Mi novio cree que no lo quiero y quisiera demostrarsel

Mi novio el día de hoy me hizo estos cuestionamientos y me saco mucha de onda, dice que porque desde enero hasta fecha fui mala y egoísta con la persona que me quiere o al menos eso intentaba hacer, también, me dice que porque he tardado en abrirme y en demostrar cuanto lo quiero, siendo que el me pedía gritos, y aveces con inidrectas ese afecto y que porque siempre el tenia ek tomar la iniciativa en los temas y demás, ademas un tema que no me parece siempre me pogo emo y no es hasta que el se enoja y me digo cosas hirientes, es cuando tomo conciencia, ademas porque nunca he pensado en mi pareja en las necesidades que pueda tener en el ambiente sexual y pensar que es lo que podría querer, llevamos un año de relación, soy detallista le he regalado muchas cosas, solo queno soy cariñosa y en el sexo nunca participo, de hecho el siempre hace todo

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Me parece que debes evaluar tus afectos y que tan segura te sientes de esa relación. Si es que estas sólo por sentir compañía o por estar enamorada.
En una relación, suelen haber desigualdades en cuanto a "quien quiere más" o "quien da más" eso es usual; pero lo ideal es que siempre se trate de ir a la par, no como una imposición o un deber, sino por la libertad y el gusto de compartir con quien se quiere.
Cada uno tiene su modo de enfrentar un vinculo, no todos se abren al amor de la misma manera. En esto tiene mucho que ver el concepto que tenemos de las relaciones y nuestro miedos frentes a ellas. Igualmente, en el aspecto sexual no estas obligada a hacer algo que no deseas, si no es tu tiempo es año que el deberá aprender a respetar si es qie quiere estar contigo.
Es común eso que mencionas, muchas veces suelen haber presiones sutiles y chantajes emocionales con el fin de conseguir sexo aun dentro de la relación. Insisto en algo, una relación es nuestra libertad de elegir y compartir con quien nosotros queremos y en el momento en el que nos sintamos preparados, una relación no debe ser por ningún modo una imposición o un deber, porque eso poco a poco la deteriora.
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Aa tu problema es eso, mira si ya tiene relaciones no puedes jugar a la muñeka, tienes que participar igual tu, si no es lo mismo que nada . y no solo de esa manera se demuestra el amor si no en tus propiar acitudes, aveces uno toma como que no son importantes pero decir te amo o muchas cosas lindas eso significa mucho . animo el te necesita. Cuidate
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Entiendo que te preocupe que él no se sienta querido, pero si te he entendido bien, su queja es que hayas tardado tiempo en demostráselo, así que creo que ahora sí le llega tu cariño. No todos somos iguales, hay persona que necesitan un poco más de etiempo en abrirse y sentirse cómodas en su relación de pareja.
Si ahora es cuando empiezas a sentirte más en confianza con él empezarás a demostrarle lo que sientes, no puedes cambiar el pasado pero si lo que ehagas de ahora en adelante. En cuanto al aspecto sexual, trata de planterte por qué no llevas la iniciativa, si por vergüenza, por miedo a hacerlo mal, o porque no te apetece... una vez entiendas qué te sucede os interesa hablar sobre ello, puede que él pueda ayudarte diciéndote que es lo que le gusta y sobre todo haciendo que no te sientas presionada, no es más que un aspecto más de la relación en el que lo importante es divertirse y disfrutar.
Lo único que puedes decirle es que le entiendes y que te deje tiempo para demostrarle que ahora las cosas son diferentes, si él te quiere lo suficiente lo entenderá.
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Lo primero de todo tranquilidad, no te aturulles que hay fragmentos que casi no se te entiende je je...
Entonces por lo que entiendo lo que pasa es que te pones emo pero no consigues hacerlo cuando estás con él, ¿sólo cuándo estás sola?
Puede que si le quieras y no sepas canalizarlo... porque una relación "de Corte Inglés" exclusivamente basada en intercambio de regalos sin trasfondo sentimental está abocada al fracaso... cualquiera puede pagar dinero por algo... pero de una pareja se espera algo más... tiene que haber un "algo" que haga que tu pareja sea especial... puede que eso sea lo que reclama...
El tema del sexo es una consecuencia de lo anterior... por lo que sea no te sientes emocionalmente abierta con él y si estás cohibida entonces no puedes "desatarte", es evidente... y por lo tanto tampoco creo que lo disfrutes al estar tensa... y no se si él tampoco lo disfrutará, ya que es frustrante el sentir cómo la otra persona no te desea con la misma pasión, siempre tienes que ser tú el que inicie el ritual de apareamiento, etc... pues le irá desgastando y poniendo irascible, que es lo que tienes ahora, pero el problema principal es que tu cariño no fluye hacia él y por ello en la cama tampoco te apasionas... tú sabrás si tiene alguna explicación, pero lo principal es que trabajéis ese apartado para poder tener algo que compartir en la cama, porque si la caja fuerte está cerrada, lo estará independientemente de lo que estés haciendo.
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So no he entendodp mal lo que dices, parece que no eres una persona cariñosa y que pasas de sexo, así que tienes muy crudodemostrar que le quieres.
Lo primero que tienes que hacer es estar segura de tus sentimientos porque parece que no lo tienes claro y después plantearte si quieres seguir adelamnte o no
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No tienes que reprocharte nada, las personas somos distintas y los valores e intereses no son los mismos para todos. Las relaciones para que sean auténticas deben ser desinteresadas ya que de lo contrario se desequilibra y se rompe. La aceptación del otro tal cual es, con las virtudes y defectos que tenga es básico para el entendimiento. Cuando existe amor hacia la otra persona, se pasan por alto los fallos y nos quedamos sólo con lo bueno de ellas. El sexo para que sea placentero, debe ser consentido y deseado por los dos, aparte del papel que cada uno asuma en la relación. El que digas nunca participo no es igual que nunca me gusta. Así que libérate de prejuicios, actúa como eres verdaderamente y trata de aportar a tu pareja lo mejor. Todo te saldrá bien. Ánimo.
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Lo que planteas es una cuestión más que psicológica, de formas. Bien distinto es que esto a ti personalmente te cause un problema porque quisieras demostrar y no puedes... pero no es el caso, sino que sencillamente parece ser que es tu forma de mostrarte.
No hay un estándar de como ser cariñoso, o entregarse. Tu novio y tu podíais plantearos el aceptaros a cada uno como es, sencillamente.
Le quieres y tal vez radique el tema en que el necesita demostraciones más constantes, probablemente por otros motivos más relativos a su personalidad o necesidades.
Osea el quid de la cuestión es la 'aceptación' más que otra cosa, tal y como lo has comentado. Si existen otros factores además de lo expuesto, podría deberse a otras historias pero de mi parte seria hipotetizar.
Un abrazo
Albenda
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Bueno como sabrás una relación de pareja es de a dos y si uno no quiere dos no pueden, así que solo te daré un consejo, solo has lo que sientas no te esfuerces, deja que salga lo que tu sentimiento diga, y si lo que fluye no es lo que el necesita, bueno es que quizá no sean el uno para el otro. No siempre en la vida se encuentran dos personas de la misma manera, es decir que uno siente de un forma y el otro de otra, y a eso no hay como cambiarlo, es la naturaleza de las cosas. Nada se debe ni puede hacer por obligación.
Así que te repito solo sé tú misma y deja que fluya la realidad de lo que sientes, solo así sabrán como será la relación .
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Trata de poco a poco de ir siendo más detallista, si eres muy reservada, puede costarte un poco de trabajo al principio, pero vas a poder, animo!
Empieza a mandarle mensajes a su celular, diciéndole que lo amas, o también
Busca en el internet frases u oraciones de amor y se las mandas.
Regálale un globo con una leyenda de amor
Una tarjeta, o puedes hacerla tu misma
Dedicale una canción
Regálale una flor, etc, etc, etc,
hecha a volar tu imaginación, hay mil cosas que puedes hacer en lo que te animas a hablar un poquito más sobre tus sentimientos.
Al rato ni quien te gane en decir lo que sientes, trata de poder un poc de tu parte con lo del sexo pero ojo primero tienes que conocerte a ti misma que es lo que te gusta que te agan y que es lo que no te gusta.
El amor no necesariamente se dice, es algo que se expresa y se siente.
Para poder expresarle a tu novio lo que sientes por el, no debes sentirte obligada ni mucho menos sentirte presionada, la espontaneidad es lo más importante.
Las maneras de demostrar amor por una persona son diversas, le puedes decir que lo quieres mirándolo a los ojos de una manera bonita, con un abrazo tierno, un beso o también cada día con la forma en que le escuchas, comprendes y ayudas.
El amor cada día está presente en los pequeños detalles, no te estreses y mucho ánimo.
Las palabras no bastan... hay que demostrarlo con acciones... con hechos, por ejemplo... en vez de decirle que lo keres, abrazalo fuerte y besalo, cuando salgas con el llevalo siempre de la mano, que no t import nada ni nadie más... y... bueh si hay tanto amor, por que no entregale tu cuerpo a quien más keres... esa es la prueba de amor más grande que le podes dar.
Cuanto amas a alguien solo se lo demuestra el tiempo y las situaciones.. El estar con el en situaciones criticas. Saber superar ambos
Crisis que solo el verdadero amor puede superar. Saber entenderlo. Saber sacrificar. Un montón de cosas, pero no con regalitos y palabras. El amor se demuestra con hechos, más allá de las palabras. Decir te amo, lo hace hasta el loro.
Ahora por haberme comparado con un toro te voy a dar una sola estrella muahahhaa, no no te creas me sirvió de mucho todo lo que dijiste, gracias!
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Realmente no estás muy clara en tus comentarios, porque realmente no dices cual es tu confusión o situación por la que te mortificas, quiero entender que es porque sientes que no has sido totalmente sincera con tu novio o porque has sido demasiada sincera en cuanto a que te has mostrado como eres, una persona que con cosas materiales quiere demostrar su amor y aún cuando me dices que tienen sexo y que tú no participas realmente no me dices nada ya que no dices si es porque no sientes nada o porque te da miedo el amor o porque simple y sencillamente no puedes responder. Te pido por favor que seas más específica en tus comentarios para poder apoyarte con herramientas que te ayuden a rectificar el camino con tu novio. ¿Por qué lo que si es seguro es que no quieres perderlo o sí?. Estoy a tus órdenes.
