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Respuesta de apologista
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Tal vez lo que en el fondo se pregunta ¿cómo entender un Dios tan violento en el A.T.?
En principio es verdad que hay textos realmente que impresiona a nuestra visión de Dios. No parece ser el mismo Dios que nos presento Jesús.
Por ejemplo: según el libro de Levítico, Dios ordenó a Moisés que cuando conquistaran una ciudad, si antes de atacarla la habían declarado anatema, debían matar y destruir todo lo que había en ella, (Lev 27, 28-29). En el libro legislativo más evolucionado, el Deuteronomio, se ordena lo mismo pero solo contra los cananeos que habitaban en la Tierra Prometida. A las otras ciudades fuera del territorio se les debía proponer primero la paz, y en caso de que no aceptaran había que atacarlas. Pero "solo los varones" debían ser exterminados; a las mujeres, los niños y el ganado se los tomaban como botín (Deut 20, 10-14). Y así una lista de algunas crueldades para nuestra visión moderna.
No menos sorprendente resultan ciertas actitudes de Dios, que no aceptaríamos en ninguna persona de bien. Se muestra deshonesto, pues la noche del éxodo Dios aconseja a los israelitas pedir prestado a sus vecinos egipcios los objetos de oro y plata que tengan, sabiendo que esa noche van a huir y no tendrán que devolverles nada (Ex 3, 21-22; 12, 35-36).
Se muestra cruel y vengativo con los egipcios, matando al hijo del faraón, a todos los primogénitos del país, y ahogando al ejercito entero en la aguas del mar. (Ex 4, 23). Se muestra traicionero con David, a quien primero le ordena hacer un censo de las tribus; y luego, por haberlo hecho, se enoja con él y le manda una peste que aniquila a 70.000 personas (II Sam 24). Fíjate una curiosidad más: se muestra falaz con el rey israelita Ajab, a quien engaña para que salga a luchar contra los arameos sabiendo que lo van a matar (I Rey 22, 20-23).
Para entender todo esto hay que saber como se expresan los judíos de la época y el medio que utilizan para expresar una enseñanza, es decir: hay que tener en claro que en la Biblia existe una variedad de géneros literarios, o sea, distintas formas de escribir, usadas habitualmente por los hombres de cada época y religión para transmitir algún mensaje. Por lo tanto, para encontrar el verdadero significado de un libro o un pasaje bíblico es necesario primero precisar a qué genero literario pertenece, y cuál fue la intención del autor al momento de componer el pasaje.
Los orientales para expresar lo que tenían en mente, no han empleado las formas y los modos de hablar que hoy empleamos nosotros, sino los que usaban los hombres de su tiempo y de su ambiente.
Haciendo este estudio, se conocía así, que algunos relatos aparentemente históricos, o donde Dios parece hablar sin ningún tipo de misterio y a viva voz no eran otra cosa que narración utilizada para transmitir una enseñanza religiosa.
Entre los pueblos semitas la forma habitual de enseñar era mediante relatos de ficción y exageraciones, y el autor se tomaba todas las licencias necesarias para elaborar su narración, mostrando relatos literarios como reales.
Por ejemplo, los libros como Rut, Tobías o Jonás no pertenecen al genero literario "historia" sino al genero "novela" o "escrito didáctico" donde la verdad se encuentra no en los hechos narrados sino en la enseñanza que quiere exponer.
Lo mismo sucede con las parábolas de Jesús. Este, por ejemplo, narra una pequeña "historia" cuyos personajes son un hombre que viajaba de Jerusalén a Jericó, unos ladrones, un sacerdote, un levita, un posadero y un samaritano. Sin embargo, sabemos que esos personajes no existieron y que esta no es una historia real sino un relato de ficción, cuyo propósito es transmitir una enseñanza sobre el amor al prójimo.
Para entender correctamente estos textos difícil de digerir para nuestra forma de expresión, le recomiendo dos documentos de la iglesia:
- Divino affante Spiritu de Pio XII
- Dei Verbum.
Este tema es bastante largo por lo que recomiendo ir despacio en el tema.
