La primera profecía sobre el Mesías se encuentra en Génesis 3, 15: "Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar" Pero algunos exegetas no la consideran claramente aplicable al Mesías y dan la Génesis 49, 10 como la primera por referirse más concretamente a los judíos: "No se apartará de Judá el cetro, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que venga Silo y los pueblos le obedezcan". A pesar de eso, está llena de contradicciones; la nota que tengo puesta en la página web es la siguiente: "Primer anuncio claro de la llegada de un Mesías. Sin embargo, empezó mal la profecía: el primer rey de Israel no fue judío sino de la tribu de Benjamín (I Sam 10, 20-21; Act 13, 21). Empezó y continuó mal: por muchos siglos antes de la llegada de Jesús de Nazaret no había ningún reino ni ningún cetro judíos. Es más, el "rey títere" que los romanos pusieron en Israel, Herodes el Grande, era idumeo, no judío"