Si el problema es que en lo sexual me da miedo abrirme, me han herido muchas veces y cada vez es más difícil para mi cuanto quiero a una persona a tal grado de ser agresiva y si no quiero perderlo
Como te habrás dado cuenta, espero que así sea, sabes que eso de "cobrarse" con unos lo que otros hicieron no es correcto. ¿Por qué te digo esto?, pues por lo que dices de que te han herido muchas veces. Con ese comentario me dejas entreveer que no tienes la suficiente confianza con tu novio. No sé si el sepa de tus heridas pero dejame decirte que no es correcto que tengas una relación sin confianza. Te pido me digas: desde cuando tienes esta relación, que edad tienes tú y que edad tiene él, a que se dedican, cada cuanto se ven, como es tu situación familiar, y por último y la pregunta más importante ¿lo amas?, porque es posible que no lo quieras perder pero eso no significa que sea por amor. Si realmente quieres que te apoye para solucionar tu problema, necesito información más específica. Estoy a tus órdenes.
Buenas tardes, dejame decirte que al inicio de la relación, haz de cueta que tenia un mes de separada con mi marido y luego luego este muchacho me propuso ser su novia y yo acepte y comencé a tratarlo mal inconscientemente desquitando mi daño con el. Ahora ya lo trato bien, hace un año que estoy con el, yo tengo 28 y el 25 y a lo que me ha contado nunca ha tenido novia. Yo soy ama de casa y el se dedica a las computadoras, nos vemos poco porque somos de distintas ciudades pero procuramos vernos cada que podemos, en este año de la relación habremos convivido unas doce veces, se ha quedado conmigo en semana santa y varios fines de semana y yo también he ido, de hecho la semana que viene iré a verlo.
Yo soy divorciada y vivo con mis dos hijos, aun el no los conoce, y si lo amo mucho, al inicio de la relación quizás estaba con el para no sentirme sola, pero con el pasar del tiempo me he ido enamorando de el sin remedio, ya que el con todo lo que ha hecho por mi de a poquito se ha ido ganando mi corazón.
Me alegro mucho que estés empezando a tratar bien a tu novio, pero lo que tú necesitas es sentirte segura en esa relación, haste las siguientes preguntas y contestaste con toda la sinceridad que más puedas: ¿Él te demuestra que realmente te ama?, ¿Sientes qué él se la pasa muy a gusto a tu lado?, ¿Podrías asegurar que realmente le importas?, ¿Crees qué él te quiera proponer que vivan juntos?, ¿Deseas fervientemente estar a su lado?, ¿Te acepta a ti y a tus hijos para que sean su familia?, espero sinceramente que contestes estas preguntas con el corazón y la cabeza fría. Si no sabes que piensa él de estos cuestionamientos, puedes preguntarle y entonces si sbrás en qué terrenos andas. Por lo pronto quiero que hagas el siguiente ejercicio, Mirate en el espejo, revísate muy bien, observa que estás completa, que todo está en su lugar, que si no eres despampanante, eres una persona única, inigualable, auténtica, repite eso todos los días, soy única, soy original, estoy completa, me amo y me respeto, y por lo tanto quien quiera estar conmigo es porque me valora y me ama y quiere protegerme, yo me amo y me admiro, y por mis hijos voy a salir adelante. Repite esto todos los días y respóndeme las preguntas que te hice. Estoy a tus órdenes.
Bueno estuve hablando con el y le dije que no se me hace justo que este jugando con la relación, y me dijo que no esta jugando, que si estuviera jugando estaríamos terminando y regresando y cosas así, y que cuando tiene una relación y más gente ya más adulta y madura como nosotros, siempre tira a finalmente consolidarse y llegar a algo serio y que y se que he sido mala pero conforme se ha ido desarrollando la relación mi cariño y compromiso con esta relación ha ido aumentando porque más que experimentar yo lo que quiero es estar con alguien que me sepa valorar y formar una familia. El que me contesto que lo estaba asustando, que porque así como le dije las cosas, así como te las estoy diciendo a ti solo lo quiero como valcula de escape, ya que yo vengo de un matrimonio con violencia intrafamiliar, y que estoy muy aferrada, a lo que el alguna vez me propuso pensando en que cambiaría y como eso no fue tan rapido como el esperaba desistió totalmente de la idea de llevarme a vivir, yo le dije que estaba cambiando y el me dijo que es verdad pero que ahorita no pensaba en eso ni en uno o dos años, y que solamente quería un poco de amor y compresión, pero que siempre fue difícil de mi parte otorgarlo y no me lo reniega ni nada, y se sabe que es difícil por mi pasado, pero también que recuerde que el se descsgasto más de 8 meses por pedir o que le diera un poco de amor, y sicneramente ve que ahorita lo que estoy haciendo es más que nada por no dejarlo ir.
Con todo la tristeza tengo que decirte que tienes dos opciones, o aceptas las migajas que él te ofrece o terminas esa relación que no te deja ningún sabor bueno. Para mí es muy difícil hablarte como lo hago pero créeme que no es lo mismo estar dentro de la olla que a un lado de ella y lo que yo analizo aquí es que este chico solamente quiere conservarte porque hay momentos que la pasa muy a gusto contigo y con el justificante de que tú eras parca ante sus demostraciones de amor él también se volvió igual y ahora se está agarrando de eso para no querer formalizar contigo. Dejame decirte que cuando una persona realmente ama no quiere nada más que estar todo el tiempo junto a esa persona, y eso tú lo debes saber y sentir ya que creo entender que tú si estás enamorada de él. Te sugiero que empieces por quitarte la venda de los ojos ya que según lo que me escribes él fue "sincero" y te dejo bien claro que no quiero formalizar la relación ni ahorita ni en años. Te pregunto: ¿Qué esperas de él? ¿Puedes aguantar las sobras que él te quiere dar? ¿Tan bajo valor crees tener como para pensar que no puedes encontrar a alguien más que realmente te valore todo lo que puedes dar? Y por último te sugiero que dejes la relación, te metas a terapias para cerrar el círculo de la violencia intrafamiliar que viviste, permitas sentirte unida a tus hijos, que ellos vean en ti a la mamá, amiga, confidente y a la mujer fuerte que les va a dar ejemplos de valentía y DIGNIDAD, no a la mamá que siempre tiene que depender de un hombre para salir adelante. Cuando nos amamos no necesitamos que un hombre venga a aprovecharse de nuestros sentimientos. Estoy a tus órdenes.
Bueno ayer fui a verlo y lo encare y le pregunte todo eso que dijiste, y el efectivamente me dijo que quiere una relación sin comprromisos de momento, que más a futuro si se siente muy a gusto con la relación y desea pasar al siguiente nivel me lo va a decir, me dijo también que me ama pero que de momento no quiere comprometerse porque siente que al vivir en ciudades diferentes no hemos tenido tiempo de conocernos bien, después nos pusimos a hablar de los posibles escenarios que a futuro se podrían dar cuándo el le diga a sus padres la verdad de mi pasado, ya que su mama es la típica madre que quiere tener a su hijo atado y que quiere que su novia sea soltera sin hijos y con estudio y trabajo y yo soy divorciada y con hijos y el me dijo que en su familia tres de sus primos han estado en una situación así y que su madre los puso a escoger entre ella y su mujer, y que ellos eligieron a su mujer y que su mama de ellos les dejo de hablar, y el me comenta que su familia es muy unida y que le han dado mucho, carrera universitaria y todo y que si lo ponen a escoger el se saldrá de la casa y ni con la familia ni conmigo que es lo que el haría, y yo no se como aconsejarlo ya que esta aferrado a esa idea, a mi no me parece justo la actitud de la señora, ya que ella se fija mucho en esos detalles pero no se pone a ver si soy buena o mala persona y que si quiero bien a su hijo, lo que le aconseje es que me vaya presentando poco a poco y ya que medio me vayan aceptando irles contando de a poco todo lo que concierne a esos detalles escabrosos por decirlo de alguna forma, ¿con respecto a eso que me podrías aconsejas? Y volviendo al tema de la relación, el se ve muy seguro de querer estar conmigo, solo que el dice que quiere conocerme bien y en un futuro estar bien seguro de que lo que quiere es vivir conmigo y luego ya que tenga la casa llevarme un tiempo solo para probar si funcionamos como pareja, como ves
Antes que nada permite que me disculpe por contestarte hasta este momento pero he tenido bastantes ocupaciones. Bueno, te voy a decir como veo yo la situación: veo que tú aún cuando tu pareja te está siendo totalmente honesto y sincero en decirte que NO QUIERE NADA SERIO CONTIGO y que no se quedaría contigo si su mamá lo pone a escoger, tú continuas haciéndote castillos en el aire pensando que él realmente quiere estar contigo. Por favor, ubícate y ve realmente que es lo que está pasando, él no va a hacer nada serio contigo, simplemente está contigo cuando quiere y puede porque tú lo aceptas así, pero déjame decirte que él no va a tomar la decisión ni una milésima parte de presentarte con su familia. Sé que es muy fuerte lo que te digo pero es necesario que te des cuenta que estás perdiendo el tiempo con este chico, su mamá no es mala, simplemente tiene sus ideas, pero lo que si es importante y MUY RELEVANTE, es el hecho de que él te dice que si su mamá lo pone a escoger entre tú y ella, él no se queda con ninguna de las dos, ¿qué te dice eso?, a mí me dice que realmente no le importas tanto y que él tiene muchos planes que desgraciadamente tú no estás en ellos. Por lo que más ames en la vida, trata de valorarte, respetarte, no permitas que te sigan usando, debes poner un hasta aquí en esta relación, debes hacer que él se decida a definir realmente que quiere contigo, aunque tengo que decirte que ya sabemos lo que quiere, pero tú no quieres verlo. Ama a tus hijos, respétalos, tú eres alguien muy importante para ellos y no se vale que sufras por alguien que no sabe ser un hombre de verdad y te habla claramente. Estoy a tus órdenes.
