Vamos a ir por partes:
En cuanto al pinchazo con la jeringuilla:
Cuando en el entorno hospitalario, un sanitario sufre un pinchazo accidental con la aguja de la jeringuilla con la que está atendiendo a una persona portadora del VIH, hay riesgo de transmisión del virus.
Estadísticamente, la infección puede ocurrir en un 0,3% de los casos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la transmisión es una posibilidad, no una seguridad, ya que depende de varios factores:
- Carga viral de la persona infectada (a mayor carga viral mayor poder de infección y viceversa)
- Tipo de relación o situación de riesgo (las hay de mayor o menor riesgo)
- Tiempo de exposición al virus.
- Tipo de fluido que se ve implicado en la práctica y cantidad del mismo.
- Otras ITS en la persona “sana” que provoquen bajada de defensas: ulceraciones, inflamaciones, alteraciones de las mucosas…
- Otras infecciones no ITS que bajen las defensas del sistema inmunitario.
- Cantidad de prácticas de riesgo (matemáticamente, a mayor cantidad de prácticas de riesgo, más probabilidades de transmisión).
- Existencia de heridas previas que permitan el paso del virus al interior del organismo.
En estos casos, el personal sanitario afectado, puede acceder lo más rápido posible a la PPO (Profilaxis Post Exposicional Ocupacional).
No es lo mismo una jeringuilla que una aguja.
En cuanto a los síntomas:
Cuando se tiene una práctica de riesgo el único modo de saber si hay o no infección de vih es mediante una prueba específica de vih puesto que no existen síntomas de vih.
Para poder considerar un resultado negativo como concluyente hay que cumplir con un periodo ventana establecido para cada prueba.
3ª generación
El organismo tarda un tiempo, diferente en cada persona, en generar anticuerpos específicos frente al VIH.
Hay personas que los tienen a las dos o tres semanas, sin embargo, estadísticamente se sabe que a las 8 semanas (2 meses) la gran mayoría de las personas (95%) ya los han generado. Para cubrir ese 5% que falta, se alarga el tiempo hasta 12 semanas (3 meses), momento en que se considera un negativo concluyente y definitivo.
4ª generación o Prueba combinada (Combo)
Actualmente, en la sanidad pública española, se realiza la prueba de 4ª generación o prueba combinada (en la mayoría de los centros de salud).
Consiste en la detección, en la misma muestra, de los anticuerpos y del antígeno P24 del virus.
Esta prueba, realizada a los 28 días de la posible infección, permite en muchos casos la detección precoz de la presencia del VIH. A las 4 semanas, tiene una fiabilidad del 95%
Por tanto un resultado positivo, que siempre se ha de confirmar (generalmente con la Western Blot), permitiría el acceso al tratamiento de forma temprana.
No obstante, un resultado negativo, aunque tiene mucha fiabilidad, requiere la repetición de la prueba a los 45 días (un mes y medio) de la práctica de riesgo, para que sea definitivo.
Espero haber aclarado tus dudas.
Este mes, estamos realizando una evaluación del Servicio porque nos interesa mucho su opinión, para ello le vamos a hacer cinco preguntas, no tardaremos más de medio minuto.
1. ¿Considera usted que se han resuelto sus dudas?
2. ¿Piensa qué a través del Servicio podemos contribuir a que la gente no asuma nuevas prácticas de riesgo para el VIH?
3. ¿Piensa qué a través del Servicio podemos ayudar a reducir la discriminación y estigma del VIH?
4. En una escala de 1 a 5, ¿Cómo valoraría el trato recibido?
5. ¿Tiene alguna sugerencia que hacernos?
Muchas gracias por su colaboración, nos ayuda a mejorar.