Los mareos sí podrían corresponderse con síntomas de retirada, pero lo de "me pongo nervioso", no lo he visto descrito como síntoma de retirada, y podría pensarse en otro origen. Quizá te pueda poner nervioso el hecho en sí de retirar la medicación.
Si sólo se tratase de retirar el medicamento, y ya que existen dificultades con la pautas de descenso más habituales, se trataría de escalonar todavía más la retirada (de Anafranil hay tabletas de 10 mg.), ya que si lo sustituyeses por otro medicamento con efecto anticolinérgico al final podrías tener el mismo problema con su retirada. Se podría empezar por disminuir 5 mg., lo cual se podría repetir a los 15 ó 30 días, o más, recomendándote que lo hagas en contacto con tu médico, tanto para ver tu evolución como una posible recaída (así como para ver tus motivos de retirada; la mera dependencia del medicamento no sería motivo suficiente si el medicamento sigue siendo necesario), siendo aconsejable que, si no lo has hecho, te acompañes de psicoterapia, para lo cual te dejo un blog sobre actitudes saludables. Dedicar la vida a hacer el bien de verdad, es algo muy conforme a la naturaleza humana, y que mejora la salud, ayudando también a adaptarse mejor a cualquier enfermedad o contrariedad; justo al contrario que el efecto perjudicial de vivir para uno mismo. Yo te diría que lo mirase todo desde el prisma de la generosidad, desde lo que puedes hacer por el bien con ello, y que este objetivo esté por encima de tus particulares intereses. Abajo te dejo algo de lo encontrado en la literatura al respecto.
Un saludo.
Ana Vázquez
[email protected]http://actitudessaludables.blogspot.comP.D. La recomendación general es la disminución gradual, tanto para evitar los síntomas de retirada como el riesgo de recurrencia de la sintomatología que hubiera dado lugar a la prescripción.
Se refiere con respecto a los antidepresivos tricíclicos (ADT), grupo al que pertenece la Clorimipramina.
"Para retirar un ADT o reducir su dosis, lo más prudente es hacerlo de forma escalonada, a razón de 25 ó 50 mg cada 2 ó 3 días, ya que muchos pacientes presentarían síntomas de rebote anticolinérgico si la interrupción fuese brusca. Estos síntomas serían náuseas, malestar estomacal, cólicos, sudoración, cefalea, dolor en el cuello y vómitos". (1)
"Las posibles dudas respecto a si el paciente sufre un efecto rebote o los síntomas de la enfermedad están reapareciendo pueden resolverse mediante la administración de una dosis del fármaco retirado, pues con frecuencia ésta alivia rápidamente los síntomas y confirma el diagnóstico de síndrome de abstinencia" (1)
La súbita retirada de antidepresivos tricíclicos puede cursar con pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, incremento de la salivación, dolor de cabeza, dolores musculares, mareo y trastorno del sueño (2). Los síntomas de retirada de antidepresivos tricíclicos son idénticos a la discontinuación vista con antiparkinsonianos (2). Estos síntomas puedes ser prontamente aliviados por la administración de anticolinérgicos. Síntomas similares a los de retirada son similares a los que tienen lugar por la administración de agentes colinomiméticos (2). Parece que estos síntomas de retirada asociados a los antidepresivos tricíclicos y antiparkinsonianos son debidos al rebote del incremento de la actividad del sistema colinérgico en la ausencia del efecto anticolinérgico de esos agentes. (2)
1. Schatzberg, A.F., O.Cole, J. DeBattista, Ch. Manual de Psicofarmacología. Barcelona: Ars Médico; 2005.
2. Bernstein J.G. Handbook of Drug Therapy in Psychiatry. 3rd de. St. Louis: Mosby; 2005.