He observado que mi chihuahua, aparte de hacer su caca echa a menudo como un moco sin olor, pero que a veces es transparente, otras tiene un color marrón claro o verdoso y otras veces tiene como una gota de sangre. El sigue bien y esta contento pero estoy preocupada por esto. ¿Qué puede ser?
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Respuesta de pmartin
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pmartin, Me llamo Pilar, tengo 26 años y he estudiado magisterio
¿Qué le das de comer? ¿Con qué frecuencia? A parte de su pienso o de su comida, ¿a veces le das otro tipo de alimento?
Solo come pienso de buena marca. Y no se la frecuencia porque yo le dejo el cacharro y el come cuando quiere. Lo que si he observado es que a veces se come la caca y ya no se qué hacer para que no lo haga.
Lo de la mucosidad en las heces es debido a una mala digestión. A veces, al cambiar la marca del pienso de forma brusca, o al introducir en su dieta cualquier tipo de alimento al que no esté acostumbrado, puede ocurrirle esto. Ten en cuenta que al ser tan pequeño su hígado y su riñón tienen menos fuerza de filtrado así por ejemplo si se come un trocito de pollo que se nos haya caído sin querer al suelo, este exceso de grasa, es lo que le produce la mala digestión y por lo tanto la anormalidad en las heces. Pero esa es la norma general. Si no le das nada extra y estás segura de que no come nada a escondidas, es conveniente que le lleves al veterinario ya que a veces suelen surgir problemas de absorción en los intestinos, que es la segunda opción. Pero ha de averiguarlo tu veterinario. En cuanto a lo de que se coma las heces, no te asustes porque casi todos los perros lo hacen, se conoce como Coprofagia y es un trastorno de conducta. Los perros pueden ingerir de modo selectivo sus propias heces, las de otros perros, heces felinas, o pueden ingerir cualquier tipo de heces que puedan encontrar. Realmente esta acción resulta muy desagradable para las personas, no obstante para ellos probablemente no sea así. El problema se suele observar en los cachorros, pero la mayoría finalmente lo supera con la edad. Los cachorros a veces imitan a la madre en esta conducta, ya que es natural que las perras adultas ingieran las heces de sus propios cachorros (todas las demás formas de Coprofagia se consideran anómalas); en ellos esta conducta es normal siempre que sea ocasional, por lo que hay que vigilarlos para evitar que lleguen a adquirir esta costumbre. Se cree que esta conducta se da en los animales de compañía que tienen buen apetito y están sometidos a una dieta restringida; también la falta de nutrientes esenciales, especialmente de vitaminas puede inducir a la coprofagía o porque tengan elementos que a ellos les gusten (como las heces de herbívoros, que son ricas en fibras y en vegetales, o las de gato, que tienen muchas proteínas). También se cree que si a un perro se le refriega el hocico contra las heces como castigo por haber defecado fuera de lugar -acción errónea- puede suceder que se las coman para esconderlas y así evitar el castigo. Comparando esta conducta con la misma en los humanos, se podría inferir que posiblemente se trate de una patología del comportamiento, pero es más que todo una conducta ingestiva, más o menos dañina y desagradable para nosotros. Si bien es cierto que ésta es una conducta natural, debe tenerse en cuenta que no es inofensiva, sino todo lo contrario, es la vía más frecuente de contagio de parásitos y bacterias. Como tratamiento, decirte lo siguiente: Primero consiste en impedir que los animales tengan acceso a las heces. El jardín se debe limpiar asiduamente y sin que el perro lo vea. En los paseos el perro debe ir sujeto con una correa y si intenta oler o ingerir las heces de otros perros se le debe administrar un castigo positivo o sea una corrección verbal severa (¡NO!) Y al mismo tiempo se da un tirón rápido de la correa. Si el animal está suelto es eficaz el lanzamiento cerca del animal de algún objeto (la correa, agua) para disuadirlo cada vez que intente comer heces. También la aplicación con un pincel de sustancias como tabasco o pimienta en las heces que haya en su paseo habitual, hará que el animal viva una mala experiencia al querer comerlas. Mantenerlo ocupado con estimulantes juguetes es otra forma de evitar que salga en busca de excrementos para oler e ingerir.