Implantar un sistema de calidad

Esas preguntas son un poco subjetivas. Te respondo desde mi punto de vista.
La calidad por la calidad no tiene sentido. Los sistemas de calidad se montan para ganar más dinero, más cuota de mercado, más clientes, etc.
¿Cuál es el objetivo de implantar un sistema de calidad?
Hacer que la empresa gane más. Puede ganar más porque el sistema de calidad hace que los productos tengan menos defectos; puede ganar más porque aunque tenga que pagar los sueldos de la gente que trabaja en calidad, los clientes son más fieles; puede ganar más porque tiene una certificación que le hace ser más competitiva; puede ganar más por lo que sea.
Desde luego, si la calidad es un coste sin beneficio, no vale para nada. Producir más puede ser la meta. O producir mejor, o con menos errores, o con menos costes, o lo que sea.
El objetivo de implantar un sistema de calidad, ya matizo, es que la empresa gane más mediante un aumento en las prestaciones de los productos y una disminución de errores en los mismos.
¿Cuál es la base para diseñar e implantar un buen sistema de calidad?
Precisamente saber lo que he comentado antes, esto es, saber dónde quieres adquirir ventajas competitivas, o dónde eliminar errores. Y por supuesto, saber cuánto quieres pagar (aunque sólo sea en sueldos, que también lo será en equipos) para alcanzar estos objetivos.
A veces, la ventaja competitiva es tener una certificación que otros no tienen.
La base es saber hasta donde quieres llegar, y cuanto te va a costar.
Un sistema de calidad simple y reducido puede ser tan eficiente o más que el más complejo de ellos.
¿Quién define qué sistema de calidad se va a implantar?
Pues las ideas principales, la dirección de la empresa, claramente. Son quienes deciden hasta dónde llegar y cuánto pagar. Desde luego, habrá alguien que les deba asesorar en ello, pero la decisión es suya.