotros. Mi postura era no caer en el chantaje emocional y tratar que el tiempo, la tolerancia y el diálogo aplacara la situación, pero él claudicó y aceptó nuestra separación... Desde entonces yo no he vuelto por el pueblo, él continúa en mi casa mientras busca un lugar donde vivir y la única vez que nos hemos visto fue el pasado miércoles, que vino a Madrid para acompañarme a una ecografía previa a una amniocentesis (me deja, pero desea asumir su responsabilidad como padre).
Sin embargo, el puro hecho de acompañarme al médico ha vuelto a desatar la ira de su familia. Su madre, una señora muy mayor, le acusa de engañarlos y seguir conmigo porque rechaza el volver a su casa, el hijo vuelve a acusarle de hacer lo que le da la gana, de mí han vuelto a inventar otra aberración, etc., etc.
Y él ya no aguanta más. Se hunde y se rinde, llegando incluso a pensar que lo nuestro incluso ha sido un espejismo, que a lo mejor era prudente volver con su mujer y sus hijos a casa, etc. Siempre ha sido un escéptico de la vida y ni el amor que siente por mí ni el hijo que espera, le compensa de tanto sufrimiento.
Y yo no sé qué hacer. Por teléfono le he rogado que no se rinda, que pelee por su libertad y por su vida desde la tolerancia y el diálogo, pero mis palabras parecen haber perdido peso para él, precisamente porque está achacando todo este sufrimiento a su relación conmigo, osea, a mí.
Francamente, estoy hundida y ni mi embarazo ni mi hija son ya una motivación en el día a día. No sé cómo sostener más a este hombre ni a mi misma.
Gracias, por tu paciencia. Espero tu respuesta sincera.
Tengo 42 años, divorciada, y una hija de 16. Hace casi año y medio comencé una relación con un hombre casado de 45. Somos del mismo pueblo, una aldea pequeña de poco más de 30 habitantes donde ahora pasamos los fines de semana, y nos conocemos desde niños. Siempre fuimos fantásticos amigos y entre nosotros siempre hubo un feeling especial, pero nunca, ni siquiera de adolescentes había ocurrido nada entre nosotros. Hasta el año pasado que ocurrió. La relación enseguida se nos escapó de las manos dando paso a unos sentimientos más profundos. Sufrimos y luchamos todo lo que pudimos contra ello, apartándonos, no hablándonos, pero la ilusión por pasar un futuro juntos nos fue ganando poco a poco hasta...
Hace tres meses me quedé embarazada. Nos aterrorizamos. El ya tenía previsto separarse, emanciparse y una vez sólo seguir trabajando en nuestra relación, pero el embarazo daba un giro radical a nuestros planes. Hablamos mucho de ello. El aborto se descartó de inmediato y yo planteé asumir la responsabilidad sola. Pero él quería asumirla conmigo. No habíamos tenido tiempo de hablar ni del cómo, cuando una tarde, durante una de tantas discusiones con su mujer, le confesó que esta conmigo y se fue a casa de sus padres, en el pueblo.
Y estalló la bomba! Sus padres y sus hermanos pusieron el grito en el cielo y me acusaron de todo menos de bonita. Tenemos familia en común por lazos matrimoniales y a mí me expulsaron directamente: primero me insultaron, llamándome de todo, y desde entonces el vacío más absoluto. No existo, estoy muerta para ellos... Sus padres se posicionaron de parte de su mujer y ni un sólo día dejaron de exigirle que volviera a casa. Hasta que le dieron un ultimátum o ellos o yo, por lo que 15 días después de dejar su casa, terminó en la mía...
Agosto y lo que llevamos de septiembre ha sido un auténtico infierno. A mi hija y a mí nos excluyeron totalmente de la familia y a él siguieron machacándole, cuando no ignorándole, mientras inventaban contra mí todo tipo de injurias y calumnias. Pero fuimos fuertes y aguantamos apoyándonos el uno en el otro, hasta que hace unos quince días su hijo mayor, que tiene 18 años, le dijo que o me dejaba o él mismo se encargaba de hacerme desaparecer.
Era y es una amenaza real, que ha vuelto realmente loco a su padre y que por primera vez ha creado una desavenencia entre nosotros. Mi postura era no caer en el chantaje emocional y tratar que el tiempo, la tolerancia y el diálogo aplacara la situación, pero él claudicó y aceptó nuestra separación... Desde entonces yo no he vuelto por el pueblo, él continúa en mi casa mientras busca un lugar donde vivir y la única vez que nos hemos visto fue el pasado miércoles, que vino a Madrid para acompañarme a una ecografía previa a una amniocentesis (me deja, pero desea asumir su responsabilidad como padre).
Sin embargo, el puro hecho de acompañarme al médico ha vuelto a desatar la ira de su familia. Su madre, una señora muy mayor, le acusa de engañarlos y seguir conmigo porque rechaza el volver a su casa, el hijo vuelve a acusarle de hacer lo que le da la gana, de mí han vuelto a inventar otra aberración, etc., etc.
Y él ya no aguanta más. Se hunde y se rinde, llegando incluso a pensar que lo nuestro incluso ha sido un espejismo, que a lo mejor era prudente volver con su mujer y sus hijos a casa, etc. Siempre ha sido un escéptico de la vida y ni el amor que siente por mí ni el hijo que espera, le compensa de tanto sufrimiento.
Y yo no sé qué hacer. Por teléfono le he rogado que no se rinda, que pelee por su libertad y por su vida desde la tolerancia y el diálogo, pero mis palabras parecen haber perdido peso para él, precisamente porque está achacando todo este sufrimiento a su relación conmigo, osea, a mí.
Francamente, estoy hundida y ni mi embarazo ni mi hija son ya una motivación en el día a día. No sé cómo sostener más a este hombre ni a mi misma.
Gracias, por tu paciencia. Espero tu respuesta sincera.
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Respuesta de virgi2
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