Me siento sin ganas de seguir con mi vida

Gustavo Adolfo Bécquer: Amor eterno
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Querida Myart: ya sé que no puedo ni imaginarme lo que estarás sintiendo en estos momentos, cuando se cumplen tan pocos meses de casados, y encima tienes una vida nueva latiendo en tu interior. Pero he pensado que este poema te haría pensar, y tal vez llorar un poco. Es uno de los poemas más breves y más hermosos de la lengua castellana, pero creo que se puede aplicar, de alguna manera, a tu situación...
Nueve meses no son nada, lo sé... Pero a veces, incluso una sola noche puede representar una vida entera. Lo que cuenta realmente no es el tiempo que se ha compartido, sino la calidad del mismo: los amaneceres compartidos tras una noche de confidencias, de caricias y de secretos; los atardeceres, cuando la noche se cierne sobre los amantes; los pequeños placeres compartidos... Piensa en todo esto, en lo que habéis tenido juntos, ponlo incluso por escrito, añade todas las fotos que puedas encontrar, y ve preparando lentamente, un libro en el que se cuente vuestra historia de amor... que compartirás con tu hijo...
Si eres creyente, da igual de qué creencia, la hora de la muerte de todos y cada uno de los seres humanos está marcada con antelación, y es algo que no se puede negociar. A tu marido le llegó la hora, y ya está. Un infarto fulminante, en términos médicos, no deja de ser una de las mejores maneras de morir. Ten en cuenta que existen otras formas, mucho más horrorosas, y que algunas de ellas le podrían haber tocado a tu marido. Por ejemplo, podría haber tenido un derrame cerebral masivo, que le dejase en coma, y con una calidad de vida nula. También podría haber sufrido un infarto más leve, pero que le dejse paralizado y totalmente consciente durante el resto de su vida... O podría haberle atropellado un coche, quedando tetrapléjico y moviendo solamente las cejas y los ojos, durante años y años alimentado con sonda y respirando con un ventilador... O contraer un cáncer, como el que se llevó a mi padre en 5 meses, y lo dejó seco como una momia, y con la razón perdida... ¿No te parece cualquiera de ellas mucho peor que un piadoso infarto? Y en 3 minutos, nadie, ni el propio Dios, podría haberlo salvado.
Tienes algo, alguien, por lo que luchar, que vale la pena y justifica todos tus esfuerzos. Es lo único, al margen de tus recuerdos, que te queda de él, y según vaya creciendo en tu seno, a medida que pasen los meses y notes que esa vida nueva que los dos creasteis se va desarrollando, te notarás menos sola, y recuperarás la ilusión. Y cuando nazca, cuando empieces a buscar en tu hijo los rasgos de tu marido, cuando pase el tiempo y reconozcas algunos gestos, alguna sonrisa, verás que tu vida se irá tiñendo un poco más con el color de la esperanza.
Pero para todo esto, para que llegue esta nueva etapa, para que prosigas tu camino, tendrás que seguir siendo fuerte, recurrir a tu familia, a los amigos, a ti misma, a quienes necesites. No te desanimes, querida amiga, porque no estás sola, ya nunca lo estarás, y siempre tendrás a tu hijo para recordarte a tu marido y vuestra felicidad...
Esperando haberte ayudado, y poniéndome a tu disposición para lo que puedas necesitar, recibe un cordial saludo de Vilainmatou...