Efectivamente como te ha dicho otra persona tienes un claro problema de ansiedad. En muchos libros sobre la ansiedad se considera ansiedad o crisis de pánico cuando al menos se manifiestan 6 de los 15 ó 20 síntomas que la mayor parte de la gente dice sentir. Entre ellos también se suelen dar, miedo a morir, miedo a tener un tumor cerebral, etc.
Tus problemas gástricos tienen su origen también en la ansiedad. Ante un estado de nerviosismo y un quererse constantemente anticipar a cualquier posible repetición o episodio, condiciones todo tu cuerpo a estar en una alerta permanente. Eso te produce un desgaste químico muy notable, y hace que en determinados momentos del día parezca que vengas de correr 10 km. Estarás cansada y extenuada.
Hay una gran masa nerviosa y muscular alrededor del estómago, la cual tu incitas y provocas con tus miedos. Eso genera principios de gastritis. El estómago se inflama un poco, las digestiones son más lentas, y la expulsión de gases se hace muy complicada. Esto hace que acumules mucho gas hasta que son expulsados.
Te puede producir también acidez, sudores fríos, taquicardias, dolores de cabeza, de cervicales, sensación de inestabilidad y un muy largo etcétera.
Todas las sensaciones que tu tienes por supuesto que son ciertas. Es decir lo que tu sientes es cierto que lo sientes. Lo que ocurre es que son estados químicos desencadenados puntualmente por tu stress y ansiedad. Los episodios de crisis, suelen durar muy poco, algunos una serie de segundos, otros pueden llegar a durar 1 minuto y pico. Durante ese intervalo sientes pánico.
El cuerpo genera una gran cantidad de adrenalina, y todo tu cuerpo y mente se prepara para el momento. Es como cuando nuestro cerebro analiza que puede encontrarse ante un accidente o un impacto inminente. Se prepara y todo se alerta. Esa gran tensión se produce o debe producirse de forma muy puntual.
Para las personas que padecen de crisis de ansiedad o pánico, estos momentos no son puntuales sino que se repiten.
Aproximadamente un 60% de la población mundial padece este problema alguna vez en su vida.
Yo viví con él durante 4 ó 5 años y sé que es duro. Lo importante es que no dejes en ningún momento que condicione tu vida. Es decir no dejes de hacer cosas que hacías, no dejes de ir donde ibas, ni intentes evitar aquellos lugares donde consideres que has podido tener crisis.
Si no lo único que conseguirás es vivir en el sitio donde nada te da miedo, que es tu casa. Y no saldrás.
Las medicinas en este tipo de enfermedades suelen crear dependencia, porque uno piensa que si se toma la pastilla no le va a pasar nada, así que cree que siempre la tiene que tomar.
Lo mejor para mí fue un día, que me levanté y dije, esto no puede vencerme. Y empecé a hacer todas las cosas que había dejado de hacer o visitar porque en aquellos sitios había tenido crisis.
Una vez que empiezas a ver que no te pasa nada, entonces el problema, deja de ocupar espacio en tu mente, y empiezan a ocupar sitio otras cosas.
No dejes que este problema ocupe tu mente. Diviértete y ocupa tu mente en otras cosas.
Aprende a aceptarte como eres y no te agobies.
Una herramienta muy útil es la terapia de grupo. Contar a la gente lo que te pasa, y que otros te digan que a ellos también les ayuda mucho.
Es lo que he pretendido yo con estas líneas.
Si te han ayudado, síguelo buscando.
El primer paso para curarse, es aceptar que no tienes nada. Es difícil, pero te digo que está al alcance de tu mano.