Buenas tardes, creo que con todo lo que me has dicho es más que suficiente, créeme, a pesar de que solo es una consulta por internet, analizare con especial detenimiento todo lo que me has recomendado, y así tomare la decisión más adecuada a las cirscuntancias, te mando un abrazo y agradezco la paciencia y el interés con el que has respondido mis dudas.
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En realidad algunos muchachos con acaparadores, y aunque les demuestres que los amas, aun es poco para ellos. Primero deberías, tratar de abrirte un poco más, tratar de confiar en el, contarle pequeñas cosas que lo hagan sentir dentro de tu vida, que hagan sentirlo en una relación. Aveces, los regalos no son nada si no hay el afecto... Preguntale de el, no cosas muy personales, pero cosas que quisieras saber, o jueguen verdad o reo para conocerse mejor... Un abraso inesperado, un te quiero, un mensaje por la noche siempre ayudan. En lo sexual, a veces es más difícil para una mujer llegar a hacer algo, al inicio nos da hasta vergüenza e inseguridad hacer algo, pero hazlo con calma, cuando sientas que el quiere hacerlo, y tu también lo quieres, besalo en el cuello, dale un masaje en la espaldea con besos en ella... se espontánea... o hazle SO, siempre los hace sentir muy bien, pero solo si tu estas de acuerdo, no dejes de ser tu por alguien, solo como dicen dejate llevar... ser sexuales esta en nuestro instinto y veras como con juegos, masajes y diferentes posiciones es más relajante y divertido... El sexo oral, es una de las formas en las que la mujer es la que hace todo y el hombre recibe...
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Sinceramente, cada persona es de una forma de ser y si tu pareja está contigo debe de aceptarte tal y como tu eres.
También te digo que, el estar tanto tiempo encima de una persona y no ver la misma reacción por su parte, hace que uno piense sobre si la pareja está a gusto o que es lo que pasa.
Creo que deberías de ponerte un poco en su lugar y demostrarle que le quieres y que te encanta estar con el, besarle y tal y en el sexo participar un poco ya que si a ti te gusta que den el paso, ¿pues a la otra persona también no crees?
Espero haberte servido de ayuda =)
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Hola!
Participa más de los encuentros sexuales. También forman parte de una relación.
Saludos.
R.Rodriguez
<a href="http://www.psicologoadistancia.com" target="_blank">Psicologo Online</a>
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Si le quieres demostrar que le amas, tienes que suspender de inmediato la relación con él si tienes un matrimonio válido, y en cualquier caso suspender las relaciones propias del Matrimonio fuera del matrimonio. Te recomiendo pensar en su bien de verdad, lo cual exige negarse a todo lo malo en sí mismo, y a todo lo desordenado, que se guía, prioritariamente, por intereses particulares.

Te recomiendo acudir a la Confesión Sacramental. Dices que otras veces te han herido; echándole la culpa a los demás, no aprendes nada, y solo consigues tener miedo, ya que piensas que las circunstancias mandan en tu vida. Si no vives para ti misma, sino que piensas en hacer todo el bien que puedas, podrás ver tu parte y mejorarla, y entonces estarás confiada, al actuar con recta intención, como Dios manda.

Si tienes un matrimonio válido, tienes que respetar tu matrimonio, que es para toda la vida. Y entre otras cosas, suspender cualquier otro tipo de relación sentimental. Que no te asusten las exigencias del bien, ya que enseguida en el camino verdadero se tienen ayudas. En cambio, el camino falso parece fácil pero es todo un engaño, y fuente de problemas e inquietudes.

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Jamás llegue a pensar que algún día sufriría tanto por amor, no pude evitar enamorarme, y el día que mi novio me pidió “darnos un tiempo” me sentí morir, estaba con la angustia de saber si ya estaba con otra mujer, pensar que alguien más le da felicidad; y entonces comencé a cometer errores al intentar recuperarlo, errores que casi me cuestan su amor, pero gracias a este libro >> http://adelgazarabdomen.com/descargar-volver-con-el

Pude entender que estaba haciendo mal y logré que fuera mi ex quien me pidiera volver conmigo.

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Apreciada chillgirl:
No debes hacerte planes sobre ningún hombre. No debes construirte una "película" irreal, en que todos los ingredientes son pensamientos y suposiciones de felicidad, de que el hombre está superenamorado de ti etc., etc. De ese modo vivirías en un sueño que no tiene nada que ver con la realidad.
Analiza siempre la REALIDAD. Tus sentimientos hacia él en qué se basan. ¿Le conoces realmente? ¿Conoces sus puntos fuertes y defectos? ¿Siente él lo mismo hacia ti? ¿Cómo crees que él piensa sobre ti?, etc.
El amor sensato es realista, es sincero. Se sincera con él y contigo misma. No le engañes ni te engañes a ti misma. (Muchas veces las personas enamoradas se portan delante de su chico como si no les importara nada, de forma fría y distante. Lo hacen por vergüenza y por falta de confianza en sí mismos).
Tu tienes que tener confianza en ti misma y en los demás. Ni tu eres superior a ellos ni nadie es superior a ti.
ÁMALE. Demuéstrale que le quieres, que le respetas, que estás bien a su lado. No te de vergüenza decirle los sentimientos que tienes hacia él. Pero, cuidado,
Contrólate. A lo mejor tu estás enamorado totalmente de él y él no lo está de ti. Respeta su libertad. El hombre no ha de ser una posesión tuya, un trofeo, no lo tienes que ganar. Es una persona libre, que tiene derecho a disfrutar de su libertad y de su capacidad de elección.
Trátale con RESPETO. Quiérele como también deberías querer a toda persona con la que trates.
TRÁTALE. Analiza si ese hombre es el que quieres para padre de tus hijos o es simplemente un enamoramiento basado en su belleza.
Piensa que la belleza no es duradera y es engañosa. Lo importante en un hombre es su corazón, sus obras. Mira si es: bueno, alegre, optimista, justo, modesto, trabajador, servicial, solidario, humilde, etc. ESE TIPO DE HOMBRE ES EL QUE TE HARÁ FELIZ. Si el hombre con el que sales no te gusta ahora, no te gustará después, no cambiará. Si es un hijo único sometido a su madre y no tiene personalidad propia, si no tiene madurez propia, no cambiará. Eso no es un hombre. Ese no puede ser el padre de tus hijos
También si quieres un libro estupendo que te aclarará lo importante y lo superfluo del noviazgo de Jorge Loring. El amor es la fuerza que gobierna el universo. Puedes consultar sobre el padre Loring www.arconet.es/loring. También está muy bien www.interrogantes.net  Al final de esta carta te transcribo algo tomado de www.arconet.es/loring 
En concreto, mira en www.spiritusmedia.org/manda6.html y hacia la mitad viene mucho sobre el noviazgo, los hombres y demás que te interesa.
Un cordial saludo,
68,7. Las cosas grandes no se hacen en un día . Necesitan tiempo, preparación, etapas. La vida conyugal es una de esas cosas muy grandes. Hay que llegar a ella por sus pasos.
Esta preparación comienza ya desde la adolescencia. El adolescente ha hecho el descubrimiento, aunque todavía elemental, del otro sexo. Se trata de todo un nuevo mundo, físico y espiritual, que tiene que explorar, pero sin precipitarse. Los dos extremos serían funestos: tanto el lanzarse demasiado aprisa, como el retirarse por miedo a posibles peligros.
Antes del noviazgo, conviene que los adolescentes y los jóvenes hayan tratado frecuentemente con jóvenes del otro sexo. Esto es imprescindible, no sólo para conocer al otro sexo, sino para conocerse a sí mismo, para estudiar sus propias reacciones y actitudes ante el otro sexo. Uno de los deseos más arraigados en el corazón del hombre es encontrarse con los otros, formar grupo, colaborar juntos. La amistad es un gran valor. La soledad es una triste experiencia.
La amistad es un afecto puro, desinteresado y recíproco que nace y se fortalece con el trato. Se basa en la sinceridad y en la generosidad.
La simulación, el engaño, la traición, son la muerte de la amistad. La amistad es dar más que recibir. En la amistad te aceptan como eres y te valoran por lo que eres, comprendiendo y perdonando tus fallos y limitaciones. La amistad favorece la amabilidad, la jovialidad, la alegría, la bondad, la sinceridad, la generosidad, la cordialidad, el deseo de hacer el bien y la preocupación por los demás. El amigo no es acaparador y posesivo. Respeta tu libertad y no tiene celos de que compartas tu amistad con otras personas. En esto se diferencia la amistad del amor. El amor tiene celos si una tercera persona se interpone entre los dos. La amistad, como el amor, dura toda la vida.
La amistad que es pasajera, no es verdadera amistad. Lo mismo que el amor: o es eterno, o no es amor.
Quien tiene un verdadero amigo, tiene un tesoro.
Una evolución normal humana exige, por tanto, este trato entre muchachos y muchachas desde los diecisiete años más o menos.
Normalmente, y sobre todo al principio, este contacto debe efectuarse en grupos o pandillas. Es mucho más efectivo cuando estos contactos en lugar de estar meramente motivados por el encuentro y el entendimiento mutuo, tiene algún otro fin intermedio, por ejemplo: cultural, benéfico, deportivo. En estas circunstancias, los jóvenes muestran muchas facetas de su personalidad y se dan mutuamente muchos más motivos para conocerse. Si son contactos «para ser conocido» son más superficiales, pueden estar tratando únicamente de «causar buena impresión», y, por lo mismo, camuflando elementos muy importantes de su manera de ser.
En cambio en las pandillas en las que los chicos y las chicas realizan algo juntos, inevitablemente darán a conocer innumerables aspectos de su forma de ser. El otro sexo no está meramente en un escaparate, en una postura estudiada y para ser visto; está más en la vida real con sus pequeñas colaboraciones, responsabilidades, circunstancias y conflictos; tiene que hacer algo más que ser visto. Y es que no hay peor manera de conocer a una persona que cuando ésta se ha puesto allí sólo para que la conozcan.
