Grietas

CUidar el pie es algo que exige un poco de tiempo y preocupación, pero que es muy agradecido. Al fin y al cabo nuestros pies nos sostienen y nos hacen caminar por la vida, así que no está de más que les dediquemos un poco más de tiempo que ponernos los calcetines y los zapatos.
Creo que lo que te sucede es una cuestión de deshidratación, que, como es normal, se hace más grave en verano. Lo primero de todo son los materiales necesitarás una buena piedra pómez, un par de calcetines de algodón (100%, nada de mezclas), sal gorda, aceite de almendras dulces, un plátano maduro, bicarbonato, aceite esencial de menta, aceite de aguacate y aceite de rosa mosqueta.
Lo primero de todo, dos recipientes en los que puedas meter los pies. Uno con agua muy caliente y otro con agua helada. Échales dos gotitas de aceite esencial de menta y haz baños siguiendo este orden: 1 minuto en agua caliente, 10 segundos en agua fría. Repítelo tres o cuatro veces y termina siempre con el agua fría. Después mezclas aceite de aguacate con unas gotas de aceite de rosa mosqueta, te das un masaje en los pies con esta mezcla y te pones los calcetines de algodón, y toda la noche con ellos. Eso como cuidado diario. Si hace calor y sientes cargados los pies, añade una gotita de aceite esencial de menta a la mezcla de aceites.
Cuidados más específicos. Dos o tres veces a la semana metes los pies en agua caliente con bicarbonato y los dejas un rato largo, hasta que se te arrugue la piel. Cuando ya esté la piel arrugada, pásate la piedra pómez con ganas, haciendo especial hincapié en los talones (también puedes utilizar una especie de cuchilla especial que se utiliza en estos casos, aunque yo no lo he probado nunca y me da un poco de repelús). Al principio te tendrás que pasar un buen rato, así que ponte a gusto. A medida que lo repitas, ya no estarás tanto tiempo. Enjuagate los pies y haces una mezcla con aceite de almendra y sal gorda. Tiene que ser una pasta, así que poco aceite y mucha sal. Te pasas la mezcla frotando con fuerza. Luego hace una mezcla con sal fina y repites. Te enjuagas los pies y haces tus baños fríos calientes como siempre. Te secas los pies y machacas un plátano con un poco de aceite de aguacate y unas gotas de aceite de rosa mosqueta. Te echas la mezcla y te pones los calcetines. Aprovecha y, si tienes unos guantes de algodón, frótate las manos con la mezcla y ponte los guantes. Pasa la noche así y por la mañana te lavas las manos y los pies y te echas un poco de aceite de aguacate con una gotita de aceite de rosa mosqueta y una gotita de aceite esencial de menta.
Ya verás como poco a poco se solucionan tus grietas y tienes los pies mucho más bonitos.
En cuanto a hacerte la pedicura, eso puede ser suficiente a no ser que te quieras arreglar las uñas. Eso lo mejor es que te lo haga alguien y te fijes, porque por escrito es un poco difícil.
Si tienes alguna duda, aquí estoy.