Le trasmito mi alegría y la bendición de Dios.
En principio es verdad que hay textos realmente que impresiona a nuestra visión de Dios. No parece ser el mismo Dios que nos presento Jesús.
Por ejemplo: según el libro de Levítico, Dios ordenó a Moisés que cuando conquistaran una ciudad, si antes de atacarla la habían declarado anatema, debían matar y destruir todo lo que había en ella, (Lev 27, 28-29). En el libro legislativo más evolucionado, el Deuteronomio, se ordena lo mismo pero solo contra los cananeos que habitaban en la Tierra Prometida. A las otras ciudades fuera del territorio se les debía proponer primero la paz, y en caso de que no aceptaran había que atacarlas. Pero "solo los varones" debían ser exterminados; a las mujeres, los niños y el ganado se los tomaban como botín (Deut 20, 10-14). Y así una lista de algunas crueldades para nuestra visión moderna.
No menos sorprendente resultan ciertas actitudes de Dios, que no aceptaríamos en ninguna persona de bien. Se muestra deshonesto, pues la noche del éxodo Dios aconseja a los israelitas pedir prestado a sus vecinos egipcios los objetos de oro y plata que tengan, sabiendo que esa noche van a huir y no tendrán que devolverles nada (Ex 3, 21-22; 12, 35-36).
Se muestra cruel y vengativo con los egipcios, matando al hijo del faraón, a todos los primogénitos del país, y ahogando al ejercito entero en la aguas del mar. (Ex 4, 23). Se muestra traicionero con David, a quien primero le ordena hacer un censo de las tribus; y luego, por haberlo hecho, se enoja con él y le manda una peste que aniquila a 70.000 personas (II Sam 24). Fíjate una curiosidad más: se muestra falaz con el rey israelita Ajab, a quien engaña para que salga a luchar contra los arameos sabiendo que lo van a matar (I Rey 22, 20-23).
Para entender todo esto hay que saber como se expresan los judíos de la época y el medio que utilizan para expresar una enseñanza, es decir: hay que tener en claro que en la Biblia existe una variedad de géneros literarios, o sea, distintas formas de escribir, usadas habitualmente por los hombres de cada época y religión para transmitir algún mensaje. Por lo tanto, para encontrar el verdadero significado de un libro o un pasaje bíblico es necesario primero precisar a qué genero literario pertenece, y cuál fue la intención del autor al momento de componer el pasaje.
Los orientales para expresar lo que tenían en mente, no han empleado las formas y los modos de hablar que hoy empleamos nosotros, sino los que usaban los hombres de su tiempo y de su ambiente.
Haciendo este estudio, se conocía así, que algunos relatos aparentemente históricos, o donde Dios parece hablar sin ningún tipo de misterio y a viva voz no eran otra cosa que narración utilizada para transmitir una enseñanza religiosa.
Entre los pueblos semitas la forma habitual de enseñar era mediante relatos de ficción y exageraciones, y el autor se tomaba todas las licencias necesarias para elaborar su narración, mostrando relatos literarios como reales.
Por ejemplo, los libros como Rut, Tobías o Jonás no pertenecen al genero literario "historia" sino al genero "novela" o "escrito didáctico" donde la verdad se encuentra no en los hechos narrados sino en la enseñanza que quiere exponer.
Lo mismo sucede con las parábolas de Jesús. Este, por ejemplo, narra una pequeña "historia" cuyos personajes son un hombre que viajaba de Jerusalén a Jericó, unos ladrones, un sacerdote, un levita, un posadero y un samaritano. Sin embargo, sabemos que esos personajes no existieron y que esta no es una historia real sino un relato de ficción, cuyo propósito es transmitir una enseñanza sobre el amor al prójimo.
Para entender correctamente estos textos difícil de digerir para nuestra forma de expresión, le recomiendo dos documentos de la iglesia:
- Divino affante Spiritu de Pio XII
- Dei Verbum.
Este tema es bastante largo por lo que recomiendo ir despacio en el tema.
Le trasmito mi alegría y la bendición de Dios.
