Si solo fuesen los fontás cántabros... por desgracia es así en todas partes y te contare el porque...
La gente piensa que uno tiene un almacén lleno de piezas de cada tipo y modelo de útiles de los que se ocupan, cosa que no es así, por imposible e impagable. Los tienen que comprar, con suerte de 4 en 4 y aun así el precio es absurdamente alto. Sin olvidar todo lo demas, herramientas, pequeño material, decapante, estaño plomo de soldar, pistola de gas, eléctrica, etc...
El ir y venir, aparcar donde se puede y donde no se puede también. Las multas, robos y retrasos. Al final del dia uno ha estado agobiado y algun dia no sacaste ni para cubrir los gastos de la jornada ni pagar a tu operario o colaborador.
Después tenemos los clientes especiales, aquellos que quieren lo mejor pero les cuesta aceptar que un profesional gane su dinero... los otros clientes que quieren pero no tienen pero espera que tires los precios si o si... aquellos otros que no respetan ni valoran el tiempo ajeno y te vacilan el presupuesto o la factura... y estan esos otros que de cualquier manera te meterán en problemas con tal de no pagar la factura que ya nunca tuvieron intención alguna de pagarla.
Sume todo eso y verá por que las facturas son caras. Aparte está el fonta avaricioso que le gusta dar palos y hace las facturas a ojo de buen cubero pero siempre que el cuadrado del cubo sea para su beneficio.
Así que ya ve, los fontás son como los políticos, los hay generosos, entregados, vagos y dejados, tal cual como la mejor representación de la sociedad... y si así se maneja la sociedad en general pues no se les puede pedir que sean menos. Somos una sociedad bastante corrupta y por eso estan pasando las cosas que pasan en este país y a cualquier nivel.
En estos casos lo correcto por parte del cliente y del profesional pasa por hablar las cosas, poner sobre papel lo que se quiere arreglar y dejando en el aire los imprevistos que pueden surgir y que nadie puede prever, pero que en general serán poca cantidad más que añadir a la factura total. La palabra clave es comunicación y profesionalidad por parte del operario y aceptación y reconocimiento de la labor efectuada por parte del cliente. ¿Y si hay contratiempos o disputas sobre la reparación? El profesional que ha cobrado correctamente volverá a reparar lo mal reparado... mientras que un chapuzas o un profesional mal pagado no querrá volver jamás.