Niño de 3 años con anemia

Soy una madre de 30 años y tengo un hijo de 3 años quien fue muy anhelado ya que por 4 años lo estuve buscando, es mi angel pero resulta que no come y en el jardín le dio anemia y es la segunda vez : en la primera era comienzos de anemia, estoy preocupada por que me toca presionarko para que coma, e inventar historias utilixar diferentes medios, no se si es psicológico esa actitud de el me preocupa pues yo necesito trabajar y solo conmigo come
deseo saber que puedo hacer si esta bien presionarlo o que otra técnica realizar. Aparte de eso estoy siendo agresiva pues lo estado gritando fuerte ya que es muy inquieto y en ocasiones lepego palmadas en la cola, el aun habla a media lengua es normal.
Siento que me esta quedando grande la educación de el, es mi tesoro y no quiero dañarlo deseo saber como canalizar esa agresividad mía y como manejar esas pataletas y la hiperactividad
Gracias y xpor favor dame un buen consejo
JENNY
Respuesta
1
Perdona por la tardanza. Por un lado, hay que tener mucha paciencia con los menores para que coman, porque no se puede razonar con ellos tan bien como con la gente adulta. Y es muy fácil perder los nervios. Es fundamental que le hables con dulzura, y cuando quieras regañarle, seas firme y dura, sin alzar demasiado la voz. Si constantemente le chillas, llegará un momento en el que él se acostumbre y esos gritos dejen de tener efecto. Es bastante mejor un grito a tiempo que muchos a destiempo. Y por otro lado, para resolver el tema de la comida con el niño, lo más efectivo es apuntarles al comedor del jardúin de infancia, puesto que si él ve comer a otros niños de forma autónoma, acabará también haciéndolo por imitación, y como forma de meterse dentro de su grupo de iguales.
En cuanto a tu agresividad, como manifiestas, lo mejor será que aprendas a relajarte, a dar un gran suspiro cuando la situación te sobrepase, y sobre todo, a probar a hacerlo sin chillas, sino explicándole la importancia de una buena alimentación para su crecimiento. Y cuando coma, aunque sea un poquito, prémiale: dale de postre algo que le guste, o hazle ver qué pasará si come. Por ejemplo: cuando termines de comer, nos vamos a ir al parque a dar una vuelta con la bici. Él verá las consecuencias de sus actos si hace lo que se le pide (comer) y es más fácil que cambie su comportamiento.
Mucho ánimo.

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