Más tarde un chico y una chica comienzan a salir juntos. Salir juntos no es el noviazgo, pero puede ser el preludio.
De todas maneras, los que empiezan a salir juntos deben estar convencidos de que ya no se trata de una diversión o de un juego, sino de algo más serio.
Decimos que esta etapa puede ser muy formativa, pues presenta una magnífica ocasión para ejercitar mutuamente la nobleza, la sinceridad, la generosidad y la delicadeza. Dadas sus especiales circunstancias y ocasiones puede servir también de prueba de moralidad y de fuerza de voluntad.
Es también una buena ocasión de conocimiento mutuo con vistas a una futura relación más duradera. Es muy importante en este sentido que no se pase demasiado pronto a un estado de noviazgo formal. Y así como habéis empezado a salir juntos con nobleza, para conoceros, así también tenéis que tener sinceridad, lealtad y valor, para separaros, si veis que la cosa no debe seguir adelante. No sólo el seguir, sino también el romper, puede ser un verdadero acto de lealtad.
Por lo mismo, debéis hacerlo antes de que la herida sea importante. Es algo que se lo debéis a la otra parte. Y también a vosotros mismos.
Caso de no haber seguido adelante en una de estas relaciones, no es preciso encarecer que la delicadeza os obliga a una especial discreción y secreto sobre mutuas posibles confidencias.
Los daños del enamoramiento prematuro suelen ser graves. El chico tiene su hombría prendida con alfileres, y ella, lo mismo, su feminidad. Si antes de fijarlas bien, se aficionan excesivamente al otro sexo, si tratan excesivamente con el otro sexo, temo que se les peguen costumbres, maneras, amaneramientos. Y ella debe ser semejante, no igual: ya lo dijo el Génesis. Y él lo mismo. Pero censuro el exceso, no el trato. Es éste muy beneficioso con tal que no perdamos la cabeza.
No todos los chicos que se acercan a las chicas van con buenas intenciones. Algunos, por puro pasatiempo; otros, para aprovecharse de la chica. También habrá quienes lleguen con la sana intención de entablar relaciones formales. No es difícil ver el fin que pretende un chico cuando quiere salir con una chica. Hay chicas que se hacen invitar por chicos al cine, a merendar, etc., a cambio de ciertas concesiones, lo cual no deja de ser un modo de prostitución.
La chica que anhela ser una buena esposa, debe huir del flirteo .
Muchos inseguros en los estudios y en los deportes se refugian en la parejita donde es tan fácil triunfar.
68,8. Flirtear es jugar al amor. Un ceder al atractivo sensible y sentimental, cultivar un trato superficial, sin hondura, sin intención alguna de casarse. Y la vida no puede quemarse en el juego de un amor por pasatiempo.
El flirteo es uno de los nombres que se le da a la falsa maniobra de jugar al amor sin comprometerse y sin aceptar sus consecuencias. Es el comportamiento de una pareja que se entrega a maniobras sexuales de mayor o menor alcance, con el agravante de que excluyen toda intención de comprometerse definitivamente.
Los compromisos definitivos son propios de la madurez.
Los que cambian continuamente de capricho son los niños.
Por su misma naturaleza, el flirteo es una mentira. Amar para un rato no es amor. Nadie dice: «Te voy a querer una semana, pero la semana que viene querré a otra persona». Esto se llama capricho, y no amor.
El amor verdadero dice que es para siempre: «te querré siempre, te querré hasta la muerte». El flirteo es la negación misma del amor, y una de sus caricaturas más tristes. Y son profundos los males que acarrea a sus protagonistas. Además del mal moral que lleva consigo, el flirteo suele dejar una profunda huella psicológica de frustración, desengaño, amargura. No produce experimentados sino, más bien, decrépitos. No enseña, sino agosta. Es una mutilación del amor, y con el amor no se juega sin quedar profundamente marcado. Por algo el amor es lo más íntimo y lo más delicado del ser humano. El flirteo les destroza mucho más a ellas que a ellos. Porque para ellas el amor es algo más profundo, más total, y más definitivo. Cuando dos se quieren, no flirtean, se respetan y se cuidan mutuamente para estar enteros para la empresa de toda su vida. Cuando dos flirtean, piensan que van a pasarlo bien, pero, en realidad, se engañan mutuamente y se dañan en las fibras más delicadas del espíritu. Antes de enamorarte piensa si esta persona te conviene o no. Si te enamoras, no serás capaz de juzgar objetivamente. No empieces a salir con la persona que no te conviene. Si empiezas a salir, acabarás enamorándote; y si te enamoras, te casarás aunque esa boda sea un disparate.
El flirteo puede llevar al matrimonio, pero esto es raro. A lo que lleva es a desvalorizar el sentimiento y a embotar notablemente la potencia de amar. De ahí el desengaño de muchos que, al poco tiempo de casados, se sienten defraudados, fríos, insensibles con su joven pareja. Y es que abusaron de esa potencia de amar durante su juventud; y ahora el matrimonio no les dice nada.
. Además, quien se acostumbra al flirteo, ¿después se cansa de sujetarse a una sola persona Qué va a ser de ese matrimonio? Por eso el noviazgo no es una diversión, ni un placer, sino una escuela preparatoria para el matrimonio, que es una de las misiones más grandes y más serias que Dios ha confiado al hombre y a la mujer.
Un compromiso personal, responsable, maduro y libre necesita preparación. Por eso el flirteo es un juego peligroso que muchas veces termina con resbalones deshonestos, y siempre estropea el corazón dejándolo triste, desilusionado y decepcionado, quizás para siempre; o ligero, superficial y frívolo, incapacitado para amar en serio a nadie.
Dios ha puesto en el corazón humano el amor para que sea en el matrimonio el aliento de las penas, trabajos y sufrimientos. Pero la juventud se ha lanzado a jugar al amor, ha hecho del amor un placer, y como consecuencia tenemos esos matrimonios de corazones cansados, incapaces de amar, precisamente cuando más necesitan el amor para endulzar los sacrificios del hogar.
El corazón necesita un rodaje. Si un motor lo fuerzas antes de tiempo, tendrás un «cacharro» para toda la vida. El rodaje es la vida del motor, y también del corazón. A los aprendices de una pastelería les dejan hartarse de pasteles todo lo que quieran al principio. Al dueño le sale más barato, porque el mal recuerdo de la primera indigestión, los inmuniza para después. Si te indigestas de amor prematuro, luego aborrecerás el amor.
El amor entre adolescente es una imprudencia. Los adolescentes no están todavía maduros, y los amores prematuros pueden ser funestos. Es como hacer pasar camiones sobre un puente de cemento antes de que éste haya acabado de fraguar. El resultado sería un montón de ruinas. Para muchos, el matrimonio es como tirar una moneda al aire y esperar a ver si sale cara o cruz. Eso es una barbaridad. El matrimonio es una cosa muy seria, y como todo lo serio debe pensarse y debe prepararse para que todo salga bien. Los que lo contraen a la ligera es lógico que después fracasen.
Hoy suele decirse que el matrimonio está en crisis. Yo creo que lo que está en crisis es el noviazgo. Muchos jóvenes toman el noviazgo como un juego, con ligereza y frivolidad, no se preocupan de formarse, sólo buscan disfrutar el uno del otro. Así se hacen unos egoístas. No tienen ni idea de lo que es el verdadero amor. Una vez casados, se encuentran egoístas e incapaces de amar. Es lógico que estos matrimonios sean un fracaso.
En una reunión de chicos dijeron que aunque a ellos les gusta flirtear, cuando encuentran una chica enérgica que rehúsa, aunque los fastidie al momento, la aprecian mucho más. A su vez las chicas dijeron: los chicos se aprovechan de las chicas que flirtean, pero no por eso las quieren más. A pesar de lo que digan, las desprecian. Al contrario, rabian con la que no se deja tocar, pero de hecho la admiran.
Muchas chicas, por vanidad, procuran despertar el apetito de los chicos. En éstos brota el instinto y procuran sacar de ellas lo que ellas no habían pensado dar. La chica cree que en el chico hay amor; pero lo que hay es instinto pasajero. Cuando el chico, satisfecho, la deja, ella queda con el corazón destrozado.
La mujer es muy impresionable, y las huellas de un fracaso amoroso la atormentan después durante mucho tiempo. El hombre cambia más fácilmente de amor; porque en su amor hay más pasión que sentimiento, y la pasión es más voluble. Pero la mujer, cuando ama, pone todo su corazón; y si fracasa en su amor, su corazón queda destrozado.
Generalmente, el flirteo termina para la chica con muchos sufrimientos. Ella se adhiere más, es más emotiva. Y después de haber tratado de ese modo a un chico, si éste la deja o no hace caso de ella, la muchacha experimenta el abatimiento, el desengaño, el amor defraudado y no correspondido... Se creyó interesante, se creyó amada, soñó ilusiones..., y todo vino a parar en juego.
Por eso el flirteo hace tanto daño a la mujer: por su sensibilidad. Lo que empieza siendo un juego, llega a interesar su corazón. Cuando termina el juego, el hombre se va tan fresco, pero ella, fácilmente, queda destrozada. A veces incluso incapacitada para otros amores muy superiores a lo que sólo había sido una aventura. Esto es lo que se deduce de la experiencia de la vida.
Y si una chica ha tenido en la vida varias desilusiones de éstas, no correspondidas, ve agriarse su carácter, su humor se modifica y se hace triste y recelosa.
Las chicas deben saber que hay cosas que tienen en ellas una resonancia mucho más profunda, psicológica y espiritualmente, que en ellos. Lo que para un chico puede ser un episodio sin importancia, un pasatiempo o una broma, para una chica es algo que le puede afectar profundamente.
El flirteo no es aconsejable por esos motivos, pero sobre todo porque también puede manchar la pureza. Es muy difícil que una chica que admite el flirteo logre mantener su pureza intachable.
