El arrendador no soluciona los problemas con la luz

Somos unos estudiantes y nos encontramos actualmente en periodo de estudios viviendo en un piso de alquiler.
¿Hace unos meses hemos recibido unas facturas de la luz de 90?, concretamente 3 facturas. Obviamente no hemos consumido tanto como para llegar a ese dineral, puesto que simplemente tenemos un par de portátiles y las luces. Estas facturas han llegado de forma imprevista, puesto que anteriormente no pagábamos este dinero. Tenemos todas las facturas que lo demuestran.
A partir de la llegada de la primera factura nos pusimos en contacto con el arrendador para que tomase cartas en el asunto, porque entendemos que esa es su obligación, además las facturas de la luz vienen a su nombre. Pese a avisarles, no pusieron empeño por resolver nada. De hecho, tuvimos nosotros que presentarnos en la delegación de la empresa suministradora y realizar las oportunas quejas para resolverlo. Entendemos que esto correría por parte del arrendador.
Después de quejarnos bastantes veces, el arrendador se presentó en la empresa suministradora e hizo algunos cambios, que no sirvieron para nada puesto que las facturas de la luz siguieron llegando de la misma manera. Comenzamos de nuevo a comunicárselo a los propietarios y no hemos recibido respuestas. Simplemente se limitan a pasar del tema y a olvidarse de sus inquilinos, probablemente porque el contrato se nos acaba en julio y estamos dispuestos a dejar el piso.
La pregunta es si podemos realizar acciones legales contra ellos, por no realizar las oportunas reparaciones en la vivienda, para que la instalación de luz sea la correcta, ya que estamos pagando dinero que no nos corresponde y que no hemos gastado, y pedirles que nos devuelvan una cierta cantidad.
Ahora que nos vamos, sí muestran interés en resolver el problema de la luz porque se ven en la situación de tener que pagar ellos esta factura cuando acabe nuestro contrato. Vemos claramente como nos dejaron el problema y tuvimos que pagar nosotros, cuando al firmar el contrato contábamos con un gasto de luz mucho menor.
A parte de esto el arrendatario se presenta en nuestro piso sin avisar con antelación, sin haberse acabado el contrato y preteniendo entrar para enseñar el piso a otras personas. Tampoco sabemos hasta que punto merece la pena cerrarles la puerta hasta el 1 de agosto, que sería cuando se acabaría el contrato.