Deficit de atencion

El Psiquiatra son los que prescriben medicamento

Aparte de que el Metilfenidato sólo tiene aprobado su indicación de uso para el TDAH en niños a partir de 6 años (también lo estaría en adolescentes, según la siguiente actualización), cuando otras medidas indicadas se han mostrado insuficientes, y como ves en la siguiente ficha no está exento de efectos secundarios, lo que refieres no me parece que tenga nada que ver ni con este trastorno ni con este tratamiento, al menos, en principio.
http://www.aemps.es/actividad/alertas/usoHumano/seguridad/NI_2009-01_metilfenidato.htm
https://sinaem4.agemed.es/consaem/especialidad.do?metodo=verFichaHtml&codigo=65152&fichaCompleta=S
La concentración es algo que cuesta a todo el mundo, sobre todo en ciertas etapas (en las que no se ve tan clara la finalidad de lo que se estudia, o bien por deficiencias en lo didáctico de una materia (en muchas ocasiones impartiéndose simples conocimientos superficiales lo cual dificulta su comprensión, estando la materia más bien enfocada a su simple memorización, lo cual dificulta también la concentración). La concentración depende de la materia de la que se trate, y su dificultad, en principio, no constituye un problema ni significa nada patológico, sino que generalmente requiere un esfuerzo, al menos en algunas materias, que requieren un ejercicio más activo.
La ansiedad de la que hablas puede dificultar la atención, y con ello no es posible la concentración. Y, por lo que dices, tu falta de atención concentración serían más bien secundarias a la ansiedad (incluyendo tu preocupación por el rendimiento) que sería lo que habría que tratar en principio, lo cual te vendrá bien en muchos aspectos, y no centrarse en la atención, que es una simple consecuencia; esto es, en principio, lo que me parece de lo que cuentas; en cualquier caso, lo siguiente no te vendrá mal.
Con respecto a la atención-concentración, y en lo que se refiere al rendimiento, te aconsejaría lo siguiente:
1.- Delimita en unos folios muy bien el problema: en qué asignatura te ocurre más, a qué hora, en qué circunstancia, si hay alguna circunstancia que te lo puede aliviar (como estudiar con amigos u otras personas, o que te tomen la lección, o que te la tomes tú, por ejemplo tapando la materia, y haciendo el esfuerzo de escribir lo que sabes sobre un asunto, volviendo luego a mirar, lo cual te facilitará el ver lo que se te ha quedado, así como repitiendo lo anterior, etc.). No te quedes pues en un vago, general e inmovilizador: "no me concentro".
Hablabas de que lo suplías con motivación; efectivamente este es un elemento o motor fundamental, y no quiere decir que ahora no te pueda funcionar, sino que es posible que anteriores motivaciones no fueran las ideales, y ahora no te sirvan, pero creo que ahora tienes que reforzar el tener una buena motivación. Y te recomiendo el reflexionar al día una hora, al menos, sobre este tema (te puedes ayudar de la escritura); creo que es importante que todo lo que hagas en la vida (estudios, posible trabajo) esté enfocado hacia hacer todo el bien que puedas en la vida, no hacia tus intereses, los cuales no te sirven como objetivo último válido. Y en este sentido te dejo abajo un blog sobre actitudes saludables, así como alguna película y libros recomendables.
De lo que veo releyendo tu mensaje:
-Tienes que deshacer ese círculo vicioso, de estar pensando siempre en lo que digamos, no te toca.
Y es una cuestión de pararse un poco y organizarse. Creo que te puede venir bien un horario para cada cosa, tanto para estudiar, como para pensar qué haces ante determinada cuestión que pueda preocuparte; para que las preocupaciones vaguen sin rumbo no hay horario, sino que la diversa materia será desviada al horario correspondiente (incluso te puedes llevar unos folios en los que vayan apuntando algo, que te pueda surgir, por si tienes miedo de que se olvide, aunque si es importante, generalmente ya te surgirá cuando te pongas con la materia concreta). Por ejemplo: a estudiar: 4, 5 horas al día, o las que sean, con un horario (por supuesto que el horario siempre estará a tu servicio, y no al revés, pero sin duda te ayudará, aunque en ocasiones tengas que adaptarlo a las circunstancias, adaptaciones que también irás viendo si son convenientes o no, dependiendo de los motivos; la guía final de hacer todo el bien que puedas te ayudará a ello); para pensar en el rumbo de tu vida, una hora al día, o dos; a pensar en cualquier otro asunto: enfoque del noviazgo, trabajo, etc. lo que creas que necesitas. En el tiempo que le dediques a estudiar, ya no estés pensando ni en la motivación de los estudios (que ya estará pensada, o con un horario fijado para ello), ni en el rendimiento (yo te recomendaría no guiarte por rendimientos, sino por medios que tú aportas, es decir, por lo que tú hagas; el depurado objetivo en la vida que te dije, te ayudará a no pretender más de lo que puedas, y a verlo todo desde el punto de vista generoso (las limitaciones ayudan mucho; entre otras cosas a algo que es muy beneficioso que es a no creerse superior a los demás, que es tan perjudicial).
-No te aconsejo relacionar autoestima con rendimiento concreto. Te diré más, la mayor valía de la persona es cuando actúa conforme a su máxima capacidad para el amor generoso; su capacidad para anteponer el hacer el bien en la vida a su interés (incluso de sentirse gratificado ante un determinado rendimiento). Y para eso hay que estar muy libre de los intereses particulares de uno (fíjate que decía San Juan de la Cruz, algo así como que la santidad era de suyo muy humillante, y es verdad totalmente; si uno se guía por sus particulares intereses, resulta que ya no hace nada bueno en la vida, y todas las acciones que lleve a cabo, por muy brillantes que sean, resulta que son inútiles y perjudiciales para el bien de las personas).
-Cuando vayas a dormir, "suelta" todo lo que no dependa de ti. Envía mentalmente cada preocupación a su horario correspondiente, y si tuvieras que pensar en algo, pues no pienses en lo que no depende de ti, sino en lo que tú puedes hacer en positivo al respecto (siempre con intención última generosa).
-Por supuesto mirando el noviazgo con visión generosa, no haciendo nada malo en sí mismo; el noviazgo no está para pasar el rato, ni para satisfacer los propios intereses; esto no ayuda a nadie, ni es base sólida de nada; ayuda a tu novia también a crecer como buena persona, con lo cual facilitarás el que crezca lo mejor de ella; no fomentes en ella el que se guíe por tus intereses.
Yo te diría que pongas todo esto en práctica olvidándote un poco ya del estado de ánimo al que has llegado;, digamos que pon el remedio, y esto pondrá las cosas en su sitio.
Una vez que hayas actuado de la mejor manera, mira los resultados también desde la generosidad; por supuesto que es normal ir aprendiendo, pero no es bueno el cambiar la actuación por mirar los resultados desde los intereses. Actúa de la mejor manera y confía en que los resultados, aunque no te lo parezca serán los mejores; digo que aunque no te lo parezca desde una visión más interesada (y, por tanto, más chata y empobrecedora), pero lo verás más claro si tu objetivo último ya no son tus intereses, sino que es hacer todo el bien que puedas en la vida, para lo cual nunca van a pedir a uno más de lo que puede, sino lo que puede, pero con la más recta intención, con la intención más depurada . Y, para hacer el bien sirve todo, si uno se lo propone a partir de un momento determinado (incluso las equivocaciones cometidas, o el tiempo perdido; aunque quizá puede uno ver, que a falta de buenas motivaciones, uno también pudo haber cometido más equivocaciones quizá con resultados aparentemente más deseables).