Comenzar Filología Hispánica con veintitantos...

Mi nombre es Beatriz. El consejo que voy a pedirte, no sé si también se lo pediré a alguien licenciado en psicología porque, desde luego, mi cabeza es un desastre.
Verás, yo comencé a estudiar Veterinaria de una manera puramente vocacional, y de hecho la carrera me gusta, pero es difícil, tengo 23 años y todavía estoy entre tercero y cuarto de carrera, así que supongo que me falta echarle este año y uno o dos más. El caso es que me gusta, pero ya no tengo esa vocación tan grande con la que empecé. Por otra parte, desde pequeña me gustó mucho escribir, se me daba bien, y las letras se me daban infinitamente mejor que las ciencias, era buena en ese campo. Sin embargo, me encantaban los animales y decidí estudiar veterinaria por eso, por mi amor a ellos, cuando además veía que era una carrera con más salidas.
Ahora el problema es que me veo con 23 años, y cada vez siento más fuerte la punzada de la literatura. Escribo poesía, de hecho, pierdo horas de estudio porque no puedo evitar escribir, y pienso que me encantaría empaparme de literatura de una manera más profunda que como una afición. Tanto es así que me estoy planteando dejar veterinaria y comenzar filología hispánica el año que viene (ya tendría 24 años), ya con el grado que son 4 años, pero me da vértigo sólo de pensarlo, pienso que es una auténtica locura.
Ya que tú eres filólogo, agradecería que me dijeras si es posible, al acabar la carrera, dedicarse a ese mismo campo o, si por el contrario, es cierto que no tiene salidas. Si la hiciera, ya que cuento con la desventaja de mi edad, por supuesto intentaría destacar, y también dedicarme más a escribir.
En fin.

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En verdad resulta complicado aconsejarte, porque son muchos los elementos que hay que sopesar a la hora de dar ese paso.
Ser filólogo es algo que requiere mucho estudio y esfuerzo, al igual que ocurre con otras carreras. Hay asignaturas maravillosas en las que se disfruta de la poesía (esas te encantarían), pero también hay otras muy técnicas (lingüística, fonética, dialectología, gramática...) y otras también muy voluminosas y que no son, tal vez, tan atractivas (latín, historias de las literaturas...).
Respecto a las salidas la verdad que es muy complicado. El filólogo es un humanista, y como tal está formado para la investigación y la docencia. Generalmente los filólogos acabamos dando clase en institutos o universidades y haciendo, cada uno en su campo, pequeños (o grandes) trabajos de investigación. Para la investigación debes ser muy brillante para poder optar a becas, para la docencia también hay que ser brillante y tenaz, superar unas oposiciones o encontrar un hueco en un centro privado.
No sabemos cómo estará el mercado laboral dentro de cuatro o cinco años, pero yo te aconsejaría lo siguiente:
Termina tu carrera, para rentabilizar el esfuerzo y el tiempo invertidos. Cuando la termines puedes compaginar un trabajo como veterinaria con hacer filología hispánica (no sé donde vives, en algunos cursos las clases son por la tarde, y está la UNED). La poesía es algo que siempre podrá ir contigo. Me parece genial que quieras formarte más en ese campo, pero creo que, para tu futuro laboral, será más interesante que termines ahora lo que tienes a medio, antes de embarcarte en otro proyecto. Verás que luego habrá tiempo de estudiar otras cosas.

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