No te dejes llevar enseguida de los impulsos de tu corazón. Lo que caracteriza a la joven es la viveza de su sensibilidad y de su sentimentalismo, es la riqueza de su corazón. Las chicas experimentan en su corazón una gran necesidad de amar, de extender a otros el afecto, y por otra parte sienten lo frágiles que son ante la vida; ávidas de ser amadas y correspondidas con cariño. Y arrastradas por ese sentimiento no se atreven a negar, a veces, lo que su conciencia no les permite conceder. Es muy raro que una joven llegue a la entrega total de su cuerpo por deseo pasional. Es mucho más frecuente que lo haga invadida por una ternura que le impulse a dar lo que se le pide, aunque su conciencia se lo reproche.
Si Dios dio ese corazón a las mujeres, es porque las destinaba a una misión espléndida en el hogar y fuera de él. Se trata de conservar lozano e intacto el corazón.
Tu corazón es un gran tesoro; pero puede ser también, si no se le vigila, la gran ruina. Se acercarán tentadores que querrán gustar de su lozanía, que harán, tal vez, el ofrecimiento de una ternura aparente, y que pueden arrastrarte poco a poco a un amor peligroso e ilegítimo, lejos del camino del deber... Debes guardar el corazón, defender ese tesoro contra los ladrones.
Unas veces será el jefe de oficina que se interesa por la joven mecanógrafa, o un industrial o abogado por su secretaria, o uno de los compañeros de trabajo. No te creas, que porque ese hombre que se interesa por ti, ya esté casado, ofrece una garantía. Al contrario.
El trabajo actual de la joven en fábricas, establecimientos, oficinas, secretarías, etc., la pone en constante contacto con hombres. La mutua atracción puede surgir en cualquier momento; y también una palabra de aprecio, más o menos significativa. A veces ellos saben hacerse compadecer de ellas, haciéndoles confidentes de su desgraciada vida matrimonial, de su soledad... Las palabras bonitas y la llamada a la compasión femenina son armas terribles que pueden hacer vacilar el corazón ingenuo y generoso de una muchacha; si a esto se une, además, la proximidad diaria, y cierta admiración que ella pueda sentir por las cualidades y actividades que él desarrolla, la situación puede terminar en un lío, y, después, en un desastre para la pobre muchacha ingenua que será la más perjudicada.
Muchacha te doy un consejo para tu seguridad:
Nada de conversaciones sentimentales, nada de intimidades y confidencias, nada de cariño con un hombre con quien más tarde no puedas casarte. Cuando en una chica empieza a brotar el cariño hacia un hombre con el cual no puede casarse, debe romper cuanto antes con él, aun a costa de lo que sea: perder el empleo, aparecer como una rara, etc. Cuanto más tarde, peor. Es un engaño decirse: ¿Qué tiene de particular? No llegaremos a nada malo. ¿Por qué voy a renunciar a su amistad y al gusto de su presencia? . Con este engaño empezaron muchas chicas que más tarde no pudieron romper sus lazos amorosos y tuvieron que apartarse de la Iglesia.
Muchas chicas, en su espontaneidad o ingenuidad se han dejado robar el corazón, o algo más.
Un hombre la hace un cumplido..., y su vanidad siente un cosquilleo;
Multiplica él sus delicadezas y atenciones..., y, naturalmente, siente ella despertarse el interés y la gratitud. Le confía que su esposa no le entiende, que no es feliz en su hogar: «Me equivoqué al casarme con ella. Si te hubiera conocido antes a ti...». Si ella cede a su natural deseo de complacerle, está perdida. Siente vibrar su compasión al mismo tiempo que su sentimentalismo y su vanidad. Él le hace un favor, un regalito, cualquier cosa. La chica no se atreve a rechazarlo, pues en ello no ve mal ninguno. Después una caricia furtiva para ver cómo reacciona ella. Quizás un aparente retroceso para despertar el deseo de ella. Ya está atada. Atada por un sentimiento femenino, respetable por otra parte, de la delicadeza y del agradecimiento. Ya está atada..., y dócil. Y no se atreve a molestar y contrariar a quien se ha mostrado tan delicado. Además, es tan amable y correcto!...
Y la historia continúa sin la menor variante. Pronto vendrá el primer beso, desde luego discreto y respetuoso, la caricia en el cabello, en las mejillas... Al principio la chica se sorprende, no se atreve a oponerse, después acepta, y termina por simpatizar..., y dejarse llevar por la ternura.
El amor desarrolla así su ley psicológica: pasa de lo sentimental a lo sensible, de lo sensible a lo sensual, de lo sensual a lo sexual.
La joven imprudente no suele ceder al primer golpe. Por lo demás, ella no desea los elementos físicos del amor. Siempre había soñado permanecer en el plan sentimental y sensible. Pero..., ante la insistencia, por no contrariarle, termina con la entrega total. Si no rompe a tiempo, valiente y dolorosamente, la actitud de un día se convertirá en un hábito y muy pronto en esclavitud.
El 9 de febrero de 1979 oí en el programa radiofónico «Protagonistas» una carta de una madre soltera de catorce años, que lanzaba un grito de alerta a tantas chicas que juegan con una cosa tan seria como es el sexo. Ella, arrepentida de lo hecho, se lamentaba de lo ocurrido por irreflexión juvenil.
En Nueva York, uno de cada tres nacidos es hijo de madre soltera.
Te lo repito: no te encariñes sino con aquel chico con el cual te puedas casar.
A algunas chicas les gusta coquetear y jugar a despertar el apetito sexual de los chicos. Pero ellos después no se contentan con pequeñeces. Lo quieren todo. Y cuando llega el momento en que ellos se disponen a conseguirlo, ellas se asustan y quieren frenar (con frecuencia sin resultado) lo que ellas mismas desencadenaron tontamente. Una mujer puede sentirse atraída por una aventura más o menos arriesgada. Puede ser vanidad, curiosidad o tontería. Pero difícilmente en el momento de la tentación cae en la cuenta del peligro que corre y de lo mucho que arriesga. Después, cuando sea tarde, derramará lágrimas de arrepentimiento, pero la pérdida puede ser irreparable.
68,9. Sobre el noviazgo puede ser interesante mi vídeo: «El éxito en el noviazgo».
La elección de tu pareja es cosa tuya. Pero debes hacerla con mucha cautela. No te fíes de los flechazos, que son muy bonitos para novelas y películas, pero en la vida real poco útiles para hacer ellos solos, felices a los hogares. Tampoco te fíes sólo de tu vista, que ya sabemos que el amor ciega. Tu madre podría hacerte en esto un excelente servicio. Ella te conoce mejor que nadie; y ella, como nadie, desea tu felicidad; y su espíritu intuitivo verá si la pareja que le presentas podrá hacerte feliz. Si dudas del acierto de tu madre, consulta con una persona seria, competente y desinteresada.
Pero no esperes para consultar al embrujo del amor, pues correrás el peligro de no hacer caso a nadie. Cuando notes que tu corazón se interesa, examina con serenidad antes de que pierdas la lucidez. Además de buscar consejo, debes pedirle mucho a Dios en la oración que te dé acierto en la elección, pues es muy importante no equivocarse en una cosa tan transcendental.
No olvides el proverbio ruso: «Antes de viajar por tierra, ora; si es por mar, ora dos veces; y si te vas a casar, ora tres». Porque en el matrimonio las tempestades y los naufragios son muy frecuentes.
No se construye un hogar sobre la gracia de una sonrisa, sobre el atractivo de un rostro, sobre la ternura de un instante. Se construye un hogar sobre todo lo que es esencia misma del yo: los pensamientos, los deseos, los sueños, las decepciones, las penas, las esperanzas, las alegrías, las tristezas. El amor implica la puesta en común de todo eso; por ello las relaciones enderezadas a consolidar el amor y a preparar la unión indefectible, deben desarrollarse en ese plan, y exhibir ante el otro ese fondo secreto de sí mismo, cada uno de cuyos elementos favorecerá o perjudicará la futura unión.
Durante el estado de enamoramiento quedan notablemente alteradas las facultades perceptivas y deductivas en todo lo que se refiere a la persona amada. Los defectos que existan en dichas personas no se perciben, las cualidades se subliman... La mente ya no está equilibrada sino profundamente inclinada hacia el objeto del amor. El enamorado idealiza a la persona amada y la convierte en el centro de sus aspiraciones. La fascinación que ejerce en ti la persona idealizada puede ofuscarte y ocultarte la realidad. Podéis quedar totalmente ciegos para ver datos y circunstancias que desaconsejan totalmente seguir adelante.
La fascinación puede ser engañosa. El amor de un hombre y una mujer es algo muy serio y tiene que construirse sobre cimientos muy sólidos.
La fascinación es hermosa, pero pasará pronto. Lo que quedará es la vida. Y esa vida, si la construís con el corazón y con la razón, puede ser todavía mucho más hermosa.
Para casarse, es indispensable amarse; para amarse, es preciso conocerse; para conocerse, tratarse; para tratarse, primero hay que encontrarse.
Las reuniones familiares en las que intervienen amigas de las hermanas y amigos de los hermanos, pueden ser una buena ocasión para conocerse mutuamente.
Te aconsejo no dejarte seducir por el cumplimentador hábil, que te fijes a ti misma las condiciones que debe poseer aquél que debe hacerte su esposa. Condiciones sin las cuales tú no aceptarás el compromiso matrimonial.
Por orientarte te pongo algunas:
Lo que debes valorar ante todo es el valor personal del pretendiente.
Después vienen las demás consideraciones: facha, rango, fortuna. Estos dones no son despreciables, pero no son esenciales. Lo esencial reside en el valor humano y cristiano del chico, es decir, su personalidad.
Primero que sea cristiano; cristiano convencido, práctico. Y si es piadoso, mejor. El matrimonio con un incrédulo suscitará conflictos de conciencia. Porque después planteará a los hijos el problema de la fe y las prácticas de piedad. No basta, pues, que esté bautizado.
Bautizados, no practicantes, llenan las cárceles, y atormentan a sus esposas.
