Te envío una respuesta muy simple, que te puede dar pistas para que busques tú la solución a la cuestión que te plantean:
Evidentemente, si no nos alimentamos, si no proveemos a nuestro organismo de los nutrientes necesarios para mantenernos con vida, poco podremos ver, tocar, oír, etc. Es preciso estar vivo para poder sentir. Luego, la función nutritiva, que tiene como fin el mantener con vida a nuestro organismo y proporcionar la energía necesaria para realizar todas las actividades, ha de ser previa a cualquier otra función. Un coche sin combustible no funciona. Un organismo vivo, sin nutrientes, no puede realizar ninguna otra función y no podrá sobrevivir.
Por otra parte, la posibilidad de movernos, de desplazarnos, permite que nos preguntemos qué hay más allá de lo que nuestra vista alcanza, y proponernos, por otra parte, fines y metas. Luego la función locomotriz ha de preceder a la intelectual, ya que si no pudiéramos desplazarnos (pensemos en una planta), nuestro mundo se agotaría en lo inmediato y no nos veríamos motivados o forzados a preguntarnos si habrá algo más que lo que nos rodea. La posibilidad del movimiento nos abre la necesidad del descubrimiento.
Esto se me ocurre así, a bote pronto. Podríamos incluso relacionar esas funciones con las funciones del alma que estableciera Aristóteles (s. IV a.C.): vegetativa, sensitiva y racional. Pero lo mismo esto ya es complicarlo mucho...