Reforma de la Iglesia Católica

Desconozco la respuesta dada por el mrnlópez. Habla usted de la reforma católica ¿se trata de las ideas de algunos movimientos actuales o la del siglo XVI emprendida por San Francisco de Asís, ¿Cuál?.
En cuanto a la supina ignorancia que usted atribuye a los historiadores, he de decirle que desde el P.V. de la Historiografía profesional las creencias, doctrinas, moralidad y educación religiosa son aspectos subjetivos factibles de ser interpretados de diferentes formas. La Objetividad y neutralidad de los historiadores no acepta estos planteamientos subjetivos como válidos.
Como Cristiano de base, con algunos conocimientos teológicos le digo que en cualquier caso la reforma católica no pone en entredicho la misión, ni los concilios, ni los mensajes del papa Juan Pablo II. Todos estos aspectos son aceptados, aunque no necesariamente admitidos por todos los cristianos.
La misión se basa en el Reino de Dios: Paz, Amor y Justicia para todos. Estos principios se basan en:Amar y transmitir amor, Ser pacifico y transmitir la paz, Ser justo con uno mismo y con los demás. Todo lo demás es secundario. Cualquier reforma que se haga va a ir en esta dirección. Muchos apuestan por no aceptar los dogmas. Muchos buscan un cristianismo abierto de mente y eficaz en su practica diaria.
Los concilios son asambleas de "pilares", presbíteros U obispos donde se tratan diversos temas, no solo doctrinales, sino también organizativos e incluso asuntos temporales. En origen los principios concilios eran representativos de las comunidades que elegían a su representante en el concilio. Con el tiempo se restringió el acceso a personas consagradas para finalmente admitir únicamente a los Obispos. Las nuevas reformas deberán democratizar los concilios y la estructura de la Iglesia en General.
El vaticano II puso las bases de una nueva organización basada en la colegiación de Obispos, en un acercamiento de la jerarquía a los problemas reales de la gente, un espíritu evangélico y sobre todo una disposición a ayudar al necesitado.
Estos planteamientos del "papa bueno" (Juan XXIII)se han cumplido en parte, en muchos casos los propios pontífices y obispos han hecho dejadez de ese espíritu evangélico y han abrazado causas tan poco cristianas como el enriquecimiento de la jerarquía, la política, la marginación de cuestiones importantes para la sociedad de hoy como son los derechos humanos, la libertad sexual, los medios anticonceptivos para evitar la pandemia del SIDA, el apoyo a guerras y sistemas dictatoriales, etc.
El papa Juan pablo II fue un papa que actuó en un principio como continuador de PAblo VI, pero en poco tiempo y guiado por el OPUS DEI y los KIKOS se volvió más conservador acabando sus días en posiciones ultraconservadoras y promoviendo escándalos y dando una imagen pública de la Iglesia lamentable.
El nuevo papa aún no h actuado, pero creo que sigue la misma línea del anterior.
En mi país, España, la Iglesia ha regresado a posiciones de la época de la dictadura. A posiciones ultraconservadoras tanto en sus planteamientos doctrinales como "políticos", aliándose con el partido conservador (Partido popular).
En España hay una gran división entre cristianos "neocons y progresistas". Hasta tal punto que muchos hablan de promover un cisma. En Roma están preocupados por que la "católica españa" está dejando de serlo. La Iglesia Española está en crisis y con difícil solución.
Querido amigo los extremos nunca fueron buenos, la democracia y la moderación están en la base de cualquier reforma que se precie.
En todo caso las ideas reformistas que ya se plantean desde varios sectores de la Iglesia, van más en la línea de reorganizar la Iglesia, como entidad o isntitución, modernizarla, eliminar restos de la edad media que aún perduran, analizar el papel del Papa en el mundo actual y buscar la representación del "pueblo de Dios" mediante sistemas democráticos.
Acabar con la teocracia actual, permitir la crítica constructiva, permitir la libertad de expresión y opinión, acabar con las censuras y restricciones, incluir la participación de los feligreses en los asuntos de la iglesia y en los debates doctrinales o teológicos. Evidentemente es necesario y yo diría urgente, buscar un mejor modelo para su economía y financiación que el actual.
Cualquier reforma es buena, la Iglesia lo ha hecho anteriormente en varias ocasiones. El Vaticano II puso las bases, ahora hay que dar un nuevo paso.
Espero que mis comentarios y opiniones le sea de utilidad.