Algunas chicas se han engañado en este aspecto esencial de su prometido y más tarde su esposo... Conscientes éstas de la irreligiosidad de su novio, han ido al matrimonio, con la ingenua idea de convertirlo. En la mayoría de los casos, el resultado ha sido nulo; cuando no, fuente de disgustos profundos para esa joven esposa. Porque después, cuando esa chica pertenece como esposa al marido frío en materia religiosa, éste quiere imponer su criterio a la mujer, y vienen los impedimentos, las dificultades para que esa joven esposa cumpla sus deberes para con Dios. En ese terreno, y durante las relaciones, se puede mostrar tolerante y no agresivo; pero después se manifestará tal cual es, con sus intolerancias, sus prohibiciones, sus repulsas...
Puede suceder que ese pretendiente que tú sabes un tanto irreligioso, no sea violento en sus manifestaciones anticristianas. Pero adoptará un tono insinuante, convincente y persuasivo. Y éste, no es menos peligroso: te acabará por conquistar en ese terreno. La triste experiencia nos lo está diciendo. Jóvenes piadosas y buenas, que se unieron en matrimonio con hombres poco religiosos, o nada practicantes, han terminado por ser ellas igual.
Después de esta faceta importante y esencial en el joven que admitas como futuro marido, debes tener testimonio claro de la seriedad y sobriedad del muchacho. Ten cuidado con los calaveras; lo seguirán siendo, porque no te creo tan ingenua, que pienses, que así por las buenas, y por ti, va a dejar ese hombre ciertos hábitos que ha adquirido tal vez con larga experiencia: mujeriego, trasnochador, dado a la bebida, etc. El uso de las bebidas alcohólicas es uno de los factores más influyentes en los hogares desgraciados.
A la chica le halaga el verse deseada sexualmente. Esto puede inclinarla a ser provocativa, pero debe dominarse. La chica provocativa hace daño a los hombres, pero también a sí misma.
La belleza física es, ciertamente, un factor importante y, por eso, debes cuidarla y realzarla con esmero y naturalidad, aunque sin exageraciones, extravagancias y descaros. El atractivo sexual atrae a una parte del hombre, pero vosotras queréis como esposo al hombre entero. No olvidéis que los hombres podrán buscar cierto tipo de mujer para divertirse; pero buscan otro muy distinto para casarse.
La belleza femenina atrae a los chicos, pero no es indispensable para casarse. Los hombres buscan, lo que da realce y valor a la mujer: sus encantos, su feminidad y sus virtudes.
Las muchachas deben ser elegantes en su modo de vestir y arreglarse, y ser distinguidas, alegres, discretas y dulces en todo su modo de ser.
No descuides tu arreglo personal. Pero no quieras conquistar con sólo tu belleza física. Haz que se enamoren más bien de tus virtudes espirituales. De una mujer bella puede un marido cansarse; de una mujer virtuosa jamás se cansará.
Para hacerte elegir no es necesario parecer pedante ni sabia. Al hombre le gusta dominar, ser superior. Tiene miedo a una mujer que le aventaje. Ser culta sí, pero discretamente.
Tampoco eligen los chicos a las de carácter autoritario, a las dominantes, a las de tono dogmatizante, a las de gesto seco y rígido.
Buscan el encanto, la dulzura, la amabilidad. Escúchale cuando él te esté diciendo algo de sí mismo y de sus cosas.
Muéstrale atención e interés.
A un chico recto no le gustan las caprichosas, las mimadas, las que tienen su cabecita llena de fantasía, cuyo humor cambia a todo viento: hoy alegres, exuberantes; mañana, deprimidas, pesimistas, tristes...
Y no te olvides nunca de tu preparación para el hogar. Tu atractivo personal sirve para despertar la inclinación y el amor hacia ti. Pero para que este amor sea perdurable hacen falta además otras cosas. El hombre se desespera con una mujer despilfarradora, que no sabe administrarse. Quiere una mujer que saque partido a lo que él gana con tanto esfuerzo. Le gusta la casa limpia, la ropa a punto, la comida buena y a tiempo, etc., etc. Todo tu atractivo físico es incapaz de tener a tu marido contento si en estas cosas le defraudas. Por eso todas las muchachas deberían aprender a llevar una casa y tener los conocimientos propios de mujer: corte y confección, costura, cocina, repostería, medicina, economía casera y todo cuanto dice relación con el recto gobierno y administración del hogar. El arte de ser madre es difícil y complicado. Necesita largo aprendizaje.
Todo lo que contribuya a tener a tu marido contento fortalecerá vuestro amor.
El pudor de la mujer es una de las cosas que más enamoran. Y el encanto del pudor inmuniza de otros atractivos. El pudor es un sentimiento íntimo por el cual una mujer dándose cuenta de la belleza de su cuerpo y del atractivo que ejerce, procura reservarlo para el día que pueda hacer don completo y total de sí misma. Por eso el pudor se refleja en el modo de vestir, en los modales y en todo. El pudor sabe encontrar el equilibrio entre el ir agradablemente vestida y elegante, y lo que resulta llamativo y provocativo.
Se suele decir que una mujer inteligente enseña sin enseñar, porque si enseña demasiado, pierde interés lo que enseña. En los modales sabe ser delicada y atractiva sin resultar excitante ni insinuante. El pudor es la gran muralla que defiende la castidad. Una chica sin pudor empieza con curiosidades malsanas, lecturas enervantes, se permite tocarse de modo impuro, se entrega a caricias, besos y abrazos con los chicos, y cuando en medio del vértigo pierde la noción de lo que hace, viene la caída fatal que llorará amargamente, y la avergonzará para toda la vida.
«Todavía se encuentran hoy bastantes muchachas que no se arrojan en brazos del primer hombre que les gusta, ni creen que deben acceder en todo a las solicitaciones de los jóvenes. Afirmémoslo sin ambages: las jóvenes deben permanecer puras hasta el matrimonio. Las que no aceptan este punto de vista tienen de la vida y del ser humano una visión parcial y limitada... Si un joven tiene el sano ideal de casarse con una muchacha virgen, seguramente no permanecerá indiferente cuando sepa que se le ha mentido. (...) También la mujer tiene derecho a la pureza del hombre. Es cierto que la opinión corriente es completamente diferente; pero la justicia de una opinión sobre las cuestiones de la vida no debe medirse por el número de adeptos» (774).
Las cosas no se convierten en buenas por ser frecuentes.
Mira lo que escribía una muchacha que había guardado inmaculada su pureza: «Exigiré que mi futuro marido se haya guardado como yo misma para nuestro hogar». El mejor regalo de bodas que puede esperar una persona es la virginidad de la pareja con la que se va a casar.
Frente a los abusos de tantas parejas, hay que volver a la caballerosidad respetuosa con la mujer viendo en ella la futura madre de los hijos, digna de todo cariño, veneración y respeto, y no tratándola como un trapo viejo que se mancha y luego se tira.
Que el día que te cases no tengas que avergonzarte de nada de tu vida pasada.
Quizás oigas alguna vez de un amigote, que para excusar sus desvergüenzas te dice: «Hay que probarlo todo». Absurda necedad! ¿Lo hacemos así con las enfermedades y los venenos? Al que te diga eso dale raticida para que se lo tome. A ver qué contesta. Pues tampoco se puede probar lo que está prohibido. Además, te gustaría que quien te ha de pertenecer para siempre, antes de conocerte, ¿ya lo hubiera probado todo? ¿No, verdad? Haces muy bien en pensar así: una mujer lujuriosa te atormentará de celos.
Acuérdate de tu madre. Tu novia ha de ser la madre de tus hijos.
Acuérdate de tus hermanas y de tus futuras hijas... Trata a tu novia hoy como te gustaría que los demás las traten a ellas. No exijas de tu novia, con instintos brutales, lo que su virtud, su pudor y su conciencia no te pueden ahora conceder. Una mujer amante de su honra defiende fieramente su pureza hasta en los más mínimos detalles. No quieras tratar a tu novia como a una de esas desgraciadas que se venden en las casas lujuriosas. ¿Elegirías entre éstas a la madre de tus hijos? Un hombre, como Dios manda, se avergüenza de que su novia sea una prostituta.
Y a una mujer decente la humilla y avergüenza el verse tratada como una tal. Lo que a ella le ilusiona es un amor muy superior: el que culmina en un hogar y en unos hijos. Lo que la mujer espera del hombre es admiración, estima, respeto, veneración, protección. Pero estrujarla para saciar los instintos zoológicos, no es de hombre, sino de bestia. Y lo lógico es que la mujer se enamore de un hombre, no de un animal. Por eso algunas novias llegan a desilusionarse de su novio y hasta sentir asco por aquel hombre que decía que la quería tanto que tuvo que arrollar su pudor. En cambio sienten sincero amor para con el hombre que tuvo para ella admiración y respeto.
Respeta a tu novia como quieres que se respete a tu madre. Los sacrificios que por el bien de ella te impongas, son prueba de que tu amor es verdadero. Si quieres a tu novia de verdad, debes querer su bien antes que tu gusto. Eso es amarla. Subordinar su honra y su conciencia a tu pasión, no es amor: es egoísmo.
Hay caricias que conducen al acto sexual. Deben evitarse aquellas que ponen en marcha el aparato genital. Evidentemente que no todos tenemos el mismo temperamento, ni reaccionamos de la misma manera. Ni siquiera para nosotros mismos todos los momentos son iguales. Lo que en otro momento, o a otra persona, puede dejar indiferente, para mí, ahora, puede resultar peligroso.
Un chico que quiere a una chica, en lugar de hundirla, rebajarla, profanarla, instrumentalizarla, denigrarla, mancharla con los deseos de su instinto, procura por encima de sus apetencias elevarla, dignificarla, sublimarla. Se preocupa de que sea más piadosa, mejore su formación tanto religiosa como de carácter, voluntad, etc. Es decir, busca siempre lo que a ella la engrandece, nunca lo que la envilece.
Cuando tu novia se niegue a tus peticiones bestiales, no atormentes su cariño con frases como ésta: «es que no me quieres». Todo lo contrario. Porque te quiere, no quiere que manches tu alma con un pecado. Con su resistencia firme y entera te dice: «te quiero tanto y tengo tantas ganas de casarme contigo, que no quiero cometer ningún pecado, para que Dios nos bendiga y podamos llegar un día a unirnos para siempre en el altar».
