Bebe de 8 meses duerme mal por la noche

Tengo un bebe de 8 meses, y se despierta muchas veces en la noche. Solemos acostarle sobre las 20:00 horas, después de un baño, un ratito de relax en el sofá con música suave y luz tenue, le damos su biberón de 270 ml, con 6 cacitos de cereales y se duerme más o menos rapido en su cuna, pero sobre las 22:00 horas se despierta, y de ahí en adelante cada hora o cada media hora. El gime un poquito, le ponemos el chupete y normalmente se calla, pero al ratito otra vezzzzz... Hemos probado a darle más leche por la noche, pero no la quiere, porque come muy bien y no creo que tenga hambre. No sabemos que hacer, duerme en su cuna pero en nuestra habitación, y a veces conmigo en la cama porque no coge bien el sueño.
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Algunos papás consideran que el hambre es la razón por la que se despiertan. Tradicionalmente se ha creído que un bebé bien alimentado dormirá profundamente hasta que necesite comer otra vez, pero se ha demostrado que esto no siempre se cumple. Algunos bebés muy bien nutridos duermen menos que otros que padecen deficiencias en la alimentación. Las madres que han sido educadas bajo la creencia de que si su hijo duerme mal, es por un defecto en su alimentación, proporcionara al mismo raciones extras de comida, o adelantando la alimentación complementaria, cuando se trata de lactantes, provocando cólicos, o intolerancias. Dicho ésto, pudiéramos estar frente a un caso de intolerancia gástrica o presencia de lo comúnmente llamado cólicos, en este caso postprandiales, es decir, después de haber comido o cenado. En efecto, la atmósfera que ustedes le han propiciado parece ser la ideal, entonces queda descartado que sea por disturbios en el ambiente, y sí lo relacionaríamos directamente con la alimentación.
Ahora, es de suponer también que en esa misma atmósfera que ustedes le proporcionan al pequeñito, también ustedes están relajados al mismo tiempo que él (de acuerdo al ambiente suave, la música, luz tenue y cálida, etc.), lo cual me satisface saber. Sobre su alimentación papás, considero que aunque no es predominante en sólidos, es relativamente excedida, sobretodo tomando en cuenta el horario en que se da, y recordando toda vez que por la noche no es recomendado dar alimentos tan complejos, incluso ciertos cereales (no me especifican cuales), ya que una dieta nocturna más copiosa producirá directamente efectos en la calidad de sueño del pequeñito. Esto es, claro, si es que otras alteraciones queden descartadas, tales como que el pequeñito esté presentado un cuadro de infección respiratoria que lo tenga discretamente febril, catarro manifestado por congestión nasal, accesos de tos, o problemas en su piel, como el eccema o la dermatitis, así como trastornos emocionales, cansancio y otros quizás no muy tomados en cuenta como la presencia de gases y cólicos.
En relación a los cólicos, éstos consisten en ataques periódicos de gritos penetrantes y agudos aparentemente causados por un dolor intenso y acompañados de estiramiento y elevación de las piernas, ruidos en el abdomen y expulsión de aire por el ano. El llanto nocturno puede deberse únicamente al hecho de que los bebés notan que sus madres están más cansadas, nerviosas y tensas, aunque el aire y el malestar aparente son la consecuencia y no la causa del llanto. Aquí el consejo que les doy es que lo consuelen estrechamente cuando él comience a llorar ya que no sabe que le ocurre y aunque no puedan evitar que llore, están haciendo mucho por él si lo tienen en brazos mientas pasa por esto. Como ven este es un buen motivo para no privarse del placer te tener a su pequeñito en brazos todo el rato que quieran para consolarlo. Otra medida es envolvernos, ya que a muchos pequeños les gusta estar envueltos porque se sienten protegidos y así les recuerda la protección del útero materno. Y parece ser que también les alivian los cólicos. En cuanto a los gases, un bebé, al llorar y gritar, está inspirando una gran cantidad de aire. Cuando se le coge en brazos y se le sujeta en una posición vertical, se está facilitando la expulsión del aire en forma de eructos. Pero el motivo del llanto no tiene porque ser que el niño tenga ganas o necesidad de eructar, sino por ejemplo el frío, el aburrimiento o la necesidad de compañía. Los gases no son otra cosa más que el aire que el bebé ha tragado. La mejor forma de intentar remediar esto es intentar que el niño inspire la menor cantidad posible de aire, durante su alimentación y cuando llora.
En cuanto a la alimentación, los médicos recomendamos no añadir sólidos, ya sea cereales u otros en la alimentación nocturna por biberón, ya que ingerir esta mezcla espesa de un biberón es difícil y hace que los bebés traguen más aire. Si su bebé come el cereal con tanta facilidad, puede que tome más calorías de las que necesita. Tanto la leche materna como la de fórmula tienen mayor valor nutritivo que los cereales.
Además del malestar y del dolor provocados por las molestias enumeradas, otros trastornos físicos pueden ser la causa del despertar de un niño pequeño. Por ejemplo, una infección de oído, tos, resfriados, cualquier tipo de infección, e incluso una erupción causada por los pañales. Todas estas afecciones son muy habituales, muchos niños perfectamente normales sufren cinco o seis infecciones de oído o garganta cada año. Cualquiera que sea la causa es muy importante mitigar el sufrimiento del niño para que este pueda dormir con normalidad, así como les comento.
De ser que alguna de estas causas queden descartadas por ustedes, espero haber resuelto sus dudas y quedar a sus órdenes.
Dr. carlos a. castanedo
6587993
México

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