No es obligatorio; y de hecho, podría significar un don de Dios, si lo decidieses por el Reino de los Cielos. En tu caso, no parece que sea exactamente no querer, al menos no de momento (quizá Dios se valga de esas circunstancias para sus altos fines); parece que estás furioso por lo que crees que te ha tocado vivir; yo te recomendaría primero hacer crecer tu personalidad, aceptando tus circunstancias, y para ello, nada mejor que una buena dirección en la vida; no vivas para ti mismo, pensando en tu mero enriquecimiento, o agrado, sino que piensa en todo el bien de verdad, según Dios, que puedas hacer en la vida. Te recomiendo frecuentar los Sacramentos; y también en la oración podrás ir viendo las motivaciones por las que te mueves, para poder ir depurándolo todo, pidiéndole a Dios luz y fuerza para amar de verdad.
Piensa que para hacer el bien sirve todo, ya sean limitaciones o circunstancias aparentemente incómodas o adversas. Dale gracias a Dios por todo, ya que quizá esas circunstancias que te han parecido dolorosas, o incómodas, de las que te quejas, te facilitan tu salvación eterna.