Mucho cuidado con las mujeres que tratas. Si tu novia es de moralidad dudosa, aunque tú no quieras, ella te hará caer.
Que tu novia no sea para ti fuente de pecados. Tu novia debe ayudarte a ser mejor. Que su recuerdo te proteja de envilecerte moralmente. Su pureza y su virtud deben ser un estímulo para mejorarte, para hacerte digno de ella.
La desvergüenza de algunas mujeres ha llegado a tal extremo que es posible que tu actitud irreprochable en toda esta materia provoque en ellas risitas y bromas de mal gusto. Es lástima que las pobres hayan descendido tanto. Peor para ellas. Pero a ti, ¿qué más te da? Ésas no te sirven para nada. En cambio la rectitud de tu conducta te conseguirá la estima de las buenas, que son las únicas que te interesan para buscar entre ellas la madre de tus hijos.
Si ves que tu novia no es mala, pero es una chica frívola y ligera, que se ha dejado impresionar por el cine, y un día se pone insinuante..., dile: «No esperaba eso de ti. Me has desilusionado. Yo te tenía por una chica digna, y veo que eres como todas..., una chica de la calle». Estas palabras han hecho derramar lágrimas a una chica y cambiar radicalmente su conducta.
Respeta a tu novia, aunque ella no sepa hacerse respetar, ni defender, con su pudor, el tesoro de su pureza.
Es muy fácil decir: «No me importa lo que hayas sido en el pasado». Lo difícil es decirlo de verdad.
Me dijo uno: «Yo muchas veces afirmé que no me hubiera importado casarme con una cualquiera, prescindiendo de su vida pasada. Pero lo decía mintiéndome a mí mismo. Por dentro yo tenía mi ideal de mujer.
Lo que pasa es que pensaba que de ésas ya no había, que era un ideal inalcanzable.
Por eso, cuando he encontrado a esta chica, que es un ángel, me he ilusionado de tal manera, que me parece que he empezado otra vida».
La afirmación «no me importa lo que haya sido tu vida anterior» debe incluir esta otra: «ni me importa lo que vayas a ser en el futuro».
Pero eso es más difícil, pues a ningún hombre le hace gracia que su mujer le engañe con otro. Es verdad que una mujer puede arrepentirse de su pasado y cambiar.
Santa María Magdalena fue prostituta y después llegó a santa. Pero esto es tan extraordinariamente excepcional, que confiar en una cosa así es muy arriesgado.
Si alguien dice que no le importa la infidelidad de su cónyuge, es porque ha dejado de amar.
Precisamente la diferencia entre amor y amistad es que al amigo no le importa compartir con otros a su amigo; pero el amante quiere en exclusiva la persona amada.
Pues bien, si para casarte quieres una mujer decente, ayuda a las chicas a que sean decentes.
¿Por qué una chica que quiere ser decente tiene que luchar tanto contra los chicos que la acosan para que ella ceda? Me decía una chica:
«Padre, qué asco! Todos los chicos vienen a lo mismo. Y si no te dejas, no les interesas». Qué triste es que las chicas tengan ese concepto de los chicos!
Demuestra tú, con tu conducta, que no eres de ésos. Que tú, porque estimas a la mujer decente, quieres ayudar a todas a que sean decentes. Si los chicos, con vuestra conducta, mostraseis que preferís las puras y decentes, ellas, sin duda, cambiarían. Pero como muchos chicos han preferido las libres, para poder abusar de ellas, las chicas se han creído que para casarse tienen que ser libres, y ahora buscáis una chica decente y os cuesta trabajo encontrarla.
Sin embargo, mientras no la encuentres, no te eches una novia. La felicidad futura de tu hogar no depende ni de la cara, ni del tipo de tu novia; sino de su carácter, de su virtud y de su espíritu cristiano. Del mismo modo que una belleza inexpresiva y sosa acaba por cansar, una belleza sin virtud acaba siendo aborrecida.
Busca una novia que te guste. Pero no te dejes encandilar por la fachada, que es pasajera; y si no está sostenida por las virtudes del espíritu, pronto te cansará y perderá para ti todo su atractivo.
Aprende a enamorarte del carácter y de las virtudes del alma, que son estables y son realmente las que hacen digna de estima a una persona.
Aprende a estimar más los dones del alma que los del cuerpo. Puedes casarte con una estrella de la pantalla y ser un desgraciado, como tantos divorciados del cine. En cambio, si te casas con una mujer amable, dócil, servicial, sacrificada, generosa, limpia, discreta, honrada, virtuosa, dulce, femenina, habilidosa, delicada, de buen corazón, que sepa llevar una casa y sea capaz de criar y educar los hijos y, sobre todo, muy cristiana, te profetizo un matrimonio feliz.
En cambio si es una mujer sin moral y sin conciencia, no sabes hasta dónde puede llegar. Tras un exterior muy atractivo, cara preciosa y tipo espléndido, muchas veces se encuentra un espíritu de frivolidad y coquetería, que no es precisamente la mejor garantía para que tu matrimonio sea feliz.
Por eso vale poco el enamorarse del cuerpo, que es amor sexual. Y en cambio hay tantas garantías de éxito en el amor del alma, que es espiritual.
Si tu novia es frívola y ligera, vivirás amargado de sospechas y celos.
No te vaya a ocurrir lo de aquel desgraciado que a los dos meses de la boda se vio abandonado por su bellísima mujer. Había encontrado un partido mejor que su marido!
Cuando salgas con tu novia aprovecha todas las ocasiones para estudiar su carácter y modo de ser.
Has examinado si le gustan los niños, si los acaricia, si goza con ellos; ¿O por el contrario le ponen de mal humor? Es trabajadora y sacrificada, ¿o sólo piensa en divertirse? ¿Sabe cocinar y coser? Sabe llevar una casa, ¿o lo único que sabe es bailar mucho y coquetear con el primero que se le acerca? Le gustan las labores de la casa, ¿o sólo piensa en presumir por esas calles? Si no atiendes ahora a todas estas cosas, es muy posible que después de casado te lleves un gran desengaño.
Que a tu novia le gusta la casa. Si ella no se ocupa de la casa, prepárate a vivir en una pocilga. A no ser que tú te conviertas en ama de casa. Si quieres ayudar un poco a tu mujer, harás muy bien. Pero qué duda cabe que la encargada de la casa debe ser la mujer, que está especialmente dotada para ello. Los hombres, generalmente, hacemos estas cosas muy mal.
Es muy importante que los novios se conozcan muy bien antes de casarse. Puede una chica tener un gran atractivo corporal, ser muy simpática y desenvolverse con soltura en la vida social, y sin embargo tener defectos que van a hacer sufrir mucho a su marido. Por eso las relaciones deben durar por lo menos de un año a dos. En menos tiempo es muy difícil llegar a conocerse bien y es posible que después de casados aparezcan defectos insospechados que pongan en peligro la felicidad matrimonial.
Ten en cuenta que después de casado apreciarás de distinta manera muchas cosas que atraen ahora tus ojos de soltero, y que entonces querrás en tu mujer virtudes que en el noviazgo no echaste de menos. Si quieres a tu novia sólo por sensualidad, ese amor será pasajero. A los pocos años de casados ya no os amaréis; a lo más, os soportaréis.
En vida de tu mujer serás un viudo del corazón.
Cuando elijas a tu novia, piensa que no la eliges sólo para la luna de miel, sino para diez, veinte, treinta años..., para toda la vida! En tu novia, más que a la mujer, busca el ángel que haga de tu futuro hogar un pedazo de cielo.
Conozco una pareja muy feliz que se conocieron por coincidir todas las mañanas al ir a misa. Si te enamoras de una chica sinceramente piadosa, tienes mucho adelantado. Y te digo sinceramente piadosa, porque también las hay que unen algunas prácticas de piedad a un proceder, modo de vestir, etc., impropios de la vida espiritual que parecen tener. Esas chicas de piedad superficial tampoco ofrecen garantías suficientes. Los principios cristianos y la rectitud moral deben ser algo muy firme.
Muchas veces he oído quejas de que hoy día las chicas se han echado a perder, que una chica para divertirse se encuentra fácilmente, pero que una chica capaz de hacer feliz un hogar..., de ésas no se encuentran.
¿Y quién tiene la culpa de esto? Ciertamente que muchas chicas, influenciadas por el cine, han perdido el recato y el pudor, que es su mayor atractivo. Pero, ¿no tenemos los hombres nuestra culpa en este descenso del pudor femenino?
Las chicas buenas también se quejan de que los chicos prefieren las ligeras, las frívolas, las coquetas, las frescas... Como ellas quieren gustar, si ven que las que tienen éxito fácil son las frescas, ellas se dejan ir por la cuesta abajo. Si los chicos mostraseis claramente que preferís las buenas, las piadosas, las trabajadoras y sacrificadas, las que rezuman pureza, las chicas mejorarían.
Es enorme el bien que haríais a las chicas, si ellas vieran que preferís las buenas; y es enorme el daño que las hacéis, si ellas ven que preferís las frescas.
Sería éste un excelente apostolado: moralizar a las chicas, mostrando más estima por las que son más virtuosas.
Por otra parte, has de saber que las chicas tienen la misma queja de vosotros. Algunos chicos, influenciados por las chicas frescas, creen que para resultar más varoniles e interesantes tienen que mostrarse atrevidos, y esto hace que las chicas buenas -las que necesitáis para el matrimonio- al veros así, no se fíen de vosotros y no se decidan.
De modo que las chicas se hacen frescas para gustar más a los chicos, y los chicos se muestran atrevidos para parecer más interesantes; y después resulta que ni a los chicos os gustan las chicas frescas, ni a las chicas buenas les gustan los chicos atrevidos. Vaya un papel que estáis haciendo!
No sería mil veces mejor que todos reconocieseis que lo más digno de estima es la virtud, ¿y obraseis en consecuencia?
