Señal de la cruz: manos
Saludos, Padre. Soy católico y si bien no soy concurro seguido a la iglesia, creo verdaderamente en los fundamentos de nuestra religión. Creo en la señal de la cruz como manera de reafirmar nuestra pertenencia a la familia cristiana y ponernos bajo la bendición y la protección del Señor, tanto a nivel espiritual como físico. Mi duda es la siguiente: yo no me beso las manos cuando hago la señal de la cruz. Sostengo que mis manos no tienen nada, lo sagrado es la cruz, creo que al realizarla reafirmamos su significado con el "Amén" final, no siendo necesario besar las manos, pues mis simples manos no tienen nada. Este punto de vista mío, es correcto, ¿o estoy equivocado? Muchas gracias.
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Desde luego usted no hace nada malo besándose las manos después de hacerse la señal de la cruz. Sí es cierto que en la tradición histórica de la iglesia ese gesto nunca ha estado presente. En algunos países sí se besa el dedo purgar tras hacer la señal de la cruz, pero es algo que más bien pertenece a los usos libres que la gente de a pie ha ido añadiendo sin que la Iglesia haya puesto alguna objeción, de hecho es difícil ver por ejemplo a un sacerdote, por lo menos en mi zona, que bese el dedo purgar.
En todo caso su argumento me parece sensato y, a no ser que usted realice el gesto llamando la atención excesivamente (algunos exageran gestos propios para ser vistos por los demás) estoy convencido que puede seguir sin ningún tipo de problema.
Dios le guarde!
En todo caso su argumento me parece sensato y, a no ser que usted realice el gesto llamando la atención excesivamente (algunos exageran gestos propios para ser vistos por los demás) estoy convencido que puede seguir sin ningún tipo de problema.
Dios le guarde!
Gracias, Padre. Su respuesta ha sido muy clara e instructiva. Pensaba que era dogma de la Iglesia o que era obligatorio. Le comento que lo hago por ejemplo al pasar frente a la iglesia, haya o no haya gente, y también cuando rezo en la intimidad de mi hogar. Sin duda son misteriosos los caminos del Señor, pues ha querido que encontrara en usted la respuesta que debía escuchar. También su respuesta me hizo sentir paz. Muchas gracias.