Estimada amiga, ante todo la paz y la luz de Cristo sea en su alma, así sea.
Bien, lo Primero que le puedo decir es que no se preocupe, quédese tranquila. No tiene por qué alarmarse, las cosas que le pasa son como se dice: los gajes del oficio.
Ahora bien, independientemente que la sensación en su rostro se debe a causas naturas (nada de qué alarmarse) como la circulación, producto de la posición del cuerpo (estar de rodillas o postrada rostro en tierra) independiente que se deba a eso (circulación o posición del cuerpo); lo que usted no debe dejar de hacer es cortar su oración, usted siga adelante y termine cuando lo estime conveniente. Recuerde que Dios siempre escucha una oración sincera, con o sin palabras. Independientemente que las emociones ayuden o no (tenga o no tenga ganas) lo que cuenta aquí, no son los sentimientos (emociones) sino la intención…
La intención de encontrarte con tu Dios. Dios y tú, tu alma y Dios, y nada, ni nadie más. Al margen del tipo de oración que haga.
Si ud. Toma la decisión de orar e inicia su oración, pero resulta que en el transcurso no siente nada o siente sequedad, desaliento o quizás sueño, etc. No sé lo que sea (sentimiento o emoción que no le ayuda) hay gente que se alarma, otros se asustan o simplemente abandonan la oración y dicen: como no siento nada, mejor lo dejo ahí. Nooo, graso error. Pues, la fe no se basa en emociones, sino en la confianza y el amor para con Dios. Pues la confianza y el amor son una decisión personal. Independiente que las emociones le ayuden o no.
Es cierto, a veces Dios puede regalar una devoción sensible, en las que pueda sentir cosas agradables o gratificantes, etc., pero en eso no se basa la fe, además no es un criterio para valorar una oración. Mi sugerencia es: tenga o no desgano, siga adelante. Sus oraciones no caen en saco roto, Dios la escucha siempre y está ahí.
Segundo, como no sabemos si la sensación en su rostro o desgano se deba a causas naturales o una tentación del demonio, la aptitud que debería tener es de perseverancia. Pues, en el caso que venga del demonio y no le haga caso; no se preocupe, que el que se preocupa es el demonio. Él sabe bien que cuando usted ora, Dios no solo nos regala luz, fuerza, protección, liberación, discernimiento, etc. Sino que además derrama bendiciones abundantes…, En otras palabras, el demonio sabe muy bien que muchas personas con su oración, desbaratan los planes de las tinieblas. Por eso es tan importante la oración y el sacrificio.
Es verdad, que existe una lucha invisible de poderes espirituales, No es Dios con los demonios, porque con Dios nada, ni nadie puede, sino la lucha es de nosotros contra los ángeles caídos (demonios y/o malos espiritus), pero no nos debe hacer olvidar y que quede más que claro. Los autores de nuestra historia somos nosotros. Todas estas fuerzas invisibles del mal sólo son una influencia. Y al final cada hombre hace lo que quiere y es responsable de lo que hace. Ni todos los demonios del mundo pueden obligar a alguien, aunque sea un pecador, a tomar una decisión si él decide tomar la otra.
Por favor no lo olvide nunca, El poder de la oración es tan poderoso como los mayores ejércitos, o las mayores fortunas. Una sola persona humilde y desconocida, con su oración puede evitar guerras, puede evitar que ideologías políticas malignas lleguen al poder, etc, etc. Sólo los demonios saben hasta qué punto es temible la oración para ellos. Pues una oración, una sola, supone que Dios le enviará sin duda una gracia al alma por la que estemos rezando (por uno mismo o por otra persona). Y una sola gracia puede provocar un arrepentimiento que le eche a perder al demonio una presa atada durante muchos decenios. Un simple padrenuestro podía destruir el trabajo del demonio durante años en una persona. Por eso el demonio teme con razón cuando una persona se acerca u ora a Dios.
No lo olvide, no existe que gracia que no venga a través de la oración.
Finalmente, independiente de como acostumbra hacer su oración, quizás antes de comenzar ore a Dios para derrame la preciosísima sangre de su Hijo sobre usted y sobre ese lugar donde se encuentra. Luego, si gusta ayúdese orando con su biblia, meditando algún pasaje del evangelio por ejemplo Lc 1 : 46-55; Lc 1: 68-79; JN 1:1-18 o rezando un salmo, por ejemplo el salmo 25, el salmo 91 0 el 92. Hace su petición y luego le da gracias a Dios. Usted vea como se acomoda mejor.
Y cuando le pida a Dios su ayuda, protección o liberación, puede hacer suya o decirla con sus propias palabras la siguiente oración:
Dios omnipotente,
Que a los abandonados los haces habitar en tu casa,
Y concedes la felicidad a los cautivos,
Mira mi aflicción,
Y ven en mi auxilio,
Vence al enemigo inicuo,
De modo que superada la presencia del adversario,
Mi libertad alcance su descanso
Y restituida a la tranquila devoción
Pueda confesar que eres admirable
Y que concediste a tu pueblo la fuerza.
Por Cristo nuestro Señor. Amen.
Hasta aquí espero haber respondido su pregunta.
Alabado sea Jesucristo.