Cuando hayas encontrado una chica virtuosa que pueda ser la madre de tus hijos, toma el noviazgo con toda la seriedad que Dios manda. Dios quiere que el que no siente su voz para un estado más alto y más grande, como es la vida consagrada a Dios, y va a casarse, a su tiempo -pues la fruta que se toma antes de su tiempo se indigesta- se busque una novia; pues los futuros esposos deben conocerse muy bien antes de ir al matrimonio.
La psicología del chico es distinta de la de la chica. Al hombre le cautiva la belleza, la delicadeza y la ternura de la mujer. A ella la fuerza, el valor y la decisión del hombre. En él la atracción hacia el otro sexo es más carnal; en ella es más sentimental. No es raro que un chico sienta atracción sexual sin amor, y una chica amor sin tener deseos sexuales. Lo contrario es menos frecuente. Las mujeres suelen preferir los hombres interesantes más que los hombres guapos.
68,10. El cine ha hecho que la juventud, sin cabeza, sienta idolatría por la belleza física, y así resulta que esa muchachita de tipo estupendo, después de casada sale caprichosa, insoportable; y también aquel chico que enamoraba con locura a las niñas tontas porque se parecía a cierto artista de cine, después de casado sale con un genio insufrible. Los dos son maravillosos para verlos en la pantalla. Pero el matrimonio no es una película de cine, sino una vida que dura muchos años, y con muchos sufrimientos, malos ratos, penas y amarguras. También con sus ratos de felicidad.
Pero desgraciadamente, no todo es felicidad. Si la juventud se preparara para el matrimonio como Dios manda, tendríamos muchos más matrimonios felices.
El tiempo del noviazgo es para conocerse mutuamente, para amarse rectamente. El noviazgo es querido por Dios, pues Dios ha hecho el matrimonio indisoluble, y esa persona a la que vas a unirte para toda la vida, debes conocerla bien antes de casarte con ella. Por lo tanto, es natural - y así lo quiere Dios- que durante cierto tiempo tengáis más confianza entre vosotros y un trato más íntimo para conoceros mejor.
Pero debéis ser muy discretos en las manifestaciones de amor, si no queréis manchar vuestras relaciones. No podéis permitirle a vuestro cariño muchas de las cosas que él os pide con fuerza. Es necesario que aprendáis a llevar vuestro noviazgo con la austeridad que exige el Evangelio. Es muy importante que os propongáis firmemente llevar vuestras relaciones prematrimoniales en gracia de Dios. Eso será atesorar bendiciones de Dios para el matrimonio. En cambio, si sembráis de pecados el camino del matrimonio, ¿podréis esperar con confianza que Dios os bendiga después? Cuántos matrimonios lloran los pecados que cometieron de solteros!
Si el noviazgo es conocimiento mutuo, se impone también como necesidad imperiosa la sinceridad.
No deben existir repliegues ni restricciones mentales. Debe hablarse mucho sobre todas las cuestiones, y confiarse mutuamente los problemas para buscar juntos una solución.
Es, por desgracia, demasiado frecuente, que los novios mantengan el uno con respecto al otro, una postura totalmente falsa. Y es triste que, a veces, esa falsedad dé al traste con la íntima compenetración que debe regir el matrimonio. Los novios van al altar, muchas veces, engañados.
No se conocen. El engañar siempre es malo. Los novios deben ser francos, transparentes el uno para el otro.
El amor necesita admiración. Para ver si sientes admiración podrías preguntarte, ¿me gustaría tener un hijo así? No se trata de con menos o más nariz, sino de ese modo de ser, cualidades, etc.
Los novios deben ayudarse a conocerse mutuamente, tanto en las virtudes como en los defectos. Cada uno debe esforzarse en corregirse de sus defectos y en adquirir las virtudes que el otro desea ver en él. Deben ver si armonizan en el carácter, gustos, puntos de vista, modo de ser, educación y costumbres; si tienen las mismas ideas sobre religión, vida de piedad, frecuencia de sacramentos, etc... Deben ponerse de acuerdo en todos los problemas fundamentales. Si en el noviazgo hay discrepancias sobre esto, en el matrimonio habrá disgustos muy graves. Ya dijo Saint-Exupery : «Amar no es mirarse uno al otro, sino mirar juntos en la misma dirección» ; es decir, tener los dos los mismos ideales.
Y, desde luego, las faltas de armonía y defectos de carácter, es necesario compensarlos con espíritu de mortificación y tolerancia por una parte - siempre que no se trate de cosas ofensivas a Dios- y deseo eficaz de corregirse por la otra. Nadie es perfecto en este mundo; pero todos debemos tener deseos de superación. El esfuerzo mutuo de adaptación es una de las mayores alegrías de la vida conyugal.
Evidentemente que en esta armonía hay grados; pero cuanto mayor sea la armonía, más probabilidades hay para un matrimonio feliz. El ideal sería que esta armonía llegara incluso a detalles como gustos, aficiones, diversiones, hábitos de vida, educación, aseo, orden, modales, lenguaje, etc., etc. El ideal es que los dos sean de ambientes familiares y culturales similares. No por clasismo; sino por armonía. Un notable desnivel de educación, higiene, costumbres, etc., con el tiempo, ocasiona roces que enfrían el amor. Hay una porción de imponderables de educación, higiene, etc., que pueden convertirse en espinas muy desagradables y, con el tiempo, realmente insufribles. Hay personas a quienes se les hace durísimo disminuir de categoría social.
«En general las diferencias de formación y de posición social son obstáculos que impiden llegar en el matrimonio a una completa unión.
La igualdad en las costumbres, resultado de haberse formado en un ambiente parecido, constituye el sólido cimiento de una buena armonía en la vida de cada día, mientras que la disconformidad de las costumbres y una gran divergencia en el grado de cultura pueden actuar como fuerzas disgregadoras. Cuando el estilo de vida difiere ampliamente por proceder los esposos de mundos sociales distintos se va minando poco a poco la solidez del matrimonio. No negamos que ambos esposos puedan ser felices si manda en ellos el corazón, pero con el tiempo nada tiene de extraño que llegue a ser desagradable comer en la misma mesa con una persona cuya educación es discordante con la propia. Pequeñas, pero numerosas diferencias ponen a prueba los nervios de la persona más equilibrada. Para que el hogar sea agradable es necesario cierto grado de educación. Pero si uno de los dos no la tiene, es mejor que tampoco la tenga el otro» (775).
«El amor vence a la muerte; pero un pequeño defecto desagradable, a la larga, puede vencer al amor» (776).
De qué sirve una belleza corporal si esa persona es egoísta, interesada, soberbia, irascible, rencorosa, vengativa, agresiva, cruel, peleona, chismosa, intrigante, maquinadora, displicente, despectiva, hipócrita, falsa, cínica, astuta, posesiva, ambiciosa, dominante, absorbente, autoritaria, impositiva, mandona, insolente, creída, caprichosa, testaruda, arisca, engreída, frívola, superficial, comodona, lujuriosa, alcohólica,¿etc. Etc.? Cualquiera de estos defectos anula una belleza. Por otra parte, es fácil encontrar atractivo en una persona virtuosa.
El carácter ideal es una personalidad comunicativa y amable, un temperamento jovial, una alegría contagiosa, un modo de ser bondadoso y sincero, generoso, amable, cordial, con deseos de hacer el bien a los demás. Con una persona así la convivencia es deliciosa.
Hay otro dato que podrá no ser decisivo ni principal, pero con el que no está mal que contéis desde los primeros días del noviazgo: que no sólo os vais a casar vosotros dos, sino también un poco con sus padres y familiares. Repetimos que éstos rara vez deberán suponer un motivo fundamental en vuestra decisión, pero no está mal que ya desde el noviazgo, sepáis que vais a tener que afrontar esta circunstancia.
Cuantas menos sorpresas se lleve uno en la vida matrimonial tanto mejor .
68,11. Sería de desear que el examen médico prenupcial pasase a ser costumbre general . En muchos países ya es obligatorio, hasta el punto de que no se concede la licencia matrimonial sin la presentación del certificado médico.
Todos deberían llevar en su tarjeta de identidad su grupo sanguíneo y su factor Rh . Todo matrimonio debe conocer el grupo sanguíneo al que pertenece, e investigar el factor Rh correspondiente a cada uno de los contrayentes. Se calcula que más del medio millón de subnormales que hay en España proceden de la ignorancia de esta incompatibilidad por Rh, y la falta subsiguiente de tratamiento adecuado cuando se presenta el embarazo . Sólo hay problema si el padre es Rh+ y la madre Rh-.
Suele ser el uno por mil de los casos.
Es muy importante que las chicas conozcan el factor Rh de su sangre, pues si lo tiene negativo es peligroso mezclar su sangre con un Rh positivo: puede tener los hijos subnormales o muertos. Si el hijo sale Rh positivo, durante el embarazo la sangre de la madre destruye los glóbulos rojos de la sangre del hijo, lo cual produce una intensa anemia que puede llevarle a la subnormalidad o a la muerte. Esto ocurre a partir del segundo hijo. En 1960 se descubrió una globulina que ha sido una buena solución. Se trata de una inyección intramuscular de 5cc. Hay que abstenerse de otro embarazo durante seis meses. La inyección debe repetirse después de cada nuevo hijo que salga con Rh positivo y de cada aborto .
68,12. Hoy hay una corriente feminista defensora de los derechos...
Respuesta
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¿Vos qué es lo que querés realmente? ¿Qué te lleva a pensar que sos una egoísta? ¿Te sentís bien al lado de él? Primero perguntate eso y luego podes ir tomando una determinación de que querés a futuro, demostrarle es tomar una iniciativa, el sexo es un juego y el premio es el placer, no le tengas miedo al que podrá pensar de mi si hago eso o aquello.
¿Qué edad tenés vos y tiene él?
Hola el tiene veinticinco y e veinti ocho
¿Estas atravesando algún momento especial o critico en tu vida? ¿Hay algo más que deseas agregar?
Hace un año que estoy separada de mi marido el cual me golpeaba descabelladamente
¿Y hace mucho estas con tu nueva pareja?

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