Lo vas a tener difícil pero no es imposible. Mantenlos separados, sobre todo cuando no estés en casa. Cuando puedas estar supervisándolos deja q se conozcan, con mucha precaución. No le prestes más atención al gato porque el perro puede sentir celos y eso agravar la situación. Si el gato es cachorrito su adaptación será buena. Solo necesitas paciencia, normalmente se acaban llevando bien o por lo menos respetándose. Hay un producto que se llama adaptil que emite unas feromonas que solo afectan al perro y hacen que tengan menos estrés. Se conecta a la luz como un ambientador. Quizás eso pueda ayudarte un poco.