Mi hija de 4 años, presenta distinto tamaño de miembros inferiores. Me gustaría saber si aparte de la solución ortopédica, existen otras opciones para igualar el tamaño de las extremidades, dada su edad.
Generalmente hay una diferencia de longitud de las extrmidades infereriores, lo normal es entre 0.5 y 1.5 cm. Despupés de 2 cm. Se recomienda el uso de soportes Ortopédicos pero si la diferencia es de más de 4 cm. Se recomienda realizar procedimientos Quirúrgicos pero no en este momento hasta que tenga más de 7 años en caso de niñas. Con lo que se puede realizar alargamientos de las extremidades, pero por el momento sólo queda el usar soportes ortopédicos. Lo que si le aseguro es que la longitud nunca va a ser igual. Siempre habrá diferencia de ambas extremidades. Espero que le sirva la respuesta estoy para servirle si desea más información. La discrepancia de longitud de las piernas es una alteración bastante frecuente en nuestro medio y constituye un problema, no solo desde el punto de vista estético, sino también funcional. Como es bien sabido el ser humano no es simétrico, es decir la mitad de un lado no es exactamente igual a la mitad contralateral. Esto se pone de manifiesto en la longitud de las piernas: el ser humano tolera diferencias hasta de 1,5 cm sin producir ninguna alteración, discrepancias mayores pueden conducir a un aumento del gasto energético. Debido a que la pierna más corta tiene que elevar más la pelvis durante la marcha, puede también provocar escoliosis (desviación de la columna) y dolor en la espalda. La causa de desigualdad en la longitud de las extremidades inferiores puede ser desconocida (idiosincrasia) o provocada por traumatismos e infecciones que lesionan la epifísis (núcleo de crecimiento de los huesos), por cuadros de parálisis asimétrica (ej: polio, parálisis cerebral), por tumores, por todas aquellas patologías en las que se afecte el crecimiento del hueso (ej: Artritis Reumatoidea) o por la hipervascularizacion que se produce después de una fractura. En todos estos casos se favorece el crecimiento asimétrico. Por estos motivos, resulta muy importante la evaluación de la longitud de las piernas del niño, primero en forma dinámica durante la marcha, donde podemos apreciar si existe equilibrio de la pelvis o si existe desbalance ( pelvis hacia un lado). También se evalúa si las rodillas se flexionan de igual manera (la pierna larga, tiene mayor flexión de rodilla) y la presencia o no de cojera. Durante el examen físico se realiza la medición real de las piernas; para poder cuantificar en forma objetiva la posible diferencia que exista. Una vez que el diagnóstico de discrepancia de longitud de miembros inferiores se comprueba cínicamente, se procede a realizar una medición radiológica de los miembros inferiores, la cual marcará la pauta para el tratamiento respectivo. Tratamiento El tratamiento de la desigualdad de longitud de los miembros inferiores ha de adaptarse al cuadro especifico y a las necesidades individuales de cada paciente. Los planes de tratamiento solo pueden formularse tras una cuidadosa valoración, la cual consta de un estudio de las edades cronológica y esquelética del paciente (edad ósea), la discrepancia de longitud actual y la discrepancia de longitud posible en el momento en que el niño alcance la madurez esquelética, la cusa del trastorno, el estado funcional de las articulaciones, los antecedentes sociales y psicológicos del niño y su familia. Existen cuatro modalidades de tratamiento para igualar la longitud de los miembros: 1. Zapatos con alzas o prótesis de conversión 2. Epifisiodesis (cierre del núcleo de crecimiento del hueso) a la edad adecuada, de la pierna no afectada, para que la afectada alcance la misma longitud. 3. Acortamiento de la pierna de mayor longitud (en pacientes con edades excesivas para la epifisiodesis). 4. Alargamiento de la pierna de menor longitud. Los objetivos del tratamiento son: equilibrar la columna y la pelvis, igualar la longitud de las piernas y corregir el eje mecánico de carga, de manera de permitir el crecimiento armónico e integrar al niño a sus actividades de forma precoz, impidiendo de esta manera posibles repercusiones bajo el punto de vista psicológico