Como puedo encontrar la felicidad, si nada de lo que hago me llena el corazón, que me esta faltando, porque este gran vacío a pesar de que estoy trabajando en lo que me gusta, tengo una linda familia, estoy muy bien con mi pareja, pero aun así siento que algo me esta faltando y aun no logro saber que es...
Los hombres no nacemos felices o infelices, sino que aprendemos a ser o lo uno o lo otro. Tampoco nadie se topa con la felicidad a la vuelta de una esquina como se encuentra a un amigo. No es como la lotería, que llega un día de repente. No hay felicidad a bajo precio. Es algo que tiene que forjar cada uno, aprendiendo a ser feliz. Es cierto que nuestro entorno influye en nuestra felicidad, pero la felicidad no puede considerarse como algo externo, que a uno le toca o no le toca. Esos planteamientos es un error, la mejor forma de perder la esperanza en la lucha diaria por mejorarnos y mejorar el mundo que nos rodea. Podemos hacer mucho por tomar las riendas de nuestra vida y ser felices. ¿Se puede ser totalmente feliz? Total y absolutamente feliz, no. Siempre hay cosas que nos llevan a sentirnos infelices, y a veces son difíciles de explicar. Toda vida humana tiene momentos de dolor, y lo habitual es que sean frecuentes y que llenen la vida de cicatrices que van curtiendo a la persona. La vida es un forcejeo permanente con la adversidad. Tu me explicas que tienes "esto y aquello" y sin embargo te sientes vacío, nada te llena el corazón. Como si algo te faltara. Saber desde este medio la razón de tus sensaciones es realmente difícil, pero puede haber algunas razones. Por ejemplo, muchas veces sufrimos, o nos embarga como un sentimiento de desánimo, o de agobio, o de fatiga interior, y no hay a primera vista una explicación externa clara, porque no hemos tenido ningún contratiempo serio, ni tenemos hambre, ni sed, ni sueño, ni nos faltan la salud o las comodidades. Son dolores íntimos, y si investigamos un poco llegamos a descubrir que están causados por nosotros mismos: muchas de las quejas que tenemos contra la vida, si nos examinamos con sinceridad y valentía, nos damos cuenta de que provienen de nuestro estado interior, de nuestra pereza, de pequeños egoísmos, envidias, susceptibilidades, etc. En definitiva, de errores personales que nos producen una decepción. Sin embargo, hay que pensar que es precisamente esa decepción la que nos brinda la oportunidad de mejorar y ser más felices. Igual que el dolor físico tiene la inestimable utilidad de avisar de que algo en nuestro cuerpo no va bien, esos dolores de que hablamos nos advierten de que algo en nuestro interior debe cambiar. Es positivo (además de ser natural) que notemos con intensidad el peso de nuestros errores: si no fuera así, sería muy difícil que nos corrigiéramos. El hombre que se ejercita en llevar sus sentidos hacia el interior, que busca su presencia en lugar de huir, ese hombre no se siente vacío; ese hombre nunca está triste; ese hombre nunca es desdichado por más que lo encierren en un calabozo y lo carguen de cadenas. Ese vacío, ¿por qué? ¿Por tus miserias? ¿Dios forma parte de tu vida? ¿Tienes un motivo trascendente por el que vivir?. Sé sencillo. Abre el corazón. Mira que todavía nada se ha perdido. Aún puedes seguir adelante, y con más amor, con más cariño, con más fortaleza. Refúgiate en la filiación divina: Dios es tu Padre amantísimo. Esta es tu seguridad, el puerto donde echar el ancla, pase lo que pase en la superficie de este mar de la vida. Y encontrarás alegría, reciedumbre, optimismo, ¡Victoria!... Busca a Dios, habla en la oración, adéntrate en ti mismo con El, y se sincero contigo mismo. Busca el motivo en tu interior, no en el exterior. ¿Cuánto más has alimentado a tu cuerpo que a tu espíritu? ¿Estos signos de vacío interior, es un síntoma de abandono espiritual? ¿De alejamiento de Dios? ¿De falta de oración?, ¿Tu espíritu "pide auxilio" para que presentes más interés?. Eso solo tu puedes responder.