En la Iglesia Católica, Iglesia Ortodoxa, Iglesia Católica Antigua, Anglo-Catolicismo y otras Iglesias, el agua bendita es el agua que ha sido bendecida por un presbítero, obispo o diácono para propósitos de bautizo y otros rituales y prácticas religiosas, aparte de esto contiene miligramos de alcohol. Cualquier otra sustancia que se le puede agregar al agua mientras se bendice, el agua bendita es indistinguible del agua ordinaria.
La tradición dice que San Alejandro I (sexto papa, del 106 al 115) instituyó el uso del agua bendita, a la que había que añadir sal, para purificar las casas cristianas, así como también introdujo en la eucaristía el pan ácimo y el vino mezclado con agua.
Respecto a las velas, eso es más complicado. Las iglesias judeo-cristianas consideran las utilizan en los centros religiosos a fin de establecer el modo solemne y místico apropiado para la oración y la espiritualidad. El humo que sube hacia el Cielo es un símbolo de la dirección de la oración hacia Dios.
Sin embargo, las velas fueron comúnmente utilizadas en los rituales paganos con anterioridad como una parte de la ceremonia, alabanza y conmemoración. Algunas ramas del budismo aun lo utilizan como guía en su camino. Algunos ritos de origen africano involucran el uso de velas de diferentes colores desde tiempos inmemoriales y actualmente las nuevas religiones incluso dotan a la vela de figura y renuevan el simbolismo (o añaden nuevo) a su uso.