Dieta grupo sanguíneos

Conozco desde hace tiempo la dieta de Peter D'Adamo sobre los grupos sanguíneos y tengo muy buenas referencias de ella. Puede que en la mayoría de los casos sea una dieta adecuada y así me lo han manifestado algunas personas que la siguen y que han experimentado un cambio en sus vidas pero creo que es demasiado simplista la división, creo que deben haber más factores determinantes que indiquen la idoneidad de una dieta.
En mi caso personal, siendo del grupo O, me aconseja tomar carnes sobre todo y evitar los cereales, sin embargo algo me dice en mi propio cuerpo que esta dieta no es del todo adecuada para mí. Si le puede indicar que un buen filete me ha sacado adelante en algunas ocasiones como en inicios de resfriados o en estados de agotamiento.
El mismo doctor D'Adamo ha publicado una nueva dieta que da un paso más en la definición de los nutrientes que son indicados para cada tipo de persona. Se llama la dieta del genoma. Creo que es un poco complicada y no he llegado a utilizarla.
Para mí la dieta de la zona del dr. Barry Sears o la dieta del índice de glucemia del dr. Patrick Holford, son mis preferidas. La de Holford creo que no la hay editada en español pero a fin de cuentas es muy parecida a la de la zona, de hecho la cita en su libro, y comparten principios que son seguros. La dieta del grupo sanguíneo está por demostrar su universalidad porque creo que no en todos los casos va a funcionar. Tenga en cuenta que aunque antes se consideraba que los condicionantes hereditarios tenían un peso del 80% en la fisiología, ahora ese concepto se ha revertido y son los condicionantes del entorno y las costumbres los que adquieren mayor protagonismo en su influencia vital. Antes se creía que si una persona tenía 4 o más ascendientes diabéticos estaba condenado a padecer la enfermedad a lo largo de su vida. Hoy se estima que la genética influye en solo un 20% y que las costumbres, el entorno y la forma de vida determinarán en mayor medida la aparición o no de la enfermedad. Esto me lleva a pensar que el grupo sanguíneo no ha de ser necesariamente un factor de destino en nuestras vidas. Es como si dijéramos que todos los del grupo A van a tener necesariamente tal o cual enfermedad. Eso no se ha demostrado.