Prácticamente todo el entorno a Jesús que cuentan los evangelios es, no sólo no aplicable al verdadero Mesías, sino contradictorio con él.
Los textos judíos que anuncian el advenimiento del Mesías, tanto en su entorno histórico como personal, no tienen nada que ver con lo atribuido a Jesús de Nazaret.
Jesús nació en unas circunstancias especiales, según el NT, claro (padre etéreo, madre virgen, entorno familiar, descripciones de viajes, profecías -la matanza de los inocentes de Belén, por ejemplo-, etc. etc.) que no encajan en absoluto con lo anunciado; todo el desarrollo de su vida tampoco tiene que ver nada: el verdadero Mesías no debe procurarse discípulos, ni dar conferencias/discursos, ni ser tentado por el diablo, ni decir **ni una** de las frases que dijeron que dijo Jesús, ni *dar la otra mejilla*, *ni perdonar al enemigo*, ni mandar a hacer nuevos discípulos, etc.; el final de su vida también es contrario: el verdadero Mesías no debe morir ajusticiado (tergiversaciones de profecías hebreas, sobre todo de los profetas Isaías y Daniel), ni subir al cielo, ni *ser Dios*, ni prometer que volvería, etc.
Todo son inventos de los autores del NT atribuyendo a Jesús cosas que no debe hacer el Mesías y, para colmo, no le adjudican las cosas **imprescindibles** que debe hacer (las cuales enumeré en la otra respuesta que mencionas) sencillamente porque no pudieron atribuírselas ya que no las hizo. Por eso fue también inventada esa segunda vuelta: como no cumplió **nada** de lo que debería haber cumplido si hubiese sido el Mesías, se afirma que ya lo hará cuando regrese. Las cuentas del mal pagador.
Pero todo eso se sabe desde hace mucho tiempo; es increíble, de verdad, la cantidad de gente que estáis en la inopia.
¿Miedo a saber la verdad?
Saludos
JRRF
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