Consiste en un deslizamiento de una vértebra sobre otra.
Existen dos tipos según se deslice hacia adelante ("anterolistesis") o hacia atrás ("retrolistesis"), y se clasifica en cuatro grados en función del grado de desplazamiento.
Cómo se produce
Lo más frecuente es que sea una complicación de una espondilolisis previa, al separarse los dos trozos separados de la lámina de la vértebra.
En otros casos, la articulación facetaria en un segmento concreto (habitualmente la cuarta o quinta lumbar) que la hace tener un tamaño distinto a la de los demás segmentos, por lo que la vértebra no queda alineada con las demás. Ese distinto tamaño puede deberse a una malformación de la articulación o a su desgaste. En el primer caso, la espondilolistesis se observa desde la infancia, en el segundo, la vértebra se va deslizando a medida que el sujeto envejece y la articulación se va desgastando.
En otros casos, la causa es un accidente o traumatismo importante, que causa el desplazamiento de la vértebra, con o sin fractura.
A veces, a lo largo de los años el grado de deslizamiento puede ir progresando.
Síntomas
En general, las espondilolistesis de grados I y II no suelen ser causa de dolores. Son un hallazgo casual en una radiografía y está demostrado que es un error operarlas si no provocan problemas.
Aunque no siempre lo hacen, las espondilolistesis de grado III o IV pueden provocar dolor de espalda. Si llegan a provocar compresión nerviosa también pueden causar pérdida de fuerza importante o progresiva, o dolor irradiado a las piernas.
Riesgos
La espondilolistesis de grado III o IV puede llegar a producir compresión nerviosa.
Por otra parte, la compresión puede aparecer después de la cirugía, cuando al operar se decide recolocar las vértebras -es decir, no sólo fijarlas sino realinearlas-. Por eso, hoy en día, cuando no hay más remedio que operar se tiende a ser lo menos agresivo posible.
Diagnóstico
Para diagnosticar la espondilolistesis y cuantificar su grado es necesario hace rradiografias
Si se sospecha que se está iniciando una compresión nerviosa, puede tener sentido usar pruebas fisiologicas
Tratamiento
Las espondilolistesis de grados I y II no suelen dar problemas, y está demostrado que es un error operarlas cuando no los causan. El ejercicio físico adaptado a cada paciente en función del nivel de la columna en la que esté la espondilolistesis, su tipo y grado, puede ser eficaz para detener su eventual progresión.
La mayoría de las espondilolistesis que causan dolor responden a los tratamientos conservadores sin que sea necesario operarlas.
La cirugía sólo es necesaria en las espondilolistesis de grado III y IV en las que se demuestra que el deslizamiento provoca compresión nerviosa causando pérdida de fuerza importante o progresiva, o dolor irriadiado a las piernas. Cuando está indicada, se suele hacer una artrodesis.
Algunas de las recomendaciones basadas en la evidencia científica disponible establecen que, salvo en los casos en los que un accidente o traumatismo importante es la causa de la espondilolistesis, la cirugía no suele plantearse como opción en los primeros 3 meses de síntomas.