Platón se esmera en exponer su visión acerca de nuestra existencia y de todo lo que nos rodea sin nombrar ni hacer referencia alguna a ningún tipo de ser supremo. Esto es intencionado y hay que tenerlo muy presente. No por ello su pensamiento está carente de elementos que se asocian con la creencia en un ser supremo como son el Alma y el Bien. El que estos elementos estén presentes sin la mención de ningún Dios, es especialmente revelador de la grandeza del pensamiento de Platón y de su voluntad de no transgredir ni mezclar el pensamiento con la fe, limitando su exposición a lo que él entendía desde su razón. Esta forma de ver es en realidad superior en el sentido que deja al ser humano libre para vivir y no lo supedita a la figura de los Dioses que siempre terminan dejando al ser humano en un segundo plano. Para Platón toda la divinidad y misterio de la existencia del ser humano termina en el ser humano y esto es importante porque nos hace libres y responsables para elegir nuestra manera de vivir. El misterio es el mismo, sin embargo predispone de forma distinta al ser humano para encarar su vida.
Platón no necesita aclarar ni lo intenta aquello que obviamente no está al alcance del conocimiento humano y lo acepta y así lo describe su mito del carro alado, y con su teoría de la reminiscencia. Todo cuanto justifican las religiones para explicar todo lo que no sabemos de nosotros con Platón se mantiene en el misterio y esto es bueno y sano porque permite un desarrollo del ser humano que se basa en lo que sabe y percibe sin dar ninguna solución lo que le da la oportunidad de ser realmente ético y moral. Para ello cuenta con la idea del Bien, el empleo de la cual es lo único necesario para llevar una vida plena para el cuerpo y el alma. Es decir, no hace falta saber todo acerca de nosotros y nuestro origen, sin embargo sí es importante usar lo que sí sabemos y parte de ese conocimiento ya nos ha sido dado, no hace falta entenderlo, hace falta practicarlo y ver sus efectos, esa es la forma correcta de vivir. De acuerdo a esta idea se basa su idea política y su idea de gobierno basado en una política que debe servir para lograr el bien común. En el modelo de sociedad, no se habla de poder, ni de dominio. Para Platón todos somos iguales, las diferencias vienen por las distintas configuraciones que pueden adoptar las fuerzas que forman el alma y que son 3 de lo que resultan 3 caracteres principales según predomine la parte racional, concupiscente o irascible.
Otro punto que sustenta la no presencia de Dios en su pensamiento, es su concepto del mal, que no atribuye a ningún ser maligno sino a la ignorancia, así el mal es simplemente la ausencia de bien y el Bien es así un acto voluntario y consciente no casual. Para hacer el Bien hay que querer hacer el bien lo que requiere consciencia y voluntad. Esto es muy liberador para el ser humano porque no ubica el origen del bien y del mal en cusas externas a nosotros, en seres divinos y malignos como Dios y el Diablo, en una supuesta lucha a la que tenemos que unirnos como seguidores, sino que Platón deja este misterio en manos de cada individuo. Esto permite y obliga al ser humano a abordar el problema de la dualidad desde él mismo y no desde un plano superior. Esto es importante porque no elegimos por otro sino que elegimos por y para nosotros, es la forma más grande de pensamiento, más sana, sabia y coherente que puede haber.
El ser humano así, no necesita más que de sí mismo para decidir actuar haciendo el bien. Esto deja sin justificación guerras santas y todas aquellas que luchan por ideales pues todos son falsos. El único ideal verdadero es aquel que nace para servir a la persona que lo tiene, no el que pretende servir a otro ser o idea, ya que esto lleva a las luchas y a la destrucción del verdadero ideal que es el Bien. Gandhi resumió esto en una frase perfecta que es " no hay caminos para la paz, la paz es el camino". No puede haber libertad para nuestra especia, mientras creamos que servimos a un ser supremo y seamos tan estúpidos para defender esa idea luchando y tratando de imponer esa verdad en quienes creen de otra manera sea en otro Dios o en ninguno.
Creo haber respondido a tu pregunta y no he afirmado ni negado la existencia de Dios, sin embargo sí veo claramente la existencia del Bien, como hace Platón y eso es lo importante y de acuerdo a eso es a lo que hay que actuar y no en aquello en que se deposite el origen de ese Bien, el bien está en mí y por eso actúo de acuerdo a él, por mi deseo y voluntad, no porque crea que ese Bien está en Dios o es una parte que pertenece o corresponde a Dios. No sabemos lo que es Dios, pero sí sabemos lo que somos y no necesitamos a Dios para ello, podemos entenderlo sin necesidad de implicar a Dios, y así, evitaremos discusiones y prevalecerá el bien sin necesidad de tener que matar por él.