Pueden ser muchas cosas. De hecho el listado de causas de diarrea puede ser la página completa de un libro y en letra pequeña.
Las pruebas que se realizan suelen ser para descartar una enfermedad orgánica. Por ejemplo las analíticas nos sirven para ver si además hay anemia o indicios de algo más serio.
Los análisis de heces nos ayudan a ver si hay sangre o parásitos.
Las endoscopias para ver si hay enfermedad celíaca, pólipos o tumores.
Si las pruebas van saliendo bien, la estadística va a favor de una molestia benigna: enfermedades en las que los órganos están bien, pero no acaban de funcionar del todo bien.
Fíjate de la situación en la que se produce el nuevo episodio de diarrea, de todos los elementos que hay alrededor. ¿En qué momento se produce? ¿Qué ha ocurrido antes? (Momento de estrés, un determinado tipo de comida, etc), ¿Podría ser después de haber comido algo? (¿Fruta, leche, etc?),
¿Hay sangre o moco en las deposiciones?
Se acompaña de dolor abdominal, fiebre, ¿pérdida de peso o alguna otra molestia?
¿TEngo animales o he viajado a lugares exóticos últimamente?
¿LA diarrea me despierta por la noche?
Todos estos elementos le ayudarán a tu médico a determinarlo.
Pero hay que hacer un tiempo de detective para encontrar la causa.