Usa Acetona. Coges la cánula, la pones vertical y encima de algo donde puedas recoger la espuma y la acetona. Con un poco de pulso vas vertiendo, poco a poco, la acetona. Cuando ésta entra en la cánula va disolviendo la espuma y cuando el líquido de la acetona llega al final de la cánula expulsa todo de repente. Si te queda algo en el interior del tubo de la cánula no te preocupes porque al día siguiente y con algo que puedas introducir por el tubo va saliendo todo. Suele quedar algún hilillo. También debes de usar la acetona, echando unas gotas, en el tubito donde se rosca la cánula y presionando un poquito con el bote en posición vertical hacia arriba(posición contraria a cuando lo usas), pero presionado muy poquito, justo lo suficiente para que salga un poquito, muy poco, de aire. Previamente antes debes de haber quitado el líquido que habías vertido en ese tubito, más que nada para que no te salte a los ojos. Esta operación la debes de hacer con mucho cuidado. Es una presión muy muy pequeña, justo para que salga un poquito de aire. Si lo ves complicado, viertes la acetona en ese tubito, lo dejas unos segundos (20") y luego lo quitas girando el bote.
Yo he hecho esta operación, con la acetona, y he podido usar el bote y la cánula en multitud de ocasiones. Si no se hace así solamente sería para un sólo uso porque la espuma se quedaría dura y sería muy difícil de quitar tanto en el tubo como en la cánula. Se debe de hacer en fresco.