Hola, tengo 26 años y suelo beber los fines de semana. Desde hace más o 1 mes menos al día siguiente de beber tengo el pulso acelerado, tanto que no consigo ni dormir, esto lo he notado también en el gimnasio al levantar grandes pesos o al realizar ejercicios aeróbicos me canso antes y mis pulsaciones suben más pronto, de hecho ya no puedo correr 1 hora seguida porque me dan mareos y esto antes no me ocurría. Sigo una alimentación muy variada y casi sin grasas (pasta, verduras, carne de pavo o pollo y muchas frutas) y nunca tomo café u otras bebidas estimulantes. ¿A qué se puede deber?, ¿Puede no tener nada que ver directamente con la bebida?
Veamos: Los principales efectos nocivos de la ingesta de alcohol son sobre el hígado, sin embargo hay una gran cantidad de efectos sobre otros sistemas orgánicos. En relación al sistema circulatorio los principales son: 1. Una enfermedad conocida como miocardiopatía alcohólica en la cual hay alteración de las células del músculo cardíaco. Las manifestaciones clínicas son las de una falla o insuficiencia cardíaca: sensación de falta de aire, hinchazón o edema en los tobillos, taquicardia (pulso acelerado) con esfuerzos moderados, etcétera. 2. Arritmias cardíacas, frecuentes en los bebedores excesivos ocasionales (como es tu caso de bebedor de fin de semana). El pulso acelerado o taquicardia, que es una frecuencia de latidos del corazón mayor de 100 por minuto en reposo o mayor de la frecuencia máxima esperada para un ejercicio dado es una manifestación frecuente, luego de la cual pueden venir arritmias ventriculares o de las aurículas que se manifiestan clínicamento por pulso acelerado o sensación de palpitaciones en el pecho o falta de aire, y 3. Aunque no es exclusivamente circulatoria, tiene componentes de alteraciones cardiovasculares, la llamada disautonomía alcohólica se manifiesta con pulso acelerado sostenido (taquicardia), arritmias cardíacas, disminución de la tensión arterial al levantarse después de estar sentado o acostado, diarrea, impotencia, incontiencia urinaria. Ahora bien, por supuesto que es posible que alteraciones como las que mencionas estén relacionadas con la ingesta de alcohol, dependerá también de la cantidad del mismo, del tipo de etanol ingerido (recuerda que en algunos países hay el riesgo de consumir alcohol adulterado) de la duración de la ingesta de alcohol y de la susceptibilidad individual para reaccionar de manera diferente ante una misma cantidad de alcohol. Por otro lado también es posible que se trate de una molestia no relacionada con el alcohol, en tu caso dada tu edad y que realizas ejercicio con mucha mayor razón hay que realizar un examen cardiológico para buscar alguna causa orgánica que ocasione las molestias que mencionas. En algunas situaciones una enfermedad cardiovascular se puede mantener estable y controlada hasta que se le exige mayor esfuerzo al corazón ya sea con ejercicio u otras situaciones de estrés como la ingesta de alcohol