¿Puede un chico heterosexual enamorarse de otro homosexual?
A tod@s. Desde hace unos meses me hallo en un terrible dilema y no paro de repetirme mentalmente esta pregunta.
Yo soy un chico homosexual y trabajo en un hospital. Desde hace ya 3 meses he estado coincidiendo en las guardias con otro chico que trabaja allí. La verdad que ya me llamaba la atención desde antes, pero al estar más en contacto con él, comencé a interesarme más. Pregunté a sus amigos si estaba en alguna relación y me dijeron que era heterosexual y tenía novia desde hace unos 5 años (de hecho vivía con ella). Yo tomé la noticia con naturalidad y simplemente seguí manteniendo una relación cordial sin ningún tipo de intención. El punto es que comenzamos a hablar bastante y ya no solo en el trabajo, sino también por redes sociales e incluso por teléfono alguna vez. Empezamos a entablar amistad y la verdad que descubrimos que teníamos muchas cosas en común. Incluso llegamos a quedar para tomar unas cervezas. Contado así parece una relación de compañeros de trabajo totalmente normal, pero yo veía cosas que no me cuadraban: la forma en la que me miraba, cómo se dirigía a mi, el hecho de que cambiara en varias ocasiones su turno de trabajo para coincidir conmigo. Yo lo comentaba con mis amigos y me decían: bah! Estás loco, no pienses que pueda haber algo, simplemente será majo y le has caído bastante bien. Pero yo no paraba de ver gestos que podían interpretarse como algo más.
La cuestión es que al tiempo de conocernos, un día cualquiera, de repente y sin previo aviso, me escribió para confesarme que estaba muy confundido porque creía que estaba empezando a sentir algo por mi. Yo aluciné al principio, ya que a pesar de que él también me gustaba bastante, me parecía algo platónico e imposible (aunque por otro lado algo dentro de mi me lo estaba diciendo a gritos).
A partir de ese momento la situación comenzó a comportase como si se tratara de una avalancha de nieve que arrasa todo a su paso sin que nadie pudiera hacer nada. Comenzamos a quedar muy frecuentemente hasta el punto de que casi todas las tardes de la semana las paso con él. Nos escribimos para darnos los buenos y días y las buenas noches. Nos contamos nuestros problemas. Nos besamos, abrazamos y disfrutamos a 100% cuando estamos juntos. Incluso me atrevería a decir que nos estamos enamorando uno del otro. Ahora mismo está en proyecto de separación con su novia y de mudarse a otro piso.
Pero como todo en esta vida, no es todo de color de rosa, y hay una cuestión que me hace plantearme constantemente si todo esto es lo correcto y si estoy haciendo bien en continuar ladera abajo:
- Su heterosexualidad. Aunque disfrutamos muchísimo juntos, siento que nos queremos y cuando nos besamos siento que es sincero, hemos tenido algunos problemas a la hora del sexo. Él afirma que le encantan las mujeres y no le gustan nada los hombres y que yo soy la excepción. Yo al principio procuré tomarlo con tacto y paciencia ya que eran experiencias nuevas y los cambios al principio cuestan. Solo nos hemos acostado 3 veces desde entonces y veo que él no disfruta al 100% y le cuesta terminar. Eso le afecta bastante porque se plantea si realmente podrá tener sexo satisfactorio conmigo, ya que lo considera un poco bastante importante a la hora de tener una relación. Por otro lado también me afecta a mi porque le veo dudar y temo que se vaya todo al garete por esta cuestión. Yo intento tomarlo como algo normal y que poco a poco se irá acostumbrando, pero él se agobia bastante y cada vez que lo intentamos la situación queda rara y me plantea constantemente si debiéramos seguir.
¿A qué se debe esto? ¿Puede alguien estar enamorado de una persona y no sentir deseo sexual? ¿Su deseo estará reprimido? ¿O en realidad lo que siente no es amor y está confundido? ¿Alguien heterosexual puede llegar a tener relaciones homosexuales satisfactorias? Si alguien sabe responderme a estas preguntas le estaría completamente agradecido, ya que a pesar de tener muy claro nuestros sentimientos, este aspecto le falla bastante y no sé si tomarlo como algo normal que se pasará o como algo que no va a cambiar.