El coronavirus canino se excreta a través de las heces, por lo que la vía de contagio mediante la cual esta carga vírica pasa de un perro a otro es a través del contacto fecal-oral, siendo un importante grupo de riesgo todos aquellos perros que presentan una alteración de la conducta llamada coprofagia, que consiste en ingerir heces.
Tratamiento del coronavirus canino
Como hemos mencionado anteriormente, el tratamiento del coronavirus canino es paliativo, ya que no existe una cura salvo esperar a que la enfermedad termine de realizar su curso natural, por lo que el tratamiento se enfoca básicamente en aliviar los síntomas y prevenir posibles complicaciones.
Se pueden emplear los siguientes métodos de tratamiento sintomático, de forma única o combinada, dependiendo de cada caso en concreto:
- Fluidos: En caso de deshidratación severa se utilizan para reponer los fluidos corporales del animal.
- Estimulantes del apetito: Permiten que el perro pueda seguir alimentándose evitando así un estado de inanición.
- Antivirales: Actúan disminuyendo la carga vírica.
- Antibióticos: Destinados a controlar infecciones secundarias que pudieran haberse causado por acción del virus.
- Procinéticos: Los procinéticos son aquellos fármacos destinados a mejorar los procesos del tracto digestivo, podemos incluir en este grupo los protectores de la mucosa gástrica, los antidiarreicos y los antieméticos, destinados a evitar los vómitos.
Obviamente es el veterinario la única persona capacitada para recomendar un tratamiento farmacológico a nuestra mascota y este debe ser empleado siguiendo las instrucciones específicas que nos brinden en la clínica.