Problemas a causa de su trabajo
Ante todo, gracias de antemano por tu tiempo. Lo cierto es que no sé si sabré explicar exactamente mi problema, pero lo intentaré.
Llevo 6 años y medio con mi pareja. Hace tres años él cambió de trabajo. Empezó como autónomo y desde entonces lleva un bar junto a su madre. Es un trabajo muy esclavo, como la mayoría de autónomos, supongo. Solo libra un día a la semana (los martes) y el resto de días pasa 10 o 12h en el bar... Al principio lo llevé muy mal. Yo libro los fines de semanas y me sentaba fatal que fuera precisamente cuando él tenía más trabajo. Nos pasamos muchas tardes de sábado y domingo (sobretodo en invierno, si hay fútbol) ahí, en el bar. Pero no es solo el hecho de que podamos vernos menos lo que me molesta, y es ahí donde no sé muy bien como explicar lo que siento: estar en el bar me hace sentir culpable. Es el típico negocio donde se espera que tu pareja te eche una mano. Siento que debería servir copas a su lado. Pero no lo hago. No por pereza. Por vergüenza. Es raro, lo sé, pero me siento una inútil como camarera. Me parece que voy a derramarlo todo, que la gente me mira (y odio ser el centro de atención). Así pues me limito a ayudar cuando es indispensable, y solo me pongo manos a la obra cuando van a cerrar, entonces limpio y retiro vasos como la que más, cuando ya no hay nadie.
Ahora hace 5 meses que vivimos juntos y no es como yo soñaba. Yo trabajo menos horas y, por tanto, hago la gran mayoría de los trabajos en casa. Pero siento que él no lo reconoce y escribir esto me duele, porque me siento como una mujer de 50 años que lleva 30 casada y acumulando resentimiento. ¡Y solo hace 5 meses!
Ahora son las fiestas del pueblo donde él tiene el bar. Tiene muchísimo trabajo. Apenas duerme unas 5h al día. Yo no me he acercado ni un día a verlo o a ayudarlo. Ayer me lo echó en cara y mi sentimiento de culpabilidad se disparó. Me dijo que no le había ayudado en nada. (¿Cuenta el hecho de que esta semana yo lo haya hecho TODO en casa para que pudiera descansar a su vuelta? O quizá era lo mínimo, teniendo en cuenta el montón de horas que ha trabajado...). Me dijo que este sábado podría ir a ayudarle y que quizá no pudiéramos salir a cenar como habíamos previsto. Me sentó fatal pero le dije que iría. El problema es que no paro de darle vueltas, a veces culpable, a veces furiosa. Siento que volvemos a empezar, a discutir, a acumular rabia. Siento que no soy la novia que él querría: la mayoría de personas disfrutan de estar detrás de una barra (mi hermana, mis amigas...). Pero yo no. Me siento tonta, fuera de sitio y lo odio, y odio que él espere que lo haga. A la vez me siento egoísta, muy egoísta.
No sé qué hacer para acercar posiciones, para yo no sentirme mal y para que él tampoco lo viva mal. Lo hemos intentado muchas veces, pero después de unos meses de tregua siempre volvemos al mismo sitio: él esperando que vaya al bar y yo odiando cada minuto que estoy allí.
Supongo que he sido algo caótica y no sé si se me ha entendido muy bien... Gracias igualmente. Un saludo!
Llevo 6 años y medio con mi pareja. Hace tres años él cambió de trabajo. Empezó como autónomo y desde entonces lleva un bar junto a su madre. Es un trabajo muy esclavo, como la mayoría de autónomos, supongo. Solo libra un día a la semana (los martes) y el resto de días pasa 10 o 12h en el bar... Al principio lo llevé muy mal. Yo libro los fines de semanas y me sentaba fatal que fuera precisamente cuando él tenía más trabajo. Nos pasamos muchas tardes de sábado y domingo (sobretodo en invierno, si hay fútbol) ahí, en el bar. Pero no es solo el hecho de que podamos vernos menos lo que me molesta, y es ahí donde no sé muy bien como explicar lo que siento: estar en el bar me hace sentir culpable. Es el típico negocio donde se espera que tu pareja te eche una mano. Siento que debería servir copas a su lado. Pero no lo hago. No por pereza. Por vergüenza. Es raro, lo sé, pero me siento una inútil como camarera. Me parece que voy a derramarlo todo, que la gente me mira (y odio ser el centro de atención). Así pues me limito a ayudar cuando es indispensable, y solo me pongo manos a la obra cuando van a cerrar, entonces limpio y retiro vasos como la que más, cuando ya no hay nadie.
Ahora hace 5 meses que vivimos juntos y no es como yo soñaba. Yo trabajo menos horas y, por tanto, hago la gran mayoría de los trabajos en casa. Pero siento que él no lo reconoce y escribir esto me duele, porque me siento como una mujer de 50 años que lleva 30 casada y acumulando resentimiento. ¡Y solo hace 5 meses!
Ahora son las fiestas del pueblo donde él tiene el bar. Tiene muchísimo trabajo. Apenas duerme unas 5h al día. Yo no me he acercado ni un día a verlo o a ayudarlo. Ayer me lo echó en cara y mi sentimiento de culpabilidad se disparó. Me dijo que no le había ayudado en nada. (¿Cuenta el hecho de que esta semana yo lo haya hecho TODO en casa para que pudiera descansar a su vuelta? O quizá era lo mínimo, teniendo en cuenta el montón de horas que ha trabajado...). Me dijo que este sábado podría ir a ayudarle y que quizá no pudiéramos salir a cenar como habíamos previsto. Me sentó fatal pero le dije que iría. El problema es que no paro de darle vueltas, a veces culpable, a veces furiosa. Siento que volvemos a empezar, a discutir, a acumular rabia. Siento que no soy la novia que él querría: la mayoría de personas disfrutan de estar detrás de una barra (mi hermana, mis amigas...). Pero yo no. Me siento tonta, fuera de sitio y lo odio, y odio que él espere que lo haga. A la vez me siento egoísta, muy egoísta.
No sé qué hacer para acercar posiciones, para yo no sentirme mal y para que él tampoco lo viva mal. Lo hemos intentado muchas veces, pero después de unos meses de tregua siempre volvemos al mismo sitio: él esperando que vaya al bar y yo odiando cada minuto que estoy allí.
Supongo que he sido algo caótica y no sé si se me ha entendido muy bien... Gracias igualmente. Un saludo!
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Respuesta de verdemar
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