Tarea de ética sobre nuestros gustos

Quieren que de una respuesta bastante completa sobre: ¿Qué hace que unas cosas nos gusten y otras no?

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Respuesta

El gusto o desagrado ante algo es la manifestación de un resultado. Para llegar a un resultado es necesario poder establecer la veracidad o falsedad de una proposición respecto a un modelo que contenga la respuesta correcta. Esa respuesta ya está en nosotros. El gusto o desagrado sobre algo es la manifestación de coincidencia o discordancia entre ese algo y el concepto que albergamos de ello. Las diferentes situaciones a lo largo de la vida no son otra cosa que oportunidades para manifestarnos y así descubrir como somos.

Quizá me esté apartando de tu pregunta que se refería a los gustos, lo cual puede tener una respuesta menos filosófica pero me parece interesante trasladar la misma cuestión a todo cuanto decidimos y con lo que construimos nuestra vida.

Habrá quien pueda pensar que esta idea es falsa y que en cada momento somos libres de tomar una decisión u otra y que es posible cambiar de gustos como de parecer y que esto no tiene mayor significado. Esta opinión no contradice lo anterior si se entiende que ésta aparente libertad no es más que el modo en que la naturaleza nos permite revelarnos como somos. Es decir, toda decisión en un momento dado no es fruto de la nada sino que es generada a partir de un proceso que ineludiblemente busca y necesita un acuerdo con algo. Ese algo no está al alcance del nivel consciente. Para entender esto hay que pensar en el modo en que tomamos las decisiones. A mi entender es evidente que toda elección necesita de un patrón. Sin patrón la elección no tendría sentido y no sería posible. La decisión es solo el resultado que indica la coincidencia entre el objeto en discusión y ese modelo o patrón.

Otra cuestión es el origen y naturaleza de esos patrones sin los cuales no podríamos tomar ninguna decisión. Es posible que muchos de esos patrones los creemos nosotros mismos solo para poder tomar la decisión. Lo que me lleva a preguntarme por los medios empleados para crear ese patrón y esto conduce a la necesidad de un patrón superior. Es decir, en cada acto, palabra, gesto o pensamiento lo que hacemos es un intento de emular lo que somos, a veces más acertadamente a ves más torpemente pero ese es el objetivo de la vida, buscarse y reafirmarse y como podría hacerse esto si no hubiera ya establecido lo que somos y lo que buscamos sacar.

Existe además una jerarquía en los patrones lo cual se refleja en nuestras decisiones cuando hay opciones contradictorias. La jerarquía mayor es la que aunque no pueda ser la más evidente es la que siempre se cumple a veces pude que del modo no más evidente, si ocurre esto es porque otro patrón inferior está en armonía con el patrón principal y éste no es tan necesario su preponderancia en esa cuestión permitiendo que sea el patrón inferior el que destaque.

Para entender este galimatías, considerar una situación en que el individuo tiene que escoger entre una sere de opciones que le causan conflicto y contradicciones con su manera de ser incluso tiene que considerar su supervivencia. El resultado pondrá a prueba su patrón más elevado reflejando entonces su verdadera naturaleza.

Consideremos ahora un niño que tiene que escoger entre un pastel de nata y uno de crema. Obviamente la elección no pone en juego los mismos argumentos que en el caso anterior, sin embargo eso no quiere decir que no existan.

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