Las grabaciones de conversaciones son siempre admitidas en juicio

He tenido amistad con una persona y le he contado cosas que ahora quiere utilizar en mi contra en un juicio.

Me llamo por teléfono un día y me comenzó a decir que o le daba una cierta cantidad de dinero, que no le debo, o que me denunciaba porque yo le había dicho tal y tal cosa a lo que yo se lo fui corroborando y debatiendo. Luego me di cuenta de mi error porque seguro que me grabó la conversación.

Ahora me ha demandado y me gustaría saber en qué casos esa conversación no debería ser tenida en cuenta por el juez.

Considero que empezó la conversación con una amenaza para que yo hablara.

No sé qué hacer

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Yo no sé si técnicamente es posible que se tuviese en cuenta, si el que graba participa en la conversación de forma activa, creo.

Pero, desde luego, que lo que veo es que no se trató de una conversación espontánea, sino que ya a presión y con amenazas. Un periodista hablaba en una entrevista del síndrome de la escalera, después de haber acudido a un medio de comunicación, porque decía que en la escalera se daba cuenta de que había dicho lo que no quería decir, y no había dicho lo que sí quería.

Él sabía que se estaba grabando y sencillamente intentó "sacarte de quicio", según me parece, y lo consiguió; tú pecaste de ingenuo por haber debatido este asunto por teléfono. No se trató de una conversación normal, sino que una en la que tú estabas siendo presionado. Yo creo que esto debería invalidar esta grabación, según me parece, e incluso ir en contra de él, por sus malas artes. No sé si esto fue coacción, pero no se puede forzar a nadie a que diga lo que no quiere decir; y hay muchos métodos para ello.

De todas formas, si no le debes nada, no le habrás dicho finalmente otra cosa; y así se entenderá, aunque te hubieras trabucado con las palabras